La piel es el órgano más grande del cuerpo. Se estima que tiene una superficie aproximada de 2 metros cuadrados y podría pesar entorno a 6 kilos, en el caso de un cuerpo adulto medio. Es también uno de los más sensibles a los cambios, internos y externos
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Además de verse afectado por factores como la contaminación o la luz azul, también cambia de forma ineludible con el paso del tiempo. ¿Pero cómo asegurarnos de que le estamos proporcionando los cuidados ideales? Los expertos nos dan pautas personalizadas para edad.
A los 20 años
"A esta edad, es típico encontrar el problema de pieles grasas con acné tanto en chicos como en chicas por lo que se debe controlar este problema para que no vaya a más", explica Mar Sánchez Orduña, creadora de WILD RAIN. Comienza además a degradarse a un ritmo de un 1,5% de colágeno al año, más rápido aún en los fumadores y en las personas expuestas con frecuencia al sol.
¿Cómo cuidarla? "A partir de los 20 años es muy importante mantener una correcta higiene facial e hidratación de la piel", añade Mar Sánchez Orduña.
Aura Serras, directora de iS CLINICAL España, coincide: "La base para una piel sana es limpieza, hidratación y protección, y mucho más cuando eres joven, pero el pilar fundamental a futuro es la protección. Esta debe ser la base de nuestra rutina para evitar el envejecimiento prematuro de la piel, las manchas o problemas cutáneos más graves a medio y largo plazo".
A los 30 años
Según Mar Sánchez Orduña, "a partir de aproximadamente los 25 años nuestra piel deja de producir colágeno y ácido hialurónico, por lo que una rutina adecuada al tipo de piel es imprescindible para tener una piel saludable y retrasar los signos de la edad, ya que la prevención será nuestro mejor aliado".
La experta incide sobre la importancia de la doble limpieza facial todos los días para las pieles de más de 30 años porque "una piel limpia dará lugar a que el resto de activos actúen de forma eficaz". Recomienda asimismo "el ácido hialurónico que ayuda a hidratar la piel y a mantener su elasticidad, dejándola con un aspecto más suave y rejuvenecido".
"A partir de los 35 años nuestra piel necesita a diario vitaminas antioxidantes como la Vitamina C y el retinol para protegerse de los daños que causan los radicales libres, unas sustancias químicas muy reactivas que alteran nuestro organismo a nivel de ADN, proteínas, lípidos… Todo ello provoca y acelera el proceso de envejecimiento", explica Aura Serras, quien recomienda PRO-HEAL SERUM ADVANCE+ de IS CLINICAL.
Lo reafirma Mar Sánchez Orduña: "Con propiedades antioxidantes, la vitamina C es fundamental para proteger la piel contra los daños causados por los radicales libres y el estrés ambiental. Además, este ingrediente ayuda a iluminar la piel, reducir la hiperpigmentación y promover la producción de colágeno, lo que contribuye a una apariencia más firme y juvenil".
También menciona "el retinol, un derivado de la vitamina A que ha demostrado ser altamente efectivo en la reducción de líneas finas, arrugas y manchas oscuras. A los 30 años, incorporar productos con retinol en la rutina facial puede ayudar a estimular la renovación celular, mejorar la textura de la piel y prevenir los signos visibles del envejecimiento". La experta recomienda VALENTINA,"nuestra crema de noche con retinol en baja concentración y apta para las pieles más sensibles. Nos ayudará con la regeneración celular, a unificar la textura y a conseguir una piel más bonita".
Otro activo clave: "el colágeno puede ayudar a estimular la regeneración celular, lo que contribuye a una piel más joven y saludable. Al promover la renovación celular, el colágeno ayuda a mejorar la textura de la piel y a reducir la apariencia de imperfecciones, dejándola con un aspecto más uniforme y revitalizado", añade la experta.
A los 40 años
En torno a los 40 años, la flacidez es visible en rostro y cuerpo, algo que puede notarse en mayor medida si la persona lleva una vida sedentaria con falta de ejercicio físico. Para recuperar la elasticidad y firmeza de la dermis, cada vez más pacientes recurren a tratamientos de medicina estética.
Durante la cuarta década los efectos de la edad comienzan a hacerse visibles con mayor fuerza, por ello, los "ultrasonidos focalizados de alta intensidad (HIFU) ayudan a reafirmar y prevenir la flacidez al inducir la formación de colágeno de forma masiva. Además, reduce grasa localizada en zonas estratégicas como en papada o laterales de la cara", afirma la Dra. María Rosa García Maroto, directora médica de Longevity Hub by Clinque La Prairie Madrid.
La principal preocupación en esta etapa son las arrugas, para las que aplicar "los neuromoduladores para relajar las arrugas de expresión del tercio superior". Además de la flacidez, que combatir mediante "ácido hialurónico para recuperar volúmenes perdidos en cara", señala la doctora.
A los 50 años
"Las mujeres de más de 50 años se enfrentan a menudo al reto de la sequedad, la sensibilidad y, a veces, incluso la rosácea. También a los habituales signos de flacidez, pérdida de elasticidad y arrugas provocados porque la piel produce menos grasa y colágeno, la proteína de nuestro cuerpo que ayuda a mantener la piel firme, flexible y tersa", nos recuerdan desde Pai Skincare.
A los 50 años, la Dra. García Maroto recomienda recurrir a tratamientos como la "armonización facial tras un diagnóstico individualizado, que incluiría neuromoduladores, materiales de relleno, e inductores de colágeno". No debemos olvidar en esta edad el cuello y el escote, dos áreas tan importantes como olvidadas a la hora de tener en cuenta en las rutinas de belleza.
Desde ENEA Clínica recomiendan incorporar alimentos que contengan vitamina C, zinc, biotina y proteínas que ayuden a combatir la caída del cabello. Además, la Dra. Carolina Beltrá Payá; Medicina Estética Avanzada, Corporal, Tricología y Láser de ENEA Clínica dice: "existen múltiples suplementos alimenticios que contienen estos nutrientes, siendo una buena opción adyuvante a la alimentación".
El caso de la piel preadolescente
"Una piel en estas edades no está completamente formada y es muy sensible a ingredientes como el retinol o los ácidos exfoliantes", explica Pedro Catalá, doctor en Farmacia, cosmetólogo y fundador de Twelve Beauty. Cabe por lo tanto seguir una rutina muy básica.
"Tanto si su piel tiende a seca, está deshidratada o es de tendencia acneica, la limpieza es fundamental y este sí es un paso importante para la rutina facial en esta edad". Se puede completar con una crema hidratante, eso sí, "debe optarse por fórmulas naturales, ricas en activos botánicos que aporten límpidos a la piel, esenciales para mejorar la funcionalidad de las capas más externas de la epidermis".
Finalmente, "igual que les inculcamos hábitos saludables en la alimentación o el estilo de vida”, explica Pedro Catalá, "es importante inculcar la necesidad de un buen protector solar todo el año, y si está formulado solo con filtros físicos, mejor".