Ghosting, breadcrumbing, hauting... tantos términos que ya forman parte de nuestro campo léxico. Todos remiten a fenómenos extendidos en el mundo de las relaciones de pareja y de ligue que, lamentablemente, pueden tener consecuencias graves en nuestro estado de ánimo y autoestima.
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Algunos, sin embargo, remiten a comportamientos menos agresivos que cabe identificar en cuanto antes. Uno de los que más ha dado que hablar es el llamado tuning. Este curioso término no solo está vinculado al mundo automóvil, también hace referencia a comportamiento que suele producirse al inicio de una relación amorosa.
¿En qué consiste?
Una persona hace tuning cuando una persona se interesa por otra, sin decirlo de forma directa. En este caso, la persona tiene la esperanza de que la relación se desarrolle de forma progresiva, sin ser demasiado obvia, siguiendo las pautas de ligue más tradicionales.
Este fenómeno se distingue del benching, que remite a la idea de "estar en el banquillo", es decir, estar en contacto con la persona, sin desaparecer, pero siempre a través de una comunicación breve y cortante, evitando un compromiso más fuerte. En el caso del tuning, la persona sí está interesada, pero prefiere ser discreta.
¿Por qué se produce?
Timidez o desconfianza. Aunque la situación pueda resultar positiva durante una temporada, también puede convertirse en una pesadilla para la persona afectada si pasa demasiado tiempo sin que se aclare la situación.
Es asimismo fundamental diferenciar inseguridad y desinterés, ya que puede dar lugar a situaciones conflictivas a nivel emocional. Si deseas tener una relación y te importa la persona con la que estás hablando, ten en cuenta que puede acabar creyendo lo contrario. De igual manera, si crees que te están haciendo tuning, nunca es demasiado pronto para averiguarlo.
¿Cómo identificarlo?
Si crees que lo estás sufriendo, ten muy en cuenta algunas señales. Pese a que la persona no admita claramente su atracción, sí pueden delatarle algunos detalles como la mirada (la pupila dilatada puede demostrar atracción, según confirmaron varios estudios), el acercamiento físico (la persona interesada siempre intenta acercarse físicamente e incluso buscar el contacto) o la necesidad de conversar.
Varios estudios demostraron asimismo que algunas señales sutiles también pueden ser claves: el tocarse el pelo, orientar su cuerpo hacia la persona de forma inconsciente, escuchar todo lo que comenta, reírse o sonreír sin darse cuenta o ponerse excesivamente nervioso, son solo algunas de ellas.
Si no deja de hablarte, se preocupa de forma sincera y haz todo lo posible para seguir viéndote, no tengas dudas, esta persona está interesada. Igualmente, sé prudente ya que algunas señales pueden ser equivocadas: algunas personas tienden a ser táctiles o preocuparse de forma amistosa, sin que sea una prueba de interés sentimental.
Sea cual sea la situación en la que te encuentres, actúa en el momento el que notes malestar y nunca dudes en consultar un experto. Nunca puede ser sinónimo de ansiedad.