Las nuevas directoras milenials: “Los hombres compiten entre sí, nosotras cooperamos"
El Goya a mejor dirección novel lleva seis años en manos de jóvenes directoras, una comunidad de amigas que se apoyan y colaboran entre ellas.
18 marzo, 2024 01:51Con solo 35 años, Carla Simón fue la primera directora española en ganar el Oso de Oro de Berlín, en el año 2022. Clara Roquet, Pilar Palomero, Belén Funes son las que han ganado en los últimos años los Goya. Elena Martín Gimeno en 2023 ganó en la quincena de los realizadores de Cannes, el premio a Mejor Película Europea con Creatura. Estíbaliz Urresola acaba de ganar el Goya a Mejor Dirección.
Estos son solo algunos de los nuevos nombres destacados en las direcciones de cine español, entre los 28 y los 40 años. A partir de 2018 cada una de estas jóvenes directoras de cine consiguió subir un escalón de la fama, dándose la vuelta para dar la mano a la otra. Se creó, así, mucho más que un simple auge de cineastas, sino más bien una comunidad de mujeres que se apoyan.
"Veníamos de un lugar muy competitivo, el trabajo entre los cineastas se basaba en la competición. Lo que nosotros hemos conseguido es verlo como un acto de cooperación, de comunidad para poder ayudarnos y estar presentes en los procesos de las otras", cuenta a EL ESPAÑOL Belén Funes, ganadora del premio Goya a Mejor Dirección Novel por La hija de un ladrón, en 2020.
Según el último informe de la Asociación de Mujeres Cineastas y de Medios Audiovisuales (CIMA), en 2010 solo un 9% de las mujeres eran directoras en España. En 2022 la cifra ha aumentado hasta el 24%. Sin embargo, 'todavía no somos iguales' es un lema que filtra todos los logros. Porque la verdad es que todavía no somos iguales. En 2022 las mujeres representaban un 37% en el cine, mientras que los hombres un 67%. Las cifras siguen estando en desequilibrio.
"Las cosas están empezando a cambiar, pero no tenemos los mismos derechos que tienen los hombres. Por eso, es tan importante que la igualdad se base en leyes", afirma Cristina Andreu, presidenta de la asociación CIMA que trabaja desde hace catorce años para cambiar la ley.
"La clave de todo está no solamente en formar parte de tu proceso, sino en conseguir estar en los proyectos de las compañeras cineastas también", afirma Belén. Estas mujeres se dieron cuenta de que necesitaban un apoyo mutuo. Se han convertido en la voz de una generación que habla de la vida según la mirada de las mujeres. Están empezando a coger el control de su propia narrativa para que el público no se pierda una parte importante del relato.
Una comunidad de amigas
Durante los últimos 15 años se ha formado un ejército de directoras, productoras y asociaciones que, mirando atrás, veían que no había mujeres de relevo en el ámbito del cine. Así, decidieron ponerse juntas. Isabel Coixet, Icíar Bollaín, Lola Salvador, entre otras, tomaron conciencia de que la industria tenía una inercia de credibilidad masculina y montaron una asociación de mujeres de todas las profesiones.
"Para mí lo de la ola es solo un nombre que le ha buscado la crítica, es un movimiento, sí, pero en el fondo no es más que unas mujeres intentando ayudarse". Clara Roquet, Carla Simón, Pilar Palomero, Belén Funes no son solo cineastas, entre ellas son amigas, comparten un espectro vital.
Muchas de ellas se conocieron en las escuelas de cine que fueron un punto de apoyo fundamental."Allí te enseñan que tienes las mismas oportunidades que todo el mundo". Han crecido en un ecosistema en el que todos están alejados de esa idea de la directora o el director solitario. Ahora comparten rodajes, script, direcciones de películas. "El otro día vino Elena Martín a ver el corte de la película que estoy montando, para darme su opinión, echarme una mano", cuenta Belén.
Sin embargo, más allá de las películas, las jóvenes directoras se conocen a fondo, conocen sus luces y sus sombras y, como cualquier amiga, se ayudan a vivir. Gracias a esta unión han podido abrir terreno a las mujeres en el cine.
Una nueva manera de hacer cine
"En principio, no sabía qué quería escribir. Fue más tarde, rodeándome de amigas, en un entorno que sentía que podía trabajar desde la colaboración y desde un sitio más horizontal donde me atrevía a dirigir y me empezó a gustar". Así cuenta a EL ESPAÑOL Clara Roquet. Existe otra forma de hacer cine, de entender la dirección desde otra versión más colectiva. "Descubrí que había otra forma de dirigir posible, que no era tanto de la autoridad, no era tan patriarcal, que era más de compartir e ir desde la duda también".
El discurso de Estíbaliz Urresola en los Goya fue determinante, muestra una cara humana detrás del telón del cine que hasta ahora no se había mostrado. "Cada vez somos más, tenemos más fuerza para decir que se acabó". Estíbaliz Urresola ha logrado quince nominaciones en los Goya, marcando el récord. En su discurso insistió también en la importancia de cambiar el lenguaje, intentar eliminar del léxico esa dialéctica belicista de los vencidos y los vencedores en todos los anclajes de esta industria.
"El lenguaje está estrechamente relacionado con un lenguaje bélico y que tiene que ver con hablar de la batalla, la lucha, estar en la trinchera, pelear, triunfar, arrasar, vencer. Y creo que al final eso nos va penetrando a toda la sociedad y creo que hace flaco favor y más en una disciplina".
Estíbaliz Urresola
El poder de las leyes
El cine español, ahora mismo, es uno de los cines más igualitarios. Cristina Andreu, presidenta de la Asociación CIMA, explica a EL ESPAÑOL que "sin igualdad no se puede medir el talento". La asociación se creó en 2010 de las manos de Cristina e Isabel Coixet para reivindicar la presencia femenina en el cine. "Hemos conseguido lo que somos, trabajando mucho y sabiendo que lo que tenemos que hacer es cambiar las leyes".
Gracias a la Ley de Comunicación Audiovisual del 2022, el 30% de los proyectos tienen que estar dirigidos por una mujer. Esto hizo posible el incremento de las políticas de ayudas públicas, que han favorecido la igualdad a través del sistema de puntos. "Necesitamos que siga vigente porque este sistema de cuotas lo que quiere llevar a cabo es una reparación histórica en la que las mujeres, pues no podían acceder a los puestos de trabajo", explica Cristina.
España es el país que tiene más cuotas y más ayudas para las mujeres. Pero, "no hemos llegado a la igualdad aún y creo que es peligroso a veces hacer parecer que sea así", afirma con miedo Clara Roquet. Esta gran ola solo demuestra que las cosas están cambiando demasiado lento. Prueba de esto son los recientes casos que ha habido de depredadores sexuales.
"Lo que se está exigiendo ahora es que podamos manejar los mismos presupuestos que los hombres. Yo tengo que cobrar lo mismo que un hombre", reivindica Belén. Todavía faltan presupuestos igualitarios, becas para las escuelas de cine para mujeres, protocolos anti-discriminatorios y anti-acoso en los rodajes. Falta tiempo, falta espacio.
*Angelica Francesca Rimini, autora del reportaje, es alumna de la primera promoción 2023-2024 del Máster de Periodismo de EL ESPAÑOL/UCJC.