Eliana Ortega, la mujer que se ha hecho rica quitando piojos: "¡Más de 2.000 euros al día!"
Tras vivir en un sótano sin cocina, esta ecuatoriana ha conseguido fundar su propia empresa de eliminación de piojos y comprarse la casa de sus sueños.
2 septiembre, 2024 11:05Desde niñero de osos panda hasta probador de colchones, existen miles de profesiones diferentes y, por muy extrañas que parezcan a priori, son todas igual de necesarias. Para demostrarlo, el equipo de Magas trae el ejemplo de Eliana Ortega, una exterminadora de piojos cuya historia no dejará indiferente a nadie.
Ser exterminador de piojos puede parecer algo desagradable al principio. Pero, ¿a caso sabes que hay quien gana hasta 2.500 dólares al día realizando dicha tarea? Esta es Eliana Ortega, una mujer ecuatoriana que viajó a Nueva York para cumplir el sueño americano, pero que acabó viviendo en un sótano y sin dinero porque no encontró trabajo.
A ella, los piojos le salvaron la vida: tras descubrir esta profesión tan peculiar, solo tardó un par de años en conseguir dinero suficiente para saldar todas sus deudas, comprarse la casa de sus sueños en La Gran Manzana y pasar tranquila junto a su hija la vida que siempre había deseado; aunque en sus planes no entrara limpiar de piojos las cabezas de miles de personas. Ahora, Eliana Ortega es la mejor exterminadora de estos parásitos de Nueva York, y cientos de personas reclaman sus servicios mensualmente.
Exterminadora de piojos
Antes de convertirse en la mejor en lo suyo, Eliana pasó una época de penurias cuando se mudó a Nueva York: no tenía trabajo, dinero ni casa y, con el tiempo, empezó a sentir soledad e inseguridad: ¿había tomado la decisión correcta al mudarse a La Gran Manzana? Sí. Todas sus dudas se disiparon el día que encontró una empresa de tratamientos para eliminar los piojos. Ese momento fue para ella un renacer.
Por aquel entonces, trabajaba en un restaurante y en el aeropuerto, aunque su deseo era dejar esos dos puestos para dedicarse íntegramente a quitar piojos. "Siempre estaba pensando en que, por favor, algún cliente tuviese piojos y contactara conmigo. Cuando me llamaban faltaba a mis otros dos trabajos arriesgándome a que me echaran, pero con un cliente de piojos ganaba lo mismo que con los otros dos trabajos juntos en tan solo una semana", admite Eliana Ortega. Y así fue como, poco a poco, se ganó la confianza sus clientes hasta dejar el trabajo en el restaurante y en el aeropuerto.
Eliana Ortega: "Quitar piojos en Nueva York es una industria millonaria. He facturado hasta 2.500 dolares diarios"
"Es ahí cuando todo cambió para mí. Me convertí en una experta en eliminación de piojos. En seguida me di cuenta de que quitar piojos en Nueva York es una industria millonaria. He llegado a ganar unos 2.500 dólares al día", explica Eliana Ortega, quien ya ha ahorrado lo suficiente para comprarse la casa de sus sueños en Nueva York. Inmediatamente, decidió emprender y crear su propia empresa, y la llamó Larger Than Lice. "Fue una oportunidad para enseñarle a mi hija a soñar en grande y ser una mujer fuerte y valiente, pero sobre todo independiente, para que nunca dependa de ningún hombre", confiesa la ecuatoriana.
Larger Than Lice
"Soy la experta exterminadora de piojos número uno en Nueva York", comenta. Su compañía ha atendido ya a más de 15.000 clientes particulares en el área metropolitana de Nueva York, y alrededor de 700 escuelas.
Entre sus servicios, Larger Than Lice ofrece visitas domiciliarias para efectuar la detección de piojos, así como el tratamiento y la eliminación de estos. La tarifa por el diagnóstico son 155 dólares por cabeza. En el caso de aplicar el tratamiento, el presupuesto oscila entre los 165 y los 265 dólares. Además, cabe destacar que el presupuesto va en función de la longitud del cabello a tratar. La empresa de Eliana Ortega también visita colegios para examinar a los alumnos y docentes.
Y, para dar un servicio integral, Larger Than Lice también realiza charlas y cursos para capacitar al personal docente sobre las medidas preventivas básicas y desmentir alguno de los mitos que envuelven la vida de estos parásitos. De hecho, Eliana también ha publicado un libro, titulado Let's Talk Lice (en castellano, Hablemos de piojos), en el que explica las estrategias y métodos que utiliza para eliminar a estos incómodos acompañantes.
Un día como 'piojera'
En su día a día, Eliana visita al menos un par de domicilios para aplicar el tratamiento anti piojos. Los clientes contactan con ella a través de su página web, y agendan una cita. "A veces me llaman diciendo que tienen piojos y no los tienen. Puede ser caspa, alergia u otras dolencias. Les tomo el diagnóstico por teléfono y les pido que me describan los síntomas", explica Eliana Ortega. Después, si prevé que puedan ser piojos, va a su casa para aplicarles el tratamiento.
Para la erradicación de los parásitos, Eliana utiliza productos naturales, seguros y no tóxicos. Además, son necesarios varios tipos de cepillos y peines, y una luz especial para mirar el cuero cabelludo de manera detallada. Con estos utensilios, va organizando el pelo en diferentes secciones para que no se le escape ningún piojo o liendre a la hora de aplicar el tratamiento.
"Ahora considero que soy una mujer feliz. Me siento agradecida, pero me gustaría tener más tiempo libre para disfrutar de mi casa nueva, de mi familia... Eso me entristece, pero no me roba la felicidad de mi vida", afirma. Además, todavía mira con recelo aquellos tiempos en los que Eliana no tuvo una vida tan acomodada como ahora, pues tuvo que trabajar mucho para fundar su propia empresa. Todo empezó con un sueño, su gran sueño americano.
"Era mi sueño americano"
"El 16 de julio de 2014 tomé la decisión más importante de mi vida: renunciar a mi puesto como ejecutiva de seguros en Quito y abandonar mi país natal para irme a vivir a Nueva York", dice Eliana. Y así fue. Ese 16 de julio su destino cambió para siempre: dejó a toda su familia y sus amigos para vivir "el sueño americano".
Todo comenzó cuando ella tenía nueve años y, un buen día, su prima neoyorquina viajó a Ecuador para visitar a la familia. "Cuando la vi llegar, pensé que la habían sacado de una película de Disney. Recuerdo que me llamó la atención el olor de su ropa, porque la ropa americana tenía otro olor", dice Ortega, pensativa. Y al día siguiente, cuando asistió a la escuela, lo primero que hizo fue preguntarle a su maestra dónde estaba la ciudad de Nueva York en el mapa del mundo.
"En Ecuador lo tenía todo, pero no era feliz. Sentía un vacío enorme y sabía que no quería estar ahí. Desde que vi a mi prima, tuve claro que quería cumplir mi sueño", comenta. Y centró todos sus esfuerzos en conseguir un visado para entrar a Estados Unidos, aunque pronto se diera cuenta de que no sería tan fácil como pensaba en un principio. De hecho, estuvo casi siete años intentando entrar en el país.
A EE.UU. por amor
Cumplir el sueño americano era la mayor ilusión de Eliana. Sin embargo, había otro tema que le alegraba el alma: el amor que sentía hacia un chico que vivía en Estados Unidos. "Parte del deseo de mudarme fue que estaba enamorada. Tenía una relación a distancia, así que mi novio y yo ideamos un plan para estar juntos en Nueva York", explica. Ese plan del que habla era, por supuesto, ilegal. Se basaba en que ambos se encontrarían en Toronto (Canadá), y desde ahí cruzarían la frontera estadounidense, arriesgándose a ser detenidos por las autoridades americanas.
"En Estados Unidos la vida de una persona ilegal es muy diferente a la de una persona con documentos. Trabajé y viví de forma ilegal"
Consiguieron su objetivo. "Lo primero que hice en Estados Unidos fue hacer el amor, porque en ese momento sentíamos mucha adrenalina", confiesa Eliana. Sin embargo, toda esa vorágine de emociones no duró mucho, por lo que se separaron a los cuatro meses.
"Mi primera estancia en Nueva York no fue el cuento de hadas que yo pensaba. Al final no me quedé allí con mi novio, sino que regresé a Ecuador. En Estados Unidos, la vida de una persona ilegal es muy diferente a la de una persona con documentos. Yo trabajé y viví de manera ilegal", explica Eliana Ortega.
Emprendedora y madre soltera
A pesar de haberlo pasado francamente mal en su primera experiencia en 'la ciudad que nunca duerme' y volver a su país de origen, Eliana siguió persiguiendo su ideal y, años más tarde, decidió volver a intentarlo. Fue entonces cuando, acompañada por su hija de ocho años, lo dejaron todo y volaron a La Gran Manzana, pero esta vez de forma legal.
"Me endeudé para vivir en Nueva York, algunos días no comía para que mi hija pudiese hacerlo"
"Conseguí el visado tras siete años de intentos fallidos. Cuando llegué a Nueva York, no tenía un plan, ni dinero, ni trabajo, ni hablaba inglés", explica. Por no tener, no tenía ni casa, así que estuvieron viviendo en un viejo sótano sin cocina que les ofreció su prima neoyorquina. "No podía pedir nada más, había vendido todo lo que tenía y me había endeudado para tener dinero suficiente y poder vivir en Nueva York", recuerda.
Durante ese tiempo, pasó momentos muy complicados: el dinero que llevó consigo no era infinito, así que poco a poco se fue agotando. "Había días que me quedaba sin comer para que mi hija pudiera hacerlo", explica. Además, los trabajos que conseguía eran muy precarios, cobrando menos del salario mínimo: "Empecé trabajando en la limpieza de oficinas, y ganaba ocho dólares la hora, cuando el salario mínimo eran 11. También trabajé de camarera, y cobraba menos aún, cinco dólares la hora".
Sea como sea, todo aquello mereció la pena: ahora tiene lo que deseaba con 9 años y su gran sueño americano se ha hecho realidad. Aunque, como afirma Eliana, todavía tiene muchas metas por cumplir y no va a parar hasta que las consiga. De momento, seguirá esforzándose por ser la mejor en una de las profesiones más peculiares: exterminadora de piojos.