La violencia de género en tiempos de Covid: menos mujeres muertas pero más sometidas y golpeadas
Este 25-N se conmemora el Día contra la Eliminación de la Violencia de Género que en España ha acabado con la vida de 1.074 mujeres en 17 años que se tienen estadísticas.
25 noviembre, 2020 01:18Noticias relacionadas
La violencia de género es una lacra innegable que está acabando con la vida de muchas mujeres, pero también con su futuro, con su salud, con su alegría, con su derecho a vivir. Las cifras de víctimas mortales iban en aumento desde 2016, pero el encierro de la pandemia en este 2020 ha venido a frenar los asesinatos, llevándolos a los niveles más bajos desde que se tienen estadísticas: 41 en lo que va de año.
Sin embargo, las expertas advierten de que la violencia no se ha rebajado, ni mucho menos, y que el infierno se ha trasladado a cada casa donde las mujeres víctimas de malos tratos han quedado encerradas con su agresor.
"Los asesinatos machistas se producen cuando la víctima se rebela y quiere abandonar la relación, no quiere seguir. El mayor peligro del confinamiento ha sido cerrar las puertas del infierno por dentro, muchísimas mujeres se han quedado atrapadas con su maltratador y la sensación que ha tenido el maltratador es de una impunidad y de un control absoluto", explica Marina Marroquí, educadora social y experta en violencia de género.
De la misma opinión es Raquel Castillejo, catedrática de Derecho Procesal de la Universidad de Santiago de Compostela y experta en la materia: "Una víctima de violencia de género muere cuando se enfrenta al maltratador diciéndole que no puede seguir así o se va de casa. Actualmente no se pueden ir de casa. Tienen que estar conviviendo, no se pueden ir con personas mayores porque son las más vulnerables y las siguen pegando y maltratando física y psicológicamente y eso hace que las denuncias sigan, aunque las muertes se hayan parado".
Desde el año 2003, cuando se empezaron a tener estadísticas de este tipo de violencia machista, 1.074 mujeres han sido asesinadas a manos de parejas o exparejas, cuatro millones han sufrido malos tratos y más de 2,8 millones, agresiones sexuales.
El confinamiento ha alterado algunos datos pero todos los especialistas insisten en que la violencia ha continuado en los mismos extremos o incluso más allá. "La dinámica de una relación de maltrato se basa en la espiral de violencia que describió Leonor Walker. La primera es la luna de miel, en la que todo es maravilloso; la segunda la de acumulación de tensión, que es ese machaque e ir destruyendo su autoestima y la tercera, el estallido de violencia o la agresión. En el confinamiento, la luna de miel ha desaparecido y se ha quedado más en la fase de acumulación de tensión, presión constante, que se convierte en una dinámica donde los estallidos de violencia son más continuos", añade Marroquí.
60% más de llamadas
Eso explica, según esta experta, que se haya producido un incremento del 60% en las denuncias al 016 y más de un 200%, en las consultas online. "La víctima toma conciencia antes de su situación de maltrato aunque esté dentro del confinamiento. En abril, donde fue más estricto y el miedo muy palpable, las denuncias cayeron en picado pero luego se dispararon en julio, en el primer mes de la desescalada y también los asesinatos", añade Marroquí.
De hecho, la ONU ha advertido durante estos meses que en la pandemia, los distintos tipos de violencia contra las mujeres se habían incrementado en "una mezcla tóxica para muchas familias" ya que la situación de crisis supone un aumento de agresiones "alimentadas por la reducción de ingresos, la preocupación por la amenaza sanitaria, las condiciones de las viviendas donde debe realizarse el confinamiento y el aislamiento de víctima y abusadores", explicaba Melissa Alvarado, especialista de Naciones Unidas en el programa de violencia contra la mujer en Asia-Pacífico este verano.
Castillejo advierte de que las consecuencias que va a tener esta pandemia en las mujeres víctimas: "Ese maltrato que siguen sufriendo físico y psicológico hace una mella que es imposible de borrar y si no salen para pedir ayuda y se callan, psicológicamente las hunde y hace que sea más difícil que salgan adelante en algún momento. A lo mejor dentro de un año ya no son capaces de hacerlo porque las han mermado mucho".
Entre abril y junio las denuncias por violencia de género (34.576) bajaron un 14,62% con respecto al mismo periodo de 2019 y las órdenes de protección, un 14,8%. Sin embargo, hubo una importante subida de las peticiones de ayuda al servicio 016 (hasta 29.700, un 58% más) y el chat de atención psicológica vía WhatsApp que puso en marcha la Delegación del Gobierno Violencia de Género durante el estado de alarma y que recibió entre marzo y junio 2.580 consultas.
Las estadísticas vienen a demostrar que ha habido más denuncias, más golpes, más humillaciones. "El maltratador quiere el control, quiere tenerla sometida. La pandemia ha tenido muchos factores que han facilitado que el maltratador tuviera mucho más poder y control sobre la víctima. Primero que no salía de casa lo que le daba un poder absoluto y segundo que se limitaba mucho el poder pedir ayuda o marcharse con un familiar".
El Viogén, el sistema policial de seguimiento de las víctimas de violencia de género, tenía registradas a fecha de 31 de octubre a 549.569 víctimas de la violencia de género en España. De ellas, 63.944 casos están activos: 13 con riesgo extremo, 403 con riesgo alto y 6.597 con riesgo medio. Había detectado, además, a 433 menores en situación de riesgo (3 extremo y 39 alto), informa Efe.
De hecho, Marroquí pone igualmente el foco en la situación de los menores durante esta pandemia. "Durante el confinamiento los agresores se han quedado con sus hijos y con sus víctimas. Y las secuelas de una exposición al maltrato tan continuada van a ser mucho más graves que antes del confinamiento".
También Castillejo advierte de que habrá que tener en cuenta la situación de estos menores. "Los hijos van a estar viendo constantemente ese maltrato psicológico y físico a su madre. Los datos son claros, un alto porcentaje, por encima del 99%, en niños y niñas reproducen ellos la conducta del padre y ellas la de la madre. Si eso es lo que están viendo constantemente y sin poder salir de ese entorno: ellos van a ser potenciales maltratadores y ellas, potenciales víctimas".
Cuidado estos meses
Marina Marroquí apunta a que la mayoría de los asesinatos que se han producido este año se han dado en los meses de desescalada, que es cuando las mujeres han intentado romper esa relación de violencia. "El peligro es en la desescalada cuando ella toma más conciencia y va a decidir dejar la relación: pone la denuncia y sale de la relación. Las denuncias en julio, que fue el primer mes de la desescalada, se vuelven a disparar. Y los asesinatos aunque son un poco menos que en años anteriores, son más concentrados en esos meses".
Por eso, pide mayor atención a las instituciones cuando se vuelva a normalizar la situación: "Las instituciones y fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado tienen que tener muy claro y muy preparado un plan de actuación de emergencia porque en las desescaladas, más víctimas van a querer salir y más peligro van a correr muchas porque los maltratadores las van a matar".
Para Raquel Castillejo, en estos temas "siempre vamos tarde" en la creación de planes específicos porque "tenía que haberlo habido ya". Esta experta insiste en que "dentro de un año, cuando se vean las consecuencias tan graves, que van a ser terrible, se tratará de curar en vez de prevenir". "Y curar, se cura muy mal, mejor prevenir", añade.
Una de cada dos mujeres
El problema de las violencias machistas afecta a una de cada dos mujeres, según la última Macroencuesta de Violencia sobre la Mujer, presentada en el mes de septiembre por el Ministerio de Igualdad. En total, 11,3 millones de mujeres en España han sufrido algún tipo de violencia de género. Además, una de cada tres reconocía que había sufrido malos tratos, físicos, sexuales, psicológicos o económicos, por parte de una pareja o expareja.
Según los datos oficiales, más de 1,68 millones de niños viven en hogares en los que su madre sufre violencia de género y la mitad de ellos también ha sido víctima de los malos tratos de la pareja o expareja de su progenitora.
En los meses de encierro, entre el 16 de marzo y el 21 de junio, las fuerzas de seguridad trataron de seguir protegiendo a las mujeres, de hecho, fueron detenidos 14.040 presuntos agresores y se practicaron 75.587 actuaciones de vigilancia y control de maltratadores confirmados o supuestos.
Los datos facilitados por la Policía Nacional y la Guardia Civil hablan de 396.183 servicios de protección a mujeres en riesgo, durante el estado de alarma, la mayoría con seguimientos telefónicos pero también con actos de presencia en las vi viviendas y vigilancias preventivas.