Adiós al yogur: el probiótico que puedes hacer en casa repleto de magnesio perfecto a partir de los 50
Prestar atención a tu organismo es esencial, especialmente habiendo alcanzado una edad, cuando necesitamos cuidarnos más que antes.
25 septiembre, 2024 13:41La necesidad de cuidarse, por dentro y por fuera, es algo que, por suerte, lleva tiempo preocupando a la sociedad. Son muchas las soluciones que se nos presentan diariamente para conseguirlo, pero no todas son igual de eficientes y, mucho menos, igual de eficaces.
El kéfir ha ganado popularidad en los últimos años, y no es de extrañar. Este probiótico natural, que puedes preparar fácilmente en casa, está lleno de nutrientes esenciales como el magnesio, calcio, vitaminas del grupo B y proteínas de fácil digestión.
Además, su efecto positivo en la salud intestinal y su capacidad para mejorar la digestión lo convierten en un alimento imprescindible para quienes buscan mejorar su bienestar de forma natural, especialmente, alcanzados los 50, cuando hay que prestar especial atención a los cambios en nuestro organismo.
El kéfir es una bebida fermentada que se obtiene al combinar leche (o agua) con un conjunto de bacterias y levaduras beneficiosas, conocidas como nódulos de kéfir o "búlgaros". Estos microorganismos descomponen los azúcares naturales de la leche, produciendo una bebida ligeramente ácida y efervescente, similar al yogur, pero con un perfil nutricional aún más completo.
El kéfir de leche es el más común, pero también existe el kéfir de agua, que se elabora con agua azucarada y ofrece una opción vegana y sin lactosa. Ambas versiones son excelentes fuentes de probióticos, que son bacterias buenas que ayudan a equilibrar la microbiota intestinal, clave para una digestión saludable.
Alto contenido en magnesio
Uno de los nutrientes estrella del kéfir es el magnesio, un mineral esencial para numerosas funciones corporales. Este interviene en más de 300 reacciones bioquímicas en el cuerpo, ayudando a regular la función muscular y nerviosa, los niveles de azúcar y la presión arterial, así como a la síntesis de proteínas.
Muchas personas no consumen suficiente magnesio en su dieta diaria, lo que puede llevar a síntomas como fatiga, calambres musculares e incluso ansiedad. Incorporar el kéfir en tu dieta es una forma deliciosa y fácil de aumentar tu ingesta de magnesio de forma natural.
Beneficios para la salud intestinal
El kéfir es especialmente conocido por su alto contenido de probióticos, que son microorganismos vivos que, al ser consumidos en cantidades adecuadas, benefician la salud intestinal.
Los probióticos del kéfir ayudan a restaurar y mantener el equilibrio de la microbiota intestinal, lo que puede tener un impacto positivo en la digestión, reducir la hinchazón abdominal y prevenir problemas como el estreñimiento o la diarrea.
Además, consumir kéfir de manera regular puede mejorar la absorción de nutrientes y estimular la producción de vitaminas esenciales, como las del grupo B y la vitamina K, lo que fortalece tu sistema inmunológico.
Otros nutrientes esenciales
Además del magnesio, el kéfir es rico en calcio, un mineral fundamental para la salud ósea, y en vitaminas del grupo B, como la B12, que es clave para el buen funcionamiento del sistema nervioso y la formación de glóbulos rojos.
También contiene fósforo, que ayuda a mantener los huesos y dientes fuertes, y triptófano, un aminoácido que favorece la producción de serotonina, la hormona responsable de regular el estado de ánimo y el sueño.
Este superalimento es una fuente completa de proteínas de fácil digestión, lo que lo convierte en una excelente opción para quienes buscan una alternativa saludable y nutritiva a otros lácteos más procesados.
Cómo hacer kéfir en casa
Una de las grandes ventajas del kéfir es que puedes prepararlo tú mismo en casa de manera sencilla. Lo único que necesitas son los nódulos de kéfir, leche (o agua, si prefieres la versión de kéfir de agua), y un recipiente de vidrio.
- Los nódulos de kéfir puedes comprarlos en tiendas especializadas o pedirlos a alguien que ya tenga. Los nódulos crecen con cada fermentación, por lo que muchas personas los comparten.
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Coloca los nódulos de kéfir en un frasco de vidrio limpio y añade la leche o el agua azucarada, dependiendo del tipo de kéfir que quieras preparar. Usa una proporción de 1 cucharada de nódulos por cada 250 ml de líquido.
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Deja fermentar. Cubre el frasco con un paño o una tapa suelta y déjalo reposar a temperatura ambiente durante 24 a 48 horas. Cuanto más tiempo lo dejes, más ácido será el resultado.
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Una vez que el kéfir haya fermentado, cuela los nódulos y guarda el líquido en la nevera. Puedes consumirlo solo o mezclarlo con frutas, miel o cereales.
El kéfir no solo es fácil de hacer en casa, sino que también ofrece una amplia gama de beneficios para la salud. Al ser una fuente natural de probióticos, magnesio, calcio y vitaminas, puede mejorar tu salud digestiva, fortalecer tu sistema inmunológico y proporcionarte energía sostenida a lo largo del día.
Además, su capacidad para reducir la hinchazón abdominal y regular el tránsito intestinal lo convierte en un aliado ideal para quienes buscan una digestión más suave y efectiva.