Beatriz Izquierdo.

Beatriz Izquierdo. Cedida

Mujer

Beatriz Izquierdo (criminóloga) y el acceso de los jóvenes al porno: "Los padres somos la mejor aplicación de control"

La creadora de la web 'Origen del mal' alerta sobre los peligros del acceso temprano a contenidos sexuales inapropiados: “Lo que ven tus ojos cuando invitas a los amigos de tus hijos a casa no te lo va a dar nunca ojear su lista de contactos en redes sociales", sentencia sobre el control parental. 

2 julio, 2024 01:53

"Si algo me preocupa de una manera especial, es la defensa de los más pequeños. Cuando hablamos de niños solo encuentro un lado en el que posicionarme", escribe Beatriz Izquierdo en su página web, 'Origen del mal'.

La criminóloga, también licenciada en Derecho, pretende dar visibilidad a las Ciencias Criminológicas alejándose de los estereotipos tradicionales: "Los criminólogos pueden desarrollar un papel fundamental en nuestra sociedad. Hacemos falta en muchos sitios y, sin embargo, no se nos reclama en casi ninguno".

Profundamente implicada en el bienestar psicológico de los menores, Izquierdo escribió De los reyes magos al porno, un libro que expone la nefasta influencia del consumo desmedido e inapropiado de pornografía en niños y adolescentes. "El consumo de este tipo de contenidos, junto con otras prácticas, podría estar detrás de un número muy importante de agresiones sexuales", indica la criminóloga.

Beatriz Izquierdo.

Beatriz Izquierdo. Confilegal

¿Cuál es la intencionalidad del proyecto, en qué consiste y por qué decidiste desarrollarlo?

Por encima de mi formación jurídica y criminológica, soy madre de un preadolescente que no estaba dispuesta a proteger solo al suyo. Creé mi proyecto para acercar la criminología a la población, una criminología educativa que alerte sobre peligros reales y trabaje en la prevención para proteger a los más vulnerables. 

¿Por qué decidiste especializarte en Derecho Penal y Criminología?

Desde muy pequeña me ha interesado el origen del mal. Mientras que la gente que me rodeaba se sobrecogía cuando conocía un determinado crimen, yo me preguntaba qué habría llevado a una persona a cometerlo y buscaba respuestas. "Causa causae est causa causati" o, lo que es lo mismo, "la causa de la causa es la causa de lo causado".

¿Consideras que la criminología y el trabajo de los criminólogos están infravalorados?

Constituyo una de las últimas promociones de aquellos años en los que solo existía la especialización. Luego entró la licenciatura en nuestro país y, más tarde, el grado. Existe mucho desconocimiento social sobre lo que es un criminólogo y muchos jóvenes estudiantes ingresan en las facultades influenciados por series americanas sobre true crime y, claro, nada más lejos de lo que sucede en la realidad.

Una vez que se dan cuenta de que no es así, la situación a la que se enfrentan es totalmente desalentadora. Los criminólogos no están en las juntas de tratamiento penitenciario. En todo caso, yo no soy partidaria de la queja infructuosa, sino de salir ahí fuera y demostrar de lo que somos capaces. Es entonces cuando vendrán a buscarnos.

Sobre tu libro, 'De los reyes magos al porno'. ¿Por qué decidiste escribirlo?

Me había dado cuenta de que la gente que me rodeaba no era conocedora de los peligros que abordo en mi publicación, como por ejemplo el acceso y consumo de una pornografía violenta o el contacto online de depredadores sexuales que entran en nuestros hogares contactando con nuestros hijos.

Tengamos hijos o no, a los menores hay que protegerles como si fueran propios, y parte de esa defensa pasa por preservar su indemnidad sexual. Este concepto desconocido es el derecho que tienen los menores a verse exentos de interferencias por parte de terceros durante sus años de formación para que, una vez alcancen la madurez y edad legal suficiente, sean capaces de prestar consentimiento válido a una relación sexual. De todas estas cuestiones hablo en mi libro.

¿Consideras importante la impartición de charlas sobre educación sexual en los colegios, además de limitar el uso y consumo de pantallas a los menores?

Es muy importante hablar sobre educación afectivo-sexual en los hogares, pero eso a veces es una utopía, por lo que sí veo necesario abordar el tema en colegios e institutos. Siempre desde una perspectiva que respete al máximo las franjas de edad sin adelantar, ni quemar etapas.

Hay que dejar a los niños ser niños y, a la vez, protegerles de la lacra de los abusos sexuales o del contacto con contenidos no aptos para ellos. El porno no puede ser su educación sexual, por lo que nos toca deconstruir un imaginario de fantasías alimentadas con contenido violento que en ningún caso deben ser el material con el que construyan su deseo sexual.

¿Qué aspectos destacarías de tu libro?

El lema de mi proyecto es "no podemos defendernos de lo que no conocemos". Yo no le digo a nadie cómo educar a sus hijos, no se me ocurriría jamás, pero alerto de peligros existentes. Una vez conocidos, cada uno encontrará la fórmula para defenderse de ellos en sus propios hogares. Estar informado es estar protegido, y en caso contrario, es como si fuéramos uno de esos turistas incautos paseando por una calle sin saber que podemos estar en uno de los lugares más peligrosos del planeta.

¿Es cierto que el consumo de pornografía puede generar secuelas?

Aún está por demostrar la clase de secuelas que dejará en aquellos que han accedido a edades muy tempranas y con un visionado que nada tiene que ver con las revistas o películas de hace años. 

No todas las mentes están preparadas para el mismo tipo de impactos, y hay que tener mucho cuidado con las fantasías que alimentamos. Desde la criminología nos preocupan y se han estudiado las fantasías de muchos depredadores sexuales alimentadas desde que eran niños con pornografía violenta. Ahora bien, somos multicausales y eso hay que tenerlo siempre en cuenta. El porno violento es un foco más que no nos puede deslumbrar, porque eso nos impediría ver el resto de causas que se encuentran detrás de una conducta criminal.

¿Qué consejos darías a los padres para intentar controlar el consumo de pornografía y otras cuestiones perjudiciales para el menor?

El uso de aplicaciones de control parental con instrumentos de verificación de edad que les impidan el acceso a contenidos o productos inapropiados para su edad, mucho diálogo intrafamiliar sobre estos temas superando el pudor y tratar de desarrollar una confianza con ellos desde que son muy pequeños para que siempre nos puedan consultar. Eso sería lo ideal.

También es muy importante reforzar su autoestima para que no cedan ante la presión social en nada que no quieran hacer, y darles un pensamiento crítico. Los padres somos la mejor aplicación de control parental jamás creada; esto no debemos olvidarlo.

Lo que ven tus ojos cuando invitas a los amigos de tus hijos a casa no te lo va a dar nunca ojear su lista de contactos en redes sociales. Lo que te permite conocer su entorno recogiéndolos en una discoteca de madrugada no te lo va a dar nunca una aplicación de geolocalización. Así que venga, no hay que quejarse tanto, todas las generaciones han tenido sus peligros y se han lidiado con ellos.

Hay que asumir nuestra responsabilidad como padres y actuar con la debida diligencia. Claro que cuesta trabajo, implica renuncias y es muy cansado, pero no tenemos nada más importante que hacer.