Su imagen está grabada en la retina de cada español. Penélope Cruz tiene el mérito de haber impactado a varias generaciones. Definirla como camaleónica sería inexacto: Pe, como la apodan cariñosamente, tiene una identidad clara y definida, propia de los iconos. No necesita seguir tendencias porque ella siempre lo es. Aunque con cada una de sus películas, nos demostró una nueva faceta de su abanico artístico.
Ahora que cumple 50 años, cabe recordar por qué sigue siendo una personalidad inspiradora, tanto dentro como fuera de la pantalla. Acomódate y descubre la película de la reina del cine español.
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La chica de Alcobendas
La película de Penélope Cruz empezó el 28 de abril de 1974, en Alcobendas, ciudad de la Comunidad de Madrid de la que siempre se sintió muy orgullosa. Pe, cuyo nombre es un homenaje a Penélope, obra de Joan Manuel Serrat, se define a sí misma como ‘la chica de Alcobendas’. "No es un sitio del que he estado desconectada, es el lugar donde me he criado junto a San Sebastián de los Reyes", recordó en una entrevista concedida en 2020.
Es la hija de Eduardo Cruz, comerciante en el sector del automóvil, y de Encarnación Sánchez, dueña de una peluquería, el primer lugar clave de la vida de la artista: “Me acuerdo tantas veces de aquellas mujeres y con tantos personajes... es que allí desfilaba de todo, imagínate. Yo me escondía detrás de los libros y las espiaba, a ellas y la relación que tenían con mi madre. Fue mi primera escuela de interpretación, porque veía lo que se contaban y lo que no contaban y pasaba horas y horas escuchando", según explicó en una entrevista concedida a EL ESPAÑOL. Penélope creció rodeada de sus dos hermanos, la actriz Mónica Cruz y el cantante Eduardo Cruz, con quien sigue manteniendo vínculos muy estrechos.
Aunque la interpretación se impuso rápidamente en su vida, el ballet fue su primer amor: lo estudió durante nueve años en el Conservatorio Nacional de Madrid, tres en la escuela Cristina Rota y otros tantos con Ángela Garrido. “El haber empezado a trabajar tan joven pero tener tantos años detrás de formación de ballet, llegaba ya con una actitud militar", confesó en el Festival de San Sebastián en 2019.
De Mecano a Jamón, jamón
La primera aparición audiovisual de Penélope se remonta al año 1988. Concretamente, en el vídeoclip de la canción La fuerza del destino del grupo pop Mecano. Con tan solo 14 años, la jovencísima actriz escribió el primer capítulo de su éxito: su aire picaresco, abundante melena morena y ojos ébano traspasaron la pantalla.
Arropada por su popularidad creciente, apareció en televisión en Los mundos de Yupi, serie infantil de gran calado social en los años 90. Penélope interpretó entonces a la Bella Durmiente, compartiendo escena con Yupi, Lara de Miguel y Jesús Martínez. Esta aparición no tardó en conducirla hacia otros proyectos, entre ellos, La quinta marcha, en Telecinco, que empezó a presentar junto a Jesús Vázquez.
Su paso de la televisión al cine fue cuestión de tiempo: Jamón, jamón, película del director Bigas Luna estrenada en 1992, supuso un primer punto de inflexión en la carrera cinematográfica de Penélope Cruz. Con su interpretación de Silvia, aspiró al Premio Goya a la mejor interpretación femenina protagonista y al Fotogramas de Plata a la mejor actriz de cine. Pero no solo supuso el salto a la fama real de la actriz: también fue el primer encuentro ficticio del que sería el gran amor de su vida, Javier Bardem. La química ya era evidente entre los actores.
Ese mismo año, estrenó, junto a Maribel Verdú, Ariadna Gil y Fernando Fernán Gómez, Belle Époque, de Fernando Trueba, que ganó el Premio Oscar a la mejor película de habla no inglesa en 1993 y nueve galardones en los Premios Goya.
La dualidad de los dos personajes fue clave para que Penélope Cruz no quedara encasillada: capaz de transmitir una imagen sensual y fuerte pero también de dar vida a un personaje en uno de los periodos más intensos de la historia contemporánea de España, la actriz huyó desde sus inicios de los prejuicios.
La década de los 90 fue clave para Penélope: sus apariciones en Por amor, solo por amor, La rebelde o Todo es mentira convirtieron su nombre en un imprescindible del cine español. La Celestina, dirigida por Gerardo Vera y El amor perjudica seriamente la salud, de Manuel Gómez Pereira, dos de sus grandes éxitos, prepararon entonces la nueva etapa decisiva de la carrera de la actriz: su trabajo con Pedro Almodóvar, Alejandro Amenábar y Fernando Trueba.
De chica Amenábar a chica Almodóvar
Tres directores fueron determinantes en la carrera de la actriz. Tiene obligada mención, en primer lugar, Pedro Almodóvar. Penélope Cruz confesó que supo que quería ser actriz con 15 años al visionar una de las películas más míticas del director, ¡Átame!. El flechazo fue mutuo: Almodóvar quiso contar con la actriz para la película Kika pero, su edad no lo permitió en este momento: “Eres muy pequeña, pero te llamaré en otra ocasión”, le dijo a Penélope.
Y no falló. En 1997, ya asentada en el sector, Penélope Cruz hizo su primera aparición en una película del director, Carne trémula, en la que también se reencontró con Javier Bardem. Aunque su papel, el de Isabel Plaza Caballero, no era protagonista, siguió demostrando la versatilidad de la actriz, tanto en un primero como en un segundo plano.
“Ya en su debut, Penélope hacía gala de una visceralidad y una autenticidad inusitada. Todo lo que hacía delante de la cámara respiraba verdad. Estas cualidades, junto a una disciplina ilimitada y una bondad personal que sólo conocen los que han trabajado con ella, las hemos desarrollado en las tres películas que hemos hecho juntos", confesó el director, tras el anuncio de las nominaciones de los Oscar en 2007.
Penélope contó a EL ESPAÑOL, años más tarde, sobre el director: “Es que es alguien que entra en tu vida y te da tanto como amigo, como maestro de tantas cosas, como inspiración… mi referente político desde que era una niña era él. No era ningún político. Pedro for president! Yo decía: mira, las cosas pueden ser de otra manera. Yo decía, por ahí es por donde hay que ir, y no me refiero a la movida, sino a su mensaje. Me movía muchas cosas por dentro, decía: esa persona tiene que estar en mi vida”.
Otro flechazo artístico de la intérprete se produjo con Alejandro Amenábar. Considerado como “un genio” por la actriz, el director de éxito no dudó en dar una oportunidad a Penélope en Abre los ojos, estrenada ese mismo año. Aunque su colaboración hubiera podido tener lugar antes: Penélope Cruz era la principal candidata para protagonizar la obra Tesis. Sin embargo, su agenda no lo permitió.
El tercer director que marcó la carrera de la actriz fue Fernando Trueba. En 1998, fue a través de La niña de tus ojos que Penélope siguió asentando su éxito, interpretando a Macarena Granada. Su rol la llevó a hacerse con el Premio Goya a la mejor interpretación femenina protagonista y el Premio del Cine Europeo a la mejor actriz europea, además del Fotogramas de Plata a la mejor actriz de cine y el galardón a la mejor actriz protagonista en la Unión de Actores.
El salto a Hollywood
Actriz consagrada en España en los años 90, Penélope Cruz no dudó en cruzar el Atlántico para alcanzar la meca del cine, Hollywood. Eso sí, siempre dejó claro que su viaje a Estados Unidos no solo era de ida, lo vio como una oportunidad para desarrollar su carrera con la certeza de volver a Europa.
Su primer gran apoyo a la hora de conseguirlo fue Salma Hayek: “No nos conocíamos personalmente, solo habíamos hablado por teléfono. Yo llegué con la propuesta de hacer una película, y solo iba a estar por dos meses. Pero la verdad es que no conocía nadie”, contó la actriz en el programa de Ellen DeGeneres.
Como antes lo habían hecho artistas como Sara Montiel o Conchita Montenegro, la actriz probó suerte fuera de las fronteras nacionales con un objetivo claro: no encasillarse. Decidida a no aceptar papeles de ‘mujer latina’, muchas veces caricaturales.
Penélope eligió cuidadosamente sus papeles: de Todos los hermosos caballos, adaptación de la novela de Cormac McCarthy por Ted Tally, a La mandolina del capitán Corelli, que protagonizó junto a Nicolas Cage pasando por Blow, junto a Johnny Depp… compartió el cartel de algunos de los estrenos más potentes de la década. El remake de Abre los ojos, titulado Vanilla Sky, contribuyó a la visibilización de la actriz pero, también del cine español.
Fue, asimismo, una de las pocas actrices españolas en ser nominada e incluso ganar en los ansiados Oscar: Fue nominada al Oscar a la Mejor actriz por Volver, en 2006, ganó el Oscar a la Mejor actriz de reparto por Vicky Cristina Barcelona en 2009 (convirtiéndose en la primera española en conseguirlo), y fue nominada al Oscar a la Mejor actriz en 2021 por Madres Paralelas. Vicky Cristina Barcelona fue, sin duda, la película de la consagración internacional de la actriz: consiguió una nominación a los Globos de Oro además de un Goya, el tercero de su historial, en la categoría de mejor actriz de reparto.
El símbolo del éxito definitivo de su salto a Hollywood llegó en 2011: se convirtió en la primera española en contar con la prestigiosa estrella en el Paseo de la Fama de Hollywood. La estrella, cuyo número es el 2.436, se encuentra en el 6.834 de Hollywood Boulevard, frente al teatro El Capitán.
Durante esta etapa, Penélope tampoco se apartó del cine europeo: en 2004, protagonizó la película italiana No te muevas, con la que consiguió el premio David de Donatello a la mejor interpretación femenina y fue candidata al Premio Goya a la mejor actriz. Combinó, desde los 2000 hasta hoy, grandes producciones estadounidenses como Bandidas, en 2006, Piratas del Caribe en 2011 o En los márgenes en 2022. En 2009, por su encarnación de Carla Albanese en Nine, la amante del protagonista, la actriz fue nominada al Globo de Oro, al Premio del Sindicato de Actores y, por tercera vez en cuatro años, al Oscar.
En 2016 protagonizó Zoolander, junto a Owen Wilson y Ben Stiller, además de un estreno muy sonado, el de La reina de España de Fernando Trueba, donde la actriz volvió a dar vida al personaje de la película La niña de tus ojos.
Afianzó, asimismo, su imagen de ‘chica Almodóvar’ con apariciones estelares en Los abrazos rotos, en 2009, Dolor y Gloria, en 2019 o Los amantes pasajeros, en 2013. Sus personajes, en apariencia variopinta, hacen eco a la personalidad de la actriz: cautivadores, luchadores y auténticos.
El 19 de septiembre de 2019, Penélope Cruz se hizo con el Premio Donostia. Se convirtió en la segunda actriz española en conseguirlo después de Carmen Maura y también la más joven de la historia en recibirlo, con tan solo 45 años.
Su último gran estreno fue Ferrari, en el que encarnó a Laura Ferrari, esposa de Enzo Ferrari, bajo la dirección de Michael Mann, personaje con el que empatizó especialmente: “Fue una mujer muy deprimida, que pasó por desgracias terribles. No había compasión por ella", comentó en una entrevista concedida a EFE.
En julio de 2023, anunció la preparación de su documental, un proyecto personal “muy importante y que requiere de paciencia, tiempo y muchas localizaciones", según la actriz. Es la evolución natural de otro gran proyecto de la actriz quien puso en marcha su propia productora llamada Moonlyon, creada en colaboración con The Mediapro Studio, responsable de crear la película Competencia oficial.
Icono de moda
Además de su carrera fulgurante en el ámbito cinematográfico, Penélope se asentó como una referencia de moda con el paso de los años.
Su estilo, moderno, sofisticado y colorido (pese a que el binomio formado por el blanco y el negro sea uno de sus valores seguros), acapara habitualmente la atención. Algunas tendencias, por las que apuesta habitualmente, son indudables puntos a favor: "En el caso de Penélope, lo de 'menos es más' es un acierto. Acierta cuando muestra sus hombros o con looks encajados en los hombros que remarquen su silueta. También con tejidos sobrios, con mucha calidad", aseveró la estilista Piluka de Echegaray, en una entrevista concedida a EL ESPAÑOL.
En 1998, un punto clave de su carrera, se adentró en el mundo del modelismo, convirtiéndose en la invitada estrella del desfile de Victorio y Lucchino, luciendo un vestido rojo de inspiración sevillana. En 2001, protagonizó su primera portada en la edición americana de la prestigiosa revista Vanity Fair.
Fue valorada como la mejor representante del estándar de la moda de los Oscar por el vestido firmado por Versace que lució en la edición de 2007. En 2010, fue, asimismo, considerada la mejor vestida de los Oscar en las dos últimas décadas.
Entre sus diseñadores de confianza, destacan, además de la citada casa italiana, Ralph & Russo o Armani Privé. Algunos de sus estilismos de alfombra roja pasaron a la historia: fue el caso de su vestido azul de Armani Privé elegido para la 84ª edición de los Oscar, el vestido con plumas de Atelier Versace que lució en el Festival de Venecia de 2017 o el diseño de encaje de Giambattista Valli, elegido para el evento ‘Lancôme x Louvre’, celebrado en el marco de la Semana de la Moda de París.
Sorprendió con diseños como el vestido granate de Donna Karan en los Oscar 2010 o el de Pierre Balmain, en la edición anterior. Se trataba de un modelo vintage que había visto en el escaparate de la tienda Lily et Cie años antes y del que nunca se había olvidado. Penélope arriesga, con plumas (una tendencia recurrente en sus alfombras rojas), vuelo, tirantes, bordados… aunque en su día a día, se suela decantar por estilismos más sencillos.
Pero en el ámbito de la moda, un hombre en concreto marcó su vida: Karl Lagerfeld. El diseñador alemán, director creativo de Chanel de 1983 hasta su fallecimiento en 2019, conoció a Penélope Cruz a principios de los años 90. Su relación se afianzó con el paso de los años, por su admiración mutua. “Siempre he estado totalmente obsesionada con Chanel, estudiándome todas las colecciones desde que era una niña, las de Gabrielle Chanel, Karl Lagerfeld después y ahora Virginie Viard”, confesó en una entrevista a Vanity Fair Penélope Cruz.
La primera aparición de Penélope Cruz con un diseño de Chanel en una alfombra roja se remonta al año 2003, concretamente a los Goya. Desde entonces, multiplicó sus apariciones vestida de la casa francesa hasta sellar definitivamente su relación con Chanel: protagonizó la campaña de la colección Crucero 2018-2019 convirtiéndose en la primera embajadora española de la casa.
En 2022, apareció en la gala de los Goya con un vestido con incrustaciones de margaritas de la colección Alta Costura 2021 de la casa, en la 70º edición del Festival de San Sebastián, brilló literalmente con un vestido negro con detalles plateados, de la colección Alta Costura de Chanel, en el Festival de Venecia, apostó por el look 28 de la colección otoño-invierno 2022-2023 de la casa.
Para la gala MET, que homenajeó al diseñador en 2023, eligió un vestido vintage, de la colección Alta Costura primavera-verano 1988 que Karl Lagerfeld diseñó para Chanel. Años antes, en 2019, participó también en la gala con un conjunto bicolor de la casa, alejada de los estrafalarios vestidos de la alfombra, que ese año, tenía como temática: Camp: notes on fashion.
Además, de sus múltiples apariciones en alfombras rojas con vestido de Chanel, la actriz también llevó su pasión por la casa a la pantalla: su personaje, Lena, en Los Abrazos Rotos, luce diseños de archivo de la casa.
Otra prueba de su profundo vínculo con Chanel: Penélope Cruz desfiló para la casa en el homenaje póstumo a Karl Lagerfeld, con la colección otoño-invierno 2019-2020, la última que diseñó el káiser antes de morir.
Otra de las casas que ocupa un hueco especial en la carrera de Penélope es, sin duda, Loewe, la casa española fundada por Enrique Loewe Roessberg en 1846. "Penélope Cruz es la perfecta embajadora de Loewe, al representar nuestros valores; pasión, autenticidad y excelencia", comentó la consejera delegada de la firma, Lisa Montague, en 2013. Protagonizó numerosas campañas de la firma, una de ellas, realizada en el Palacio Marqués de Villafranca de Madrid, ante los objetivos de Mert Alas y Marcus Piggott.
El director creativo de Loewe, en ese momento, Stuart Vevers, afirmó: "Como diseñador, la belleza poderosa y sensual de Penélope ha sido para mí una inspiración y una referencia constante de mi ideal de mujer española desde que llegué a Loewe".
En 2013, Penélope, junto a su hermana Mónica, creó el bolso Cruz para la casa española, un modelo inspirado en el Amazona, icono de Loewe: “Queríamos que el diseño fuera inconfundiblemente español. Por eso elegimos los lunares”, confesaban entonces las hermanas, sobre su propuesta.
Otras colaboraciones tienen obligada mención: la actriz fue imagen de la campaña otoño-invierno 2015-2016 de la firma italiana de marroquinería Carpisa, quien afirmó entonces: “Penélope es una mujer ecléctica y elegante que representa a la perfección el público de Carpisa y el diseño italiano de sus artículos".
De igual manera, la casa francesa Lancôme encontró en Penélope una de sus mejores embajadoras. Sustituyó a Kate Winslet al frente de la campaña de la fragancia Trésor. Colaboró asimismo con Mango en varias ocasiones. Creó junto a su hermana, Mónica, tres colecciones cápsula de edición limitada. El dúo también también ideó una colección para Geox, que además de recordar su complicidad, remarcó la importancia de Penélope Cruz como icono de moda.
Su compromiso social
Además de su impresionante carrera artística, la actriz no dejó de comprometerse con varias causas en los últimos años. En 2022, se convirtió en imagen de la nueva campaña de Unicef contra la desnutrición infantil. Hizo un llamamiento de apoyo ante la grave crisis que sufre la infancia en muchas partes del mundo. La actriz afirmó entonces: “Sigo de cerca el incansable trabajo de UNICEF por tratar de revertir esta situación y sé que hay solución, pero debemos actuar ya".
En 1998, la actriz viajó a la India, en compañía de Nacho Cano, creador de la Fundación Sabera, destinada a ayudar a las niñas huérfanas de India. En ese viaje, conoció a otra figura que marcaría su vida: Madre Teresa de Calcuta. “Me hizo ver el mundo de manera muy diferente. Me acordaré siempre de ella. Aquel fue un viaje que me cambió la vida", comentó la actriz.
En 2010, Penélope Cruz y Javier Bardem, junto a otras estrellas como Benicio del Toro o Dakota Fanning, se sumaron a la campaña 'The Lazarus Effect Campaign', ideada por el proyecto RED y destinada a luchar contra el SIDA en África.
Seis años más tarde, la actriz se implicó en la lucha contra otra enfermedad: la leucemia. Presentó el documental Yo soy uno entre cien mil, junto a la Fundación Unoentrecienmil y Viceroy, con el objetivo de retratar “la realidad de esta enfermedad, cómo afecta a las vidas de los niños que la padecen, su familia, su entorno”. Tal y como recordó la actriz, marcada de por vida según sus propias palabras, “muere un niño al día. Los esfuerzos grandes se derivan al mundo adulto. Haría falta más colaboración. Que cada uno pueda poner su granito de arena es muy importante. Todos podemos hacer algo”.
En 2020, la crisis del coronavirus azotó al mundo y numerosas personalidades públicas sintieron la necesidad de contribuir a la lucha. Una de ellas fue Penélope Cruz quien anunció la donación, junto a Javier Bardem, de material sanitario: “Gracias a la ayuda logística de Inditex hemos podido comprar 100.000 guantes de Nitrilo y 20.000 Mascarillas tipo FFP2, que hoy han llegado al hospital de La Paz en Madrid”, aseguró en una publicación de Instagram, en marzo de ese mismo año.
Otra de las batallas de la actriz es la protección animal: protagonizó numerosas campañas en contra del uso de pieles animales. En 2012, posó para el grupo PETA (People for the Ethical Treatment of Animals) con un eslogan llamativo: “Dale la espalda a las pieles”. Seis años más tarde, protagonizó la campaña de Navidad, con otro mensaje clave: “Protege a los animales. Nunca vistas pelaje”. La actriz se posicionó de forma clara: "Muchos diseñadores están descartando las pieles, y estoy esperando con ansias el día en que ningún animal sea enjaulado o atrapado y asesinado por su pelaje".
En 2018, se convirtió en la anfitriona de lujo de una cena solidaria organizada por Open Arms con el objetivo de recaudar dinero para los refugiados que llegan a España. Pedro Almodóvar, Juan Antonio Bayona, Mónica Cruz y Elena Anaya fueron otros de los famosos que se sumaron a la causa.
Ese mismo año, la actriz deseó unirse a la reivindicación de la Asociación de mujeres cineastas y de medios audiovisuales (CIMA), posando con el abanico rojo con el hashtag #MASMUJERES en la gala de los Premios Goya. ¿El motivo de la reivindicación? Denunciar la falta de visibilidad de mujeres y pedir una mayor representación "en guion y dirección, desde donde surgen las historias que luchan contra los estereotipos; en los cargos de responsabilidad, equilibrando la estructura del cine y jefas de equipo en los puestos técnicos que rompan definitivamente con el cliché de la especialización", según explicó la CIMA en un comunicado.
Penélope Cruz recordó en varias ocasiones, a raíz del movimiento Me Too, que el reconocimiento de las injusticias no "iba a ser corto o sencillo y estamos todavía muy lejos de llegar a un lugar de igualdad”. En el programa Lo de Évole, explicó su propia experiencia con Harvey Weinstein. Pese a no vivir el drama en primera persona, si lo sintió en su entorno más cercano: “Yo trabajé con él y aunque no me pasó a mí, le ha pasado a algunas amigas mías. Algunas por miedo no me lo contaron hasta que todo esto salió a la luz".
También en 2018, Penélope Cruz participó en la campaña, ‘Write Her Future’, una iniciativa de Lancôme, realizada con la asociación Plan Internacional en España, para luchar contra un problema tan recurrente como invisibilizado: el analfabetismo funcional. Este supone una lacra para numerosas mujeres, que se enfrentan a dificultades, por ejemplo, a la hora de incorporarse al mundo laboral.
En 2022, la actriz recibió, asimismo, el Premio Nacional de Cinematografía, dotado con 30.000 euros. Decidió donar un tercio de esta dotación económica a la Unidad CRIS contra el Cáncer de Terapias Avanzadas del Hospital Universitario La Paz de Madrid. “Penélope Cruz, con su fuerza, su vocación, continúa esa estirpe de mujeres audaces que supieron abrirse paso más allá de nuestras fronteras sin renunciar a sus raíces. Mujeres feministas antes que nadie, que, mucho antes de la toma de conciencia colectiva, lucharon por defender, como Penélope, su independencia, su criterio y su libertad”, comentó entonces el ministro de Cultura y Deporte, Miquel Iceta.
Su historia de amor y familia
Aunque el inicio de su relación fuera desvelado en 2007, la historia de amor más conmovedora del panorama cinematográfico español empezó años antes. Javier Bardem y Penélope Cruz coincidieron por primera vez en 1991, en la película Jamón, jamón. Con 24 y 17 años respectivamente, su predestinación ya era una evidencia por su química, tanto dentro como fuera de la pantalla. "No sé qué habría pasado si esa película no se hubiese hecho", confesó Javier Bardem.
Pese a perderse parcialmente de vista por proyectos y relaciones en los años siguientes, los actores nunca se alejaron del todo. Coincidieron en obras como Carne trémula, El consejero y por supuesto Vicky Cristina Barcelona, película en la que formaron un trío hipnótico con Scarlett Johansson.
La película no solo fue decisiva por firmar la consagración internacional de Penélope Cruz (se hizo con la estatuilla de los Oscar, tal y como mencionamos anteriormente), también marcó el inicio formal de una relación que solo era cuestión de tiempo. “Como nos conocimos mucho tiempo antes, al volvernos a ver, vimos a las personas y no a las estrellas del cine o a los personajes”, confesó el actor.
Selló su relación una conversación tras este rodaje, que Bardem desveló con naturalidad: “Pensaba en ese momento: ‘Ay, que no le he dicho nada’, y el último día del rodaje ya le dije: ‘Oye, por cierto, que me gustas’, y ella según me contó, pensó: ‘¡Ya era hora!’". Una declaración de amor que se convirtió en la premisa de una boda muy discreta, celebrada en Las Bahamas en 2010.
Del fruto de su amor nacieron sus dos hijos, Leonardo, el 22 de enero de 2011 y Luna, el 22 de julio de 2013. Preocupada por su exposición, la actriz aseguró en una entrevista concedida a ELLE: “Les corresponde a ellos decidir si van a tener un trabajo más expuesto al público o no. Podrán hablar de ello cuando estén preparados”.
Desde entonces, salvo contadas apariciones en alfombras rojas, la pareja opta por la discreción, consciente del interés mediático que sigue generando su historia, digna de un cuento de hadas moderno.
El futuro de Pe
Penélope Cruz cumple 50 espléndidos años, con el mismo ímpetu que cuando empezó su carrera. Arrancó el año con apariciones estelares, entre ellas, en los SAG Awards, en los Goya (con quizá uno de sus mejores looks de Chanel) y en los estrenos mundiales de Ferrari. Permanece discreta, sin artífices, aunque cada una de sus apariciones se convierta en noticia. Porque, por mucho que pase el tiempo, Penélope sigue siendo la estrella que enamoró a toda España en los años 90. Con la certeza de priorizar a su familia y de contar historias, tanto delante como detrás de la pantalla, Penélope no deja de escribir la película de su vida. Quedamos pendientes de su segunda parte.
Créditos
Sobre el proyecto
La información y los gráficos de este reportaje visual se han elaborado contrastando fuentes fiables y recopilando las informaciones propias del periódico EL ESPAÑOL.
Las imágenes multimedia provienen de agencias y servidores de distribución audiovisual: Gtres, Europa Press, EFE y el archivo propio de EL ESPAÑOL.
Los vídeos provienen del archivo propio de Chanel.
Este especial es un homenaje a la trayectoria de Penélope Cruz por su influencia en el mundo de la cultura, tanto a nivel nacional como internacional.