Veinte años en la Casa Real y diez como reina consorte de España, que se cumplen este miércoles 19 de junio, pues en ese día de 2014 Felipe VI fue proclamado Rey en las Cortes Generales. Entonces empezó un nuevo capítulo para la monarquía… y para Letizia Ortiz. La subida al trono del único hijo varón de Juan Carlos I cambiaba para siempre el rol de su esposa y también su agenda institucional.
La primera plebeya en la corte de nuestro país afrontaba entonces un gran desafío: sustituir a doña Sofía en el cargo, una reina de sangre real, totalmente entregada a la corona como cumplimiento de la misión que le deparaba el destino. Y ha sabido seguir su legado, dándole un toque personal y modernizando tanto la hoja de ruta como la puesta en escena. Es la monarquía estilo Letizia.
Ante de su llegada al trono, la entonces Princesa de Asturias cumplió a la perfección con su cometido con más de 1.500 actos oficiales, 73 viajes al extranjero y 86 discursos. Entonces, diseñaba su agenda codo con codo con Jaime Alfonsín, jefe de la Secretaría de Su Alteza Real el Príncipe de Asturias. A partir de 2014, junto a su mano derecha, José Manuel Zuleta.
Causas sociales y feminismo
En esta década como consorte, Letizia ha centrado sus esfuerzos en causas sociales que abanderan su línea de trabajo como la salud mental, las enfermedades raras, la defensa de los derechos de la mujer y el apoyo al deporte femenino, entre otros temas.
Sin olvidar el importante giro de guion que le ha dado a uno de los roles que heredó de su suegra: los viajes de cooperación, que comenzó en 2015 con paso tímido y que con el trascurrir de los años ha convertido en uno de los pilares de su agenda. Les ha imprimido carácter propio, llevando su chaleco rojo de cooperante como bandera y prescindiendo de artificios para conocer sobre el terreno la realidad de países de África y Latinoamérica.
Nada de boato en sus visitas (salvo en los primeros viajes), desde 2019 se mimetiza con la causa y prepara personalmente con su equipo la hoja de ruta a seguir. Lo hemos visto recientemente antes de partir hacia Guatemala, el destino de su último viaje, cuando se reunió con las personas que la acompañarían perfilando todos los detalles.
Entre ellas, la nueva jefa de su Secretaría, María Dolores Ocaña, la primera mujer en el cargo, un nombramiento que se producía el pasado mes de abril, convirtiéndose en todo un hito y que acentúa el sentido feminista del reinado de Letizia. Preocupada por la lacra de la violencia machista y por la situación de los menores que viven en ella, la madre de Leonor y Sofía obtuvo el Premio de Reconocimiento a la Personalidad más destacada en la erradicación de la Violencia de Género en 2019.
Su discurso no pudo ser más elocuente: "Nuestro pensamiento es también para los menores, los niños, víctimas, a veces mortales, a menudo huérfanos, de una violencia que tenemos que seguir combatiendo y enfrentando con todas las herramientas que nos permita, por un lado, el Estado de derecho y, por otro, la educación".
También mencionó a "todas las personas que cada día, de un modo callado, esforzado y con recursos limitados, ayudan, aconsejan, curan, animan, atienden, escuchan, asesoran, reconfortan y consuelan a quienes sufren violencia doméstica y de género".
El empoderamiento de la mujer y la búsqueda de la igualdad están muy presentes en sus palabras y en sus hechos. Su vestido confeccionado por APRAM, que trabaja para prevenir y erradicar la explotación sexual y la trata de seres humanos, y palabras como estas lo demuestran. "Cada niña nacida en cualquier lugar del mundo debería tener la posibilidad de elegir lo que quiere en la vida porque es maravilloso ser mujer… o al menos debería serlo", dijo en 2021.
Una nueva manera de comunicar
Son precisamente los discursos de Letizia los que hacen de ella una reina moderna, a veces trasgresora, con un estilo muy diferente al de la Emérita Sofía, que representa la nueva monarquía. Los pronuncia con soltura, sin leer ni equivocarse, rapeando si es necesario, como hizo en el Día de la Salud Mental en 2023. No hay discusión, la Reina pone el mundo a sus pies y ocupa titulares internacionales por su buen hacer.
El apoyo al deporte femenino también es una de sus aportaciones. Nadie olvida el gol que marcó en favor de la Corona durante el mundial de Sídney que convirtió a la selección española de fútbol femenino en campeonas. Letizia bajó al campo, saltó con las jugadoras y levantó la copa. Este 2024, además, ha retomado una cita importante, su presencia en la final de la Copa de la Reina.
Un estilo diferente y sus hijas como prioridad
También hay que destacar el increíble uso que la esposa de Felipe VI ha hecho de la moda en su imagen pública. Convertida en la mejor embajadora de las marcas made in Spain promociona el talento patrio, envía mensajes de solidaridad y sostenibilidad con sus prendas y rompe con las reglas establecidas atreviéndose con tendencias poco regias como las aberturas.
Pero si hay algo que caracteriza a Letizia como reina y la hace diferente es su firme tarea en proteger la privacidad e intimidad de sus dos hijas, Leonor y Sofía, incluso por encima de su labor institucional. Las apariciones de la heredera y su hermana son contadas y siempre vigiladas por ella, las educa de manera completamente igualitaria pese al distinto puesto que ocupan en la monarquía, y no quiere que se mezclen en eventos reales de tiaras y vestidos largos. Lo importante es su formación, que ella y Felipe VI han diseñado de manera conjunta.
Como confesada recientemente en una entrevista con Magas la periodista experta en Casa Real, Silvia Taulés: "Los Reyes harán lo posible para que la heredera llegue al trono y su hermana esté protegida. Además, Letizia siempre las ha querido educar por igual y no quiere que una tenga unos privilegios o unas obligaciones y la otra no. Incluso no me extrañaría nada que Sofía terminara haciendo un curso militar también".
En resumen, en estos diez años de reinado, Letizia encarna "un ejemplo del nuevo rol de la mujer en la monarquía", como dice explica Moisés Ruiz, experto en Liderazgo y Comunicación. "Desde el minuto uno quiso crecer en su rol de Reina marcando su estilo propio, su personalidad. Es consciente de la nueva era audiovisual, de lo importante de su presencia en eventos. Podría ser perfectamente una reina influencer porque ha entendido lo que se espera y lo que puede dar una reina a la corona y a la nación", termina diciendo.