Soy María Vega, periodista. Durante mucho tiempo, las lectoras (y lectores) de MagasIN han seguido mis análisis y crónicas en EL ESPAÑOL. La última se publicó en febrero, cuando pulsé el botón del ‘pause’ de mi columna Las siete y media para descubrir un nuevo mundo, en Comunicación.
["Disfruta tu menopausia", el manual para aprender a vivir de forma plena esta nueva etapa]
A lo largo de nuestras vidas, van pasando trenes y en mi caso, siempre han llegado cuando menos lo esperaba y en horas de tráfico denso. El inicio de mi nueva etapa coincidió con la entrega a Deusto de un libro de economía y finanzas personales que se llama Toda la Cultura Financiera Que No Te Enseñaron En El Colegio (Deusto, 2023).
¿Por qué este título tan largo? Lo podríamos debatir con mi editor, pero lo cierto es que tras él hay dos ideas. La primera es que no sabemos lo suficiente sobre economía a pesar de que es algo vital para nuestro bienestar. Y la segunda es que para que sea posible acercarse a la economía, tiene que romperse una barrera: la del lenguaje farragoso y técnico que utilizan los economistas. Es decir, hay que divulgar la economía de manera sencilla, como si la fuéramos a contar en un colegio. Y, podéis creerme, esto no siempre es fácil.
Confieso que, para ponerme a trabajar en este libro, entre artículo y artículo de EL ESPAÑOL, lo primero que tuve que hacer fue ordenar mis ideas. Lo difícil de este manual no ha sido escribirlo, sino documentarlo. Aprender de economía me ha llevado muchos años, muchas entrevistas, muchos artículos –previa rueda de prensa técnica y densa-, mucha lectura…
Pero cuando una escribe en periódicos de referencia, siempre tiene la suerte de contar con la ayuda de grandes economistas, empresarios y analistas financieros dispuestos a ayudar. Y doy fe de que lo hacen a cualquier hora del día, y cualquier día de la semana…
El acceso a esas fuentes de información y aprendizaje es el privilegio que acompaña al periodista a lo largo de su carrera profesional. Pero su deber es compartir con la sociedad todo ese conocimiento. Esa es la vocación de Toda La Cultura Financiera Que No Te Enseñaron En El Colegio, un libro que pese a estar escrito en un lenguaje sencillo y claro esconde reflexiones profundas y plantea preguntas que espero que os hagan pensar.
Si el autor de una novela tiene que elegir sus personajes, a la hora de abordar la economía tuve que empezar por escoger los conceptos que creo que todo el mundo debería conocer.
¿Y quién tuvo el privilegio de ser el primer protagonista? La deuda pública. ¿Por qué tuvo este dudoso honor? Porque el planeta se ha inundado de deuda y tanto la política económica, como las bolsas van a tener que navegar por ese océano de deudas durante muchas décadas. Todo un reto que un libro de economía tiene que explicar.
Las deudas siempre se pagan. Así que llega el segundo capítulo: el de los impuestos. Pero es en el tercero y el cuarto cuando decidí entrar en faena de verdad de la mano de los bancos centrales cuyo mandato es…. (atención spoiler) ¡controlar la inflación!
Por el libro desfilan muchos personajes: los tecnócratas de Bruselas, los gurús, el famoso Keynes, los cisnes negros, los rinocerontes grises, el PIB, los pensionistas, los ecologistas, los populistas, los que movieron los hilos de la guerra en Ucrania jugando con el gas… Y sí, también tuve que detenerme en el mercado laboral porque hay que conocer sus males para acercarnos a la vulnerabilidad y la desigualdad.
Terminada la primera parte, pasé a los conceptos prácticos porque tener cultura financiera también es saber mantener una conversación con el banco para pedir una hipoteca o tomar conciencia de la necesidad de ahorrar y de invertir para que ese ahorro no desaparezca guardado bajo un colchón, como ha ocurrido durante los últimos años con los depósitos bancarios.
Ya os he desvelado la trama. Ahora, os contaré que una vez escrito un libro, lo entregué a la editorial y pasaron algunos meses de revisiones e imprenta antes del lanzamiento. Pero ahí no termina la cosa. Más bien empieza. Con el apoyo de seguidores, compañeros, familia, amigos… comienza a distribuirse.
Es hora de que se empiece a leer y es ahí cuando comienza la larga espera. “¿Se venderá? ¿Gustará? ¿No gustará? ¿Se habrá colado alguna errata gorda? ¿Vendrán a la presentación del próximo 15 de junio con Cristian Campos y Juan Ignacio Crespo?...”
Y es entonces cuando te llegan los primeros comentarios con opiniones en redes sociales, WhatsApp, las primeras peticiones de entrevistas, el momento de sentarse en la caseta de la Feria del Libro para firmar ejemplares, y esa llamada de las maravillosas compañeras de MagasIN para pedirme que escriba este artículo ‘De autora a lectora’.
Por si no se me ha notado, me encanta la economía, pero me parece aún más divertido explicarla. La experiencia de escribir y lanzar un libro de la mano de un gran grupo editorial es gratificante para una autora. Pero ahora, lo importante es que la lectura guste y en este caso, además, os enriquezca.