El sencillo truco para reproducir la lavanda en menos de un minuto: siempre funciona
Este método no solo es económico, sino que también te permite disfrutar de las numerosas propiedades beneficiosas de la lavanda en tu hogar.
16 agosto, 2024 11:35Si tienes una lavanda en tu hogar, es muy probable que quieras tener más, y es por ello por lo que puedes poner en práctica un sencillo truco para reproducir la lavanda y multiplicarla por ti mismo en menos de un minuto, una forma de poder ahorrar al no tener la necesidad de comprar una nueva.
La lavanda es una de las plantas más populares en la decoración de las casas, siendo perfectas tanto para interior como para exteriores, destacando a simple vista por su color morado, pero también cautivando por su gran aroma y las numerosas propiedades beneficiosas que tiene para la salud. Si quieres tener más de una planta en tu casa, puedes multiplicarla, y solo necesitarás esquejes de una planta madre y agua.
Esta planta ha sido apreciada durante siglos por sus propiedades medicinales y aromáticas, llegando a asegurarse, según la leyenda, que Cleopatra usaba aceite de lavanda para seducir a Marco Antonio. Asimismo, la lavanda es muy conocida por sus beneficios terapéuticos.
De hecho, los aceites esenciales que están presentes en la flor de la lavanda pueden ayudar tanto a promover la relajación como para aliviar el estrés, además de mejorar la calidad del sueño, razones por las que es muy utilizada en diferentes ámbitos, como en la cosmética, aromaterapia, medicina natural e incluso en la cocina. De hecho, es habitual que sea ingredientes de cremas de tonificación de la piel, de jabones, en infusiones o como repelente antimosquitos, entre otros muchos usos.
Cómo reproducir la lavanda fácilmente
Aunque la lavanda es una planta principalmente de exterior, al preferir la incidencia directa de los rayos del sol y suelos que estén bien drenados, existiendo algunas variedades que, en climas cálidos y soleadas pueden sobrevivir y crecer sin problemas en macetas que se encuentren situadas en interiores, siempre y cuando se les proporcione suficiente luz solar directa y un buen drenaje para que puedan desarrollarse.
Teniendo en cuenta estas características que necesita la lavanda para poder sobrevivir y crecer, conviene conocer el truco para reproducir la lavanda, pudiendo para ello seguir uno de los métodos más tradicionales, que es la reproducción y enraizamiento de esquejes en agua, siguiendo estos pasos:
- Lo primero que hay que hacer es hacerse con una planta madre que esté sana y libre de enfermedades, de la cual cortar esquejes. Una vez que se tenga la planta, usando unas tijeras de podar limpias y bien afiladas, se debe proceder a cortar los esquejes de su tallo, que deben tener al menos dos hojas de su parte superior, cortándolos de unos 10-15 centímetros de largo.
- A continuación, habrá que llenar un recipiente con agua limpia y, antes de introducir en ella los esquejes, deben ser retiradas sus hojas inferiores, de manera que las raíces puedan disponer del espacio que necesitan para poder nacer libremente.
Hecho lo anterior, llegará el momento de colocar los recipientes con los esquejes y el agua en un lugar con suficiente luminosidad, pero sin exposición directa a una luz solar intensa, y donde no haya corrientes de aire fuertes. - A partir de ese momento, para que puedan crecer sanas y fuertes, habrá que cambiar el agua con frecuencia, cada unos pocos días, de manera que esta esté limpia y oxigenada. Asimismo, habría que observar con regularidad los esquejes para detectar cualquier signo de deterioro o que se pueda llegar a formar moho y, en el caso de que se detecte un esqueje afectado, retirarlo.
- Una vez hayan pasado unas pocas semanas, se comenzará a apreciar el crecimiento de las raíces en los esquejes, y cuando hayan alcanzado un tamaño de unos 2-3 centímetros de largo, será el momento en el que estarán listos para ser trasplantados a las macetas con tierra para continuar con su crecimiento.
Cómo cuidar la lavanda
Si tienes una lavanda o estás pensando en hacerte con una, es necesario saber cómo cuidar esta planta, comenzando por buscar su ubicación en un lugar en el que reciba suficiente sol si está en el jardín o exteriores, ya que sus necesidades de luz son altas, y sería preferible que esté expuesta al menos durante 6 horas al sol directo. Si está en interior, es necesario buscar un sitio en el que reciba suficiente luz durante el día.
También es importante que tenga un buen drenaje y no acumule exceso de agua, lo que podría echar a perder la raíz. Conviene evitar los suelos arcillosos y opta por superficies arenosas para una mejor filtración del agua que elimine la humedad. Con respecto al pH de la tierra, lo ideal es apostar por una mezcla alcalina.
Al ser un arbusto silvestre, no es una planta muy exigente con respecto al riesgo, y puede adaptarse a la mayor parte de climas templados. Aunque por norma general se recomienda regarla una vez a la semana durante la primavera y el verano, mientras que, en otoño e invierno, sería suficiente con regarla cada 15 días. En los meses más fríos del año, la recomendación es regarla a plena luz del día, evitando así que la humedad se acumule durante la noche, y hacerlo de forma directa en el tallo, sin mojar las flores.
Por otro lado, la poda debe ser discreta y cortar menos de la mitad del largo de cada planta, debiendo hacerlo tras la floración o cuando esté próximo el invierno, para que vuelva a crecer en primavera. Las hojas marchitas deben ser removidas lo antes posible.