Javier Díez es el maquillador y formador oficial de Kryolan, el paraíso de libertad de los maquilladores de las estrellas.
Kryolan es la empresa que produce, distribuye y vende el maquillaje que triunfa en teatros, cine y televisión. De hecho, es uno de los favoritos del Teatro Real. Aunque también ofrece productos focalizados en la belleza más cotidiana, ejemplo de ello es su corrector de ojeras, que arrasa.
Díez nos recibe en la calle Libertad 3 de Madrid, en pleno barrio de Chueca. Me voy a poner en sus manos para que me realice un cambio de look y aún no sé cuál va a ser.
Me siento en el set de maquillaje y, antes de empezar, charlamos sobre la compañía y cómo llega a ser maquillador de la firma.
Él había estudiado Arte Dramático, se mudó de Málaga a Madrid y empezó a trabajar en musicales. Durante su formación estudió maquillaje, aunque algo "muy liviano", pero se dio cuenta de que lo que le gustaba era estar detrás de las cámaras.
"Entonces me preparé para hacer postizos, efectos especiales, maquillaje de moda editorial… Empecé desde lo más básico, de dependiente en una firma comercial. Cogí muchísima experiencia y empecé de formador porque soy profesor de literatura para secundaria", cuenta a magasIN.
Desde hace siete años forma parte de Kryolan. Lo que más le gusta del maquillaje, aunque le gusta la belleza, "es la imaginación, fantasía, caracterización, porque no hay normas. Puedes transformar a la personal solamente cambiando de una apariencia a otra. Eso me divierte muchísimo".
Nos confiesa que en Kryolan pueden ponerte guapo o ponerte feo. Para él lo bueno de este trabajo es que cada día es diferente, "no sabes lo que te van a pedir. Es buenísimo porque te mantiene activo constantemente".
Y es que reciben desde personas que acuden con sus familias en busca de productos básicos a investigadores que necesitan camuflarse, pasando por drag queens.
Además del corrector de ojeras, que es uno de los productos estrella, triunfan los maquillajes cubrientes para tapar tatuajes, eliminar machas de la piel…
"También tenemos teatros que vienen buscando maquillajes de caracterización, buscan postizos, bigotes para actores…". Una de las cosas que más nos llama la atención es que tienen un producto similar a una barra de labios con mentol que al aplicarlo crea una congestión en el ojo y ayuda a llorar.
"Tenemos artículos para crear efectos visuales, para efectos de color y efectos 3D con siliconas", continúa explicando. Venden el producto en tienda y también distribuyen al resto de España desde un almacén que tienen en Villaverde.
De redactora a modelo editorial
Termino la conversación preguntando qué cambio me va a hacer y Javier Díez responde: "Vamos a coger a la mujer del mundo periodista, mundo redactora, y la vamos a transformar en modelo de editorial".
Me siento frente al espejo y dejo al artista crear.
Comienza trabajando la piel y la protege con la prebase Ultra Underbase (24,75 €). Me corrige las ojeras y otras marcas con Supracolor 576 L, una base cremosa de cobertura total (13,50 €). Continúa aplicando la base Digital Fluid Foundation (tonos O14-O13, 35,50 €), esta es ideal para lograr un efecto de aerógrafo sin requerir el uso de filtros.
Concluye el trabajo de la piel dando forma al contorno del rostro con Color "AL" Supracolor (13,50 €).
Mientras me maquilla, hablamos de la importancia de la luz a la hora de pintarnos, del tipo de producto que se debe usar en función de si es para televisión, teatro…
Las cejas me las define con la Dermacolor Camouflage Creme D15 (19,75 €) y toca maquillar los ojos.
Como prebase Javier Díez aplica Supracolor 1 W (13,50 €) y continúa realizando el ahumado con un lápiz Kajal negro (11,50 €) y el degradado en vino tinto con el lápiz 910 (8,50 €).
Para las sombras utiliza Matt Recambio Lake (7,75 €) y Deep Black (7,75 €) y para el eyeliner plata mezcla Mixing Médium (10,50 €), un líquido a base de agua que forma un film y una mezcla cremosa al ser trabajado con pigmentos volátiles, con Metallic Micro Flakes Silver (19,75 €), escamas de metal extremadamente finas. La mezcla tiene un efecto metal líquido.
El siguiente paso tiene a las pestañas como protagonistas, pero no las mías, ¡unas postizas! Me coloca unas TV I, muy finas, tupidas, largas y con un hermoso swing (9,75 €) y después de fijarlas y mezclarlas con las propias aplica la máscara Dramatic Volume Mascara Black (16 €).
El experto terminó el maquillaje perfilando los labios con el Countour Pencil 925 (8,50 €) y finalmente los rellenó con el Lipstick Sheer Katherine (11,95 €).
Para completar el cambio de look, Javier Díez me hizo un recogido bajo lateral y me colocó un tocado hecho con alambre, unas lanas metalizadas y engomadas para que quedase rígido.
¡Y este es el resultado!
Tradición familiar
Kryolan, la compañía en la que nos encontramos y cuyos productos utilizamos, nació en 1945 por la necesidad que había en la Ópera de Berlín y teatros de Alemania. La guerra impedía la llegada de maquillaje a esa zona. "Entonces crearon productos que se pudieran usar en el teatro".
En el cuarenta y cinco crearon los primeros maquillajes, después se dieron cuenta de que había muchas necesidades de productos para el tapado de manchas, de problemas de piel, de personas que habían tenido quemaduras… Y lanzaron una gama que se llama dermacolor.
"Pusieron en marcha una fábrica donde ellos se producían a sí mismos y generaban texturas y productos desde cero, lo que no había en ningún sitio", explica Díez. Comenzaron a experimentar con pigmentos, texturas… y con productos más relacionados con el teatro, como pueden ser las sangres.
"La primera sangre que se fabricó fue una sangre especial para la Ópera de Berlín. Era una producción enorme y se fabricaron litros y litros de sangre. Visto que tenía muchísimo éxito, empezaron a producir muchos más productos", cuenta el maquillador.
La firma lleva en España casi cuarenta años, aunque como Kryolan en sí lleva siete años. Comenzó siendo una droguería perfumería que vendía multi marca y contaba con un pequeño stand de maquillaje Kryolan, pero tuvieron la suerte de que una persona del teatro (un bailarín) conoció la marca. Los teatros se fueron enterando y comenzaron a acudir.
Kryolan detectó la necesidad de maquillaje artístico que había y empezaron a llevar productos de la firma. Esta pasó de ser una droguería perfumería a ser una tienda de maquillaje profesional multi marca.
"Hasta hace siete años que decidimos solamente tener Kryolan y ser la franquicia española", apunta Díez. Hoy en la calle Libertad 3 de Madrid se encuentra el paraíso de los maquilladores de las estrellas.
Se trata de una empresa familiar que ha ido pasando de generación en generación. Actualmente, está al mando el nieto del fundador.
Según algunas estimaciones, hoy la compañía genera dos tercios de la producción de maquillaje profesional para cine, televisión y teatro.
Nosotras lo hemos probado, y tú, ¿te atreves?