Así fue June Almeida, la científica olvidada que identificó el primer caso de coronavirus en 1964
Escocesa y nacida en 1930, con tan solo 34 años descubría importantes avances en la historia de la virología mundial.
31 diciembre, 2023 19:45La historia de la ciencia está salpicada de figuras notables cuyas contribuciones a menudo quedan en la penumbra. Una de estas figuras es June Almeida, una mujer cuyo trabajo pionero en virología allanó el camino para la identificación del primer caso de coronavirus.
Una vida donde destacaron no solo sus logros científicos, sino también la intrincada relación entre la mujer y la ciencia, destacando la importancia de reconocer y recordar las contribuciones femeninas en un mundo históricamente dominado por hombres.
Una mujer en un mundo científico
June Almeida nació en Glasgow, Escocia, en 1930, en una época en la que las oportunidades para las mujeres en la ciencia eran escasas. A pesar de los desafíos económicos y las barreras de género, Almeida demostró un talento innato para la ciencia desde una edad temprana.
Su historia es un recordatorio de la tenacidad y la pasión que las mujeres científicas han mostrado a lo largo de la historia para forjar su camino en un campo predominantemente masculino.
A medida que Almeida avanzaba en su educación científica, se enfrentó a prejuicios y escepticismo, pero su determinación la llevó a destacarse en la investigación. La década de 1950 marcó un hito en su carrera cuando se sumergió en el mundo de la virología, un campo aún en desarrollo en ese momento.
La revolución en la virología
En la década de 1960, June Almeida se asoció con el también científico David Tyrrell en el St Thomas Hospital de Londres. Juntos, llevaron a cabo investigaciones que cambiarían el rumbo de la virología. Utilizando un microscopio electrónico, Almeida capturó imágenes detalladas de virus, en particular, de los coronavirus.
Estos avances revelaron, por primera vez, la estructura única de estos virus, marcando un avance significativo en la comprensión de las infecciones virales.
El trabajo de Almeida y Tyrrell en la identificación y clasificación de los coronavirus se convirtió en un cimiento esencial para investigaciones posteriores. Sin embargo, a pesar de su contribución sustancial, el reconocimiento público de Almeida fue limitado en comparación con sus compañeros masculinos.
El rol de la mujer en la historia de la ciencia
La historia de June Almeida refleja una realidad persistente en la historia de la ciencia: la falta de reconocimiento de las mujeres por sus logros. Sin embargo, lo largo de los siglos, las mujeres han luchado contra estereotipos y discriminación en el ámbito científico, siendo la historia de Almeida un ejemplo de las barreras que enfrentaban y, en muchos casos, aún enfrentan en el mundo académico y profesional.
Es crucial reconocer que las mujeres han sido fundamentales en la evolución científica, a pesar de las adversidades. La invisibilidad de figuras como June Almeida destaca en la necesidad de rectificar este desequilibrio y celebrar a las mujeres que han allanado el camino para generaciones futuras de científicas.
La relevancia en el contexto del COVID-19
A medida que avanzamos hacia el presente, la conexión entre el trabajo de June Almeida y la situación actual del mundo cobra una importancia aún mayor. En diciembre de 2019, cuando surgieron informes sobre un nuevo virus en China, pocos podrían haber anticipado la magnitud del impacto que tendría en la salud global.
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El virus, posteriormente conocido como COVID-19, pertenece a la familia de los coronavirus, la misma categoría de virus que June Almeida investigó décadas atrás. Su trabajo pionero en la identificación y clasificación de estos virus estableció las bases para la comprensión moderna de las infecciones virales, incluyendo aquellas que han marcado el curso de la historia reciente.
El legado de June Almeida
Aunque June Almeida no vivió para ver la magnitud del impacto de su trabajo en la pandemia actual, su legado persiste. La identificación del primer caso de coronavirus, en 1964, y la contribución a la comprensión de estos virus son testamentos duraderos a su genialidad científica.
La historia de June Almeida es un llamado a la acción. Es imperativo trabajar para garantizar que las mujeres en la ciencia reciban el reconocimiento que merecen y que sus contribuciones continúen inspirando a las generaciones futuras de científicas. En su olvido, encontramos una oportunidad para rectificar las injusticias del pasado y construir un futuro más equitativo y diverso en el mundo de la ciencia.