Una ruptura de pareja es un momento psicológico especialmente doloroso, precisamente porque supone, tanto para quien deja como para quien es dejado, la pérdida de una persona y de un proyecto común por el que se había apostado. Todos esos planes de futuro, viajes, planes de familia, recuerdos e ilusiones con la persona se quedan a un lado y esto sin duda es un proceso complicado de gestionar.

Aunque como seres humanos, no dejamos de vincularnos una y otra vez con más personas como una manera innata de sobrevivir, lo cierto es que la pareja es uno de los vínculos más importantes. Es por esto precisamente por lo que una ruptura amorosa supone un proceso dramático y doloroso tras el que es necesario recuperarse con un duelo.

Un proceso de duelo que para unas personas será más o menos complicado o más o menos largo, pero que es necesario atravesar para poder volver a estar bien. Precisamente sobre ello, hemos hablado con la psicóloga experta Zara Díaz que da las claves para superar este proceso de la mejor manera posible.

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¿Cómo gestionar el duelo?

Existen diversas formas en las que puede producirse una ruptura amorosa. Esta puede ser de mutuo acuerdo o no. En cualquiera de los casos, la manera de afrontar ese duelo será totalmente diferente y especialmente más dura cuando la decisión sea solo de una de las personas. Es en este último supuesto cuando según esta experta el malestar, la frustración o las dudas pueden ser aún más intensos.

Según la psicóloga "para la persona que deja la relación, lejos de lo que habitualmente se piensa, el duelo también puede ser muy doloroso debido a que también tiene que lidiar con el dolor que cree que ha provocado en la otra persona, con los sentimientos de culpa, con la duda sobre si la decisión es la correcta o no… "

Por el contrario, explica Díaz, "cuando la ruptura es un acuerdo entre las dos personas, en esa situación suele existir una mayor seguridad en ambas personas de que la decisión tomada es la acertada. Aunque esta situación no suele ser la más habitual, cuando ocurre facilita mucho las cosas porque aumenta la probabilidad de que en un futuro esas dos personas puedan mantener una buena relación de amistad o del tipo que sea ya que no llega a producirse una pérdida completa en esos casos", aclara.

En cambio, cuando no es de mutuo acuerdo, la experta tiene claro que "lo más probable es que la persona que no ha tomado la decisión decida distanciarse o cortar la posible relación de amistad que pudiese surgir posteriormente porque no deja de tener un dolor añadido que tiene que curar, en ocasiones distanciándose emocional y físicamente de la otra persona".

Pero, aunque la persona que es dejada aparentemente puede sufrir más en un primer momento, advierte que "la realidad es que al no estar en su mano la decisión no tiene esos dolores añadidos de la culpa, de la duda sobre '¿Y si me equivoco?'. En cambio tiene el dolor de que alguien a quien quería no quiere estar con ella. Aquí influye mucho la autoestima que tenga la persona que es dejada. Si cuenta con una autoestima sana, es más probable que el duelo lo pueda resolver de manera más sencilla y rápida. Siempre que añadimos un dolor secundario al dolor que es inevitable las cosas suelen complicarse más".

¿Cómo influyen las redes sociales e Internet?

Cada vez más, la tecnología y las redes sociales forman una gran parte de nuestro día a día y su influencia puede afectar a ese proceso de duelo más de lo que imaginamos: "La tecnología y las redes sociales pueden perjudicar la correcta resolución del duelo precisamente porque tendemos a utilizar mucho la tecnología como manera de evitación".

"A menudo utilizamos el uso del móvil, la televisión o las pantallas en general para evitar estar y lidiar con nuestros sentimientos y nuestro dolor. Pero la realidad es que son esos momentos con nosotros mismos los que hacen que la curación pueda producirse primero. Es como si alguien tiene una herida y no dedica el tiempo suficiente para curarla o tiene una gripe y no hace el reposo necesario para dejar que tu sistema inmune trabaje, en cualquiera de los casos estarás alargando aún más ese proceso de curación”, explica Zara Díaz.

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A esto hay que añadir también la 'falsa realidad virtual' que a menudo nos venden este tipo de plataformas: "También se añade el consumo muchas veces excesivo que se hace de redes sociales como Facebook, Instagram, TikTok… Redes en las que a menudo podemos ver a otras parejas en situaciones felices o casi idílicas a menudo alejadas de la realidad y en las que uno se puede llegar a focalizar más".

Para la psicóloga "toda esta falsa realidad virtual también perjudica la resolución del duelo. Algo que por el contrario sí ayuda y mucho a resolver ese duelo es el tiempo de introspección, el tiempo con uno mismo, el tiempo dedicado a la escritura terapéutica (escribir sobre lo que estamos viviendo), la meditación, el tiempo en la naturaleza… Todo ello ayuda mucho a resolver estos conflictos".

¿Cuánto dura un duelo tras una ruptura?

Desde un punto de vista psicológico, una ruptura amorosa implica un proceso de duelo que puede llegar a ser mayor o menor en función del tipo de ruptura, de cómo se produzca y por supuesto también de cómo se gestione, pero lo cierto es que aunque "existe un tiempo mínimo necesario para superar cualquier tipo de duelo, también es verdad que muchas veces se alarga excesivamente por la resistencia de la persona al dolor. Si aceptamos nuestro dolor y aceptamos los sentimientos como vienen y nos permitimos acogerlos en nuestro interior, es más fácil que ese duelo se resuelva de manera más sana y más rápida”, remarca.

La experta explica que "sin embargo, si recurrimos a la evitación de sentimientos, de situaciones, de lugares, de personas (evitación tanto cognitiva como conductual) alargaremos el duelo. Otro aspecto que también puede llegar a alargarlo es no contar con una red de apoyo o el no contar con otras alternativas. Esto quiere decir, que si por ejemplo hablamos de parejas que vivan excesivamente implicadas la una con la otra renunciando a sus amistades y su vida social; esas parejas en el momento que ocurra una ruptura se verán muy solas y aisladas".

"Pero si por el contrario, el resto de áreas de la persona están equilibradas, tienen aficiones, hacen deporte, llevan un estilo de vida sano, respetan sus espacios…, entonces esas parejas van a resolver el duelo de manera mucho más rápida y sencilla. También es necesario tener claro que mientras la persona dejada no acepte la situación y no haga frente al dolor, ese duelo puede extenderse de manera indeterminada e indefinida en el tiempo prolongándose durante muchos años o incluso durante toda la vida de una persona en los peores casos", concluye.

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Pero, ¿qué ocurre si una persona que está atravesando un duelo tras una ruptura conoce a otra y decide comenzar de seguido una nueva relación? ¿Hablamos entonces de una extensión del duelo o este puede llegar a gestionarse incluso con una nueva pareja de por medio?.

Para Zara Díaz, "este es sin duda uno de esos grandes mitos sobre el duelo tras la ruptura porque sí es posible curar un duelo dentro de otra relación. Eso sí, siempre y cuando el duelo se esté asumiendo de una manera sana y respetando sus tiempos de manera paralela o incluso con ayuda de la nueva persona compartiendo el dolor que ambos puedan sentir".

Pese a lo que se pueda pensar, "realmente no tenemos por qué estipular el esperar un año o dos para conocer a una persona nueva, puede surgir que incluso la sanación se produzca dentro de la nueva relación. Pero si por el contrario, se utiliza a la nueva persona como manera de contrarrestar la soledad que se siente, como parche, o manera de tapar otra herida, entonces sí puede ser perjudicial”, advierte.

Claves para gestionar el duelo

  1. Deja espacio para el dolor

    Dedica parte de tu tiempo a estar contigo y a enfrentarse a ese dolor por la pérdida. Pero ese tiempo contigo misma no tiene porque estar alejado de disfrutar de otras actividades. Puedes aprovechar para pasar tiempo contigo en la naturaleza, meditando, escribiendo sobre lo que sientes o simplemente reflexionando en un lugar en el que te sientas agusto.

    Es necesario trabajar mucho para poder estar con ese dolor que surge. La manera de poder curar el dolor de una ruptura, no es otra que acoger el dolor que sentimos, no como un incordio o una molestia, sino como la estrategia que necesita nuestro organismo para adaptarse a la nueva realidad y para integrar en la memoria eso que ha ocurrido.

    No significa borrar, sino aceptarlo como una parte más de nuestro pasado y ver cómo todo ese dolor nos enriquece como personas y nos hace tomar en el futuro mejores decisiones ante la elección de una futura pareja.

  2. Llena tu vida de actividades

    Llenar tu día a día de actividades, deporte, manualidades, horas de lectura, aficiones, quedadas con amigos… Es una buena forma de motivarte con otras áreas de tu vida, pero esto no quiere decir que debas practicar la evitación. Puedes combinar todo ello con la aceptación del dolor y el tiempo contigo misma.

  3. Apóyate en tus amigos y familia

    Hablar del tema con tus amigos, familia e incluso con tu psicólogo o psicóloga puede ayudarte a aliviar ese dolor, pero intenta también dejar espacio para hablar de otras cosas y no centrarte todo el tiempo en el mismo tema.



  4. ¿Cómo están el resto de áreas?

    Además de reflexionar sobre la ruptura y enfrentarte al dolor, es importante que también te enfoques en cómo están el resto de áreas de tu vida. Pregúntate si estás agusto con tu trabajo, con tu autocuidado, con tus hábitos, tu estilo de vida, tus aficiones… Si algo no te gusta o no te satisface, es el momento de cambiarlo y adaptarlo a lo que necesitas.

Deja espacio para lo nuevo

"Cuando algo se acaba, deja espacio para que otras cosas nuevas y maravillosas puedan surgir, eso siempre y cuando nos permitimos asumir el dolor que nos provoca eso que se acaba", explica esta experta.

"De no hacer esto, al final no estaremos realizando ese duelo correctamente y será como si nuestro corazón quedara de alguna manera ocupado y no dejara espacio para que lo nuevo florezca. Es importante ser conscientes de que realizar un adecuado y sano duelo hace que nuestro corazón, no solo se libere, sino que pueda incluso ser aún más grande, más intenso y pueda incluso amar de otra manera mucho más sana", finaliza.