El ejercicio, junto con una dieta equilibrada, juega un papel crucial en el proceso de pérdida de peso. Tradicionalmente, actividades como correr han sido ampliamente reconocidas por su efectividad, gracias a su capacidad para quemar calorías y mejorar la salud cardiovascular. Sin embargo, existen entrenamientos que realizamos de forma habitual que podemos sustituir o complementar con otros para lograr lo que estamos buscando.
La sensación de desorientación al tratar de adelgazar es común, ya sea por la incertidumbre sobre qué ejercicios realizar en el gimnasio o por la falta de conocimiento sobre cómo empezar una rutina de ejercicio en casa. A menudo, esto lleva a optar por lo más sencillo y accesible, como es el caso de correr.
Correr regularmente puede ser tan beneficioso como accesible, y transformarlo en una rutina es una excelente manera de aprovechar sus beneficios para la salud. Sin embargo, para una pérdida de peso más efectiva y para acelerar el metabolismo, los expertos sugieren combinar el cardio con entrenamientos de resistencia, como el levantamiento de pesas. Este enfoque combinado no solo ayuda a quemar calorías de manera más eficiente, sino también a construir y tonificar la masa muscular, lo que puede incrementar el gasto energético del cuerpo incluso en reposo.
Tal y como explican lo expertos, pese a que el ejercicio de cardio como correr en la cinta quema muchas calorías, para acelerar el metabolismo se debe combinar con ejercicios de fuerza. La elección entre enfocarse en entrenamientos de pesas o cardio dependerá en gran medida de los objetivos personales, como el deseo de aumentar la masa muscular, además de perder peso. Este enfoque integrado no solo facilita la pérdida de peso de manera más efectiva, sino que también promueve una mejora general en la salud física, ofreciendo beneficios que van más allá de la simple reducción de peso y abarcando una mejora en la fuerza, la postura y la salud ósea.
El motivo por el que hacer pesas es mejor que el cardio
Si nuestro objetivo es perder peso y no estamos particularmente apasionados por actividades como montar en bicicleta, salir a correr o nadar, los entrenamientos de fuerza se presentan como la opción más efectiva. Ejercicios como las sentadillas, el peso muerto y el levantamiento de peso no solo incrementan el gasto energético, sino que también promueven un aumento en la masa muscular y la definición corporal.
A diferencia de los ejercicios de cardio, que tienden a desarrollar músculo principalmente en áreas específicas del cuerpo, el entrenamiento con pesas ofrece una variedad más amplia de ejercicios que permiten trabajar diferentes grupos musculares, desde sentadillas y zancadas hasta planchas y dominadas, ofreciendo un desarrollo muscular más equilibrado y completo.
Este tipo de entrenamiento tiene un impacto profundo en nuestro metabolismo y la regulación de la glucosa a través de dos mecanismos clave: el exceso de oxígeno consumido después del ejercicio (EPOC), que mantiene el metabolismo elevado quemando más calorías, y la mejora en la sensibilidad a la insulina, lo que facilita la absorción de glucosa por parte de las células. Al aumentar la masa muscular, nuestro cuerpo utiliza la glucosa más eficientemente, reduciendo así los niveles de azúcar en sangre, un beneficio particularmente notable después de comer.
Además, fortalecer los músculos mediante el levantamiento de pesas mejora la postura y la estabilidad general del cuerpo, reduciendo el riesgo de caídas y lesiones. Este ejercicio también beneficia la salud ósea, previniendo la pérdida de densidad ósea y disminuyendo el riesgo de osteoporosis y fracturas con el envejecimiento. A medida que fortalecemos nuestros músculos, también mejoramos nuestra tasa metabólica en reposo, lo que nos permite quemar grasa incluso cuando no estamos activos físicamente.
Aunque los cambios no sean inmediatos, entrenar con pesas mejora nuestro metabolismo con el tiempo, aumentando la cantidad de calorías que quemamos en reposo y durante la actividad, además de ofrecer beneficios integrales que van desde el fortalecimiento muscular y óseo hasta la regulación del azúcar en sangre y la mejora de la eficiencia metabólica. Por tanto, el entrenamiento de fuerza emerge como una estrategia fundamental para aquellos que buscan perder peso de manera efectiva y sostener una salud óptima a largo plazo.