Lorena Maldonado, periodista: "Esta vocecita dulce ayuda a suavizar preguntas punzantes"

La firma de Lorena G. Maldonado se pasea por las secciones de este periódico a su aire, pero sin sigilo, porque no hay titular en sus entrevistas que pase desapercibido. Sentarse ante la malagueña es un reto, pero hace unos meses fue ella quien lo hizo en calidad de entrevistada frente a Cruz Sánchez de Lara y Charo Izquierdo, las voces que presentan Arréglate que nos vamos, el pódcast de Magas de EL ESPAÑOL. 

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En la segunda entrega del programa, la comunicadora esboza sin pretenderlo el perfil del entrevistador comprometido. El de "vocación de servicio", una cualidad que le viene enseñada no de las aulas sino de un bar familiar en Málaga. Sin filtros, pero capaz de conquistar a personalidades tan distintas como Mala Rodríguez o el propio José Luis Martínez-Almeida.

"No sé cuánto tiempo voy a poder hacerme la tonta porque los años van pasando, pero es verdad que esta vocecita así, un poco dulce, ayuda a suavizar preguntas más punzantes". Consciente de que esa máscara de inocencia puede confundir a la gente, Maldonado advierte algo: nunca la veremos titular con un "Este es mi disco más personal hasta la fecha". 

Una periodista exigente

"El periodismo fofo, así como de prosa laxa, me aburre", confiesa. "A mí lo que me interesa es la intimidad. En las columnas siempre procuro decir algo que me lleva a arriesgar, ir algo más allá". Y eso mismo, cuenta en el programa, es lo que pide de sus entrevistas. Aunque, en realidad, matiza, no pide nada que ella misma no se preste a dar en un ejercicio de arriesga y gana en el que se involucran sus invitados, pero también ella misma.

"No dejo a nadie solo en el barro, yo también estoy en el ajo y participo en esas conversaciones sin hacer trampas. No quiero exponer a nadie sin exponerme a mí misma", cuenta. Antes de dedicarse al oficio periodístico fue una ávida devoradora de letras y de la prensa tradicional, en la que echaba en falta que se hablara más de lo que verdaderamente mueve a todo ser humano: las emociones.

Le faltaban, cuenta, "más preguntas sobre el amor, sobre el sexo, porque parecía que en los periódicos no se dedicaba mucho espacio a esa intimidad, ni a las relaciones de amistad, ni entre hermanas, y en realidad es eso lo que vertebra mi vida". 

De ese lado personal, así como de las manías y cualidades más particulares de Lorena Maldonado —le encantan los puntos y coma, por ejemplo— charlan en la entrega de Arréglate que nos vamos, un pódcast semanal que más que eso es una cita semanal con esas amigas que tanto necesitamos de vez en cuando.