Un embarazado deseado, pese a la lógica alegría que conlleva, no está exento de complicaciones. En el caso de los embarazos gemelares, puede surgir en concreto un fenómeno conocido como el síndrome del gemelo evanescente. ¿Qué se esconde bajo esta apelación? ¿A quién afecta de forma concreta?
¿En qué consiste el síndrome?
El síndrome del gemelo evanescente se produce cuando, en un embarazo gemelar, uno de los dos fetos desaparece. "Aunque a primera vista sorprenda, es un hecho conocido y corroborado por la ciencia desde los años 70 que entre el 10% y el 15% de los embarazos humanos empieza como embarazo múltiple, de los que solo uno de cada diez llega a ser, finalmente, un parto de gemelos" destacan Peter Bourquin y Carmen Cortés en su obra, El gemelo solitario.
"Eso significa que por lo menos una de cada diez personas empezó su vida acompañada por una hermana o hermano gemelo y que lo perdió durante el embarazo, mayoritariamente durante los tres primeros meses de gestación.
En estos casos la ciencia habla de gemelo evanescente, en referencia al hecho de que habitualmente ese gemelo no deja rastro alguno; sin embargo, si la gestación ha sido más avanzada, puede que queden huellas biológicas que se muestran durante el parto, como una segunda placenta o un feto papírico" según podemos leer.
Aunque se desconozca la existencia de este feto, las ecografías tempranas (de 5 a 6 semanas de amenorrea) ahora permiten detectar muy rápidamente los embarazos gemelares.
En algunos casos, el feto puede ser absorbido por la madre, por su placenta o por su gemelo. Este último caso es poco frecuente aunque se han censado casos. El feto puede alojarse en el cuerpo de su hermano o hermana y ser descubierto años más tarde.
¿Cuáles son las consecuencias?
Esta pérdida, expresada o no de forma clara, puede generar un trastorno no siempre detectado en el "gemelo" superviviente, aunque la respuesta a este impacto emocional es diversa.
En Síndrome del gemelo solitario: Gemelos que nacen solos,
España, el país de Europa con mayor número de madres por encima de los 40 años de edad]