Los Marinos José, convertido durante años en uno de los grandes templos gastronómicos de la provincia de Málaga, da un salto cualitativo sin precedentes en su aún corta historia y puede ya presumir de la profunda metamorfosis a la que se ha sometido en los últimos meses.
La nueva imagen del señero establecimiento, localizado a pocos metros del mar en Fuengirola, lleva la firma del estudio Lago Interioriza, responsable de la modernización y adecuación de un local que sigue teniendo en el pescado y el marisco sus grandes protagonistas.
La revitalización de su imagen interior y exterior se hacía necesaria en un restaurante con un tique medio que supera los 100 euros y que se encuentra entre los más distinguidos y valorados en algunas guías internacionales. El paso adelante ahora dado por la familia que lo viene regentando desde hace algo más de 30 años abre la puerta a que pueda, llegado el momento, tener una mayor reconocimiento por parte de Guía Michelin, que ya lo señala como "un icono de la cocina marinera en la Costa del Sol".
El trabajo de Lago Interioriza queda patente al observar el antes y el después. De un establecimiento tradicional, más cercano al concepto de chiringuito, a un concepto actualizado en toda su dimensión. El trabajo, tal y como cuenta Paco Lago, uno de los responsables del estudio de interiorismo, ha supuesto todo un reto.
No sólo por el deseo de "no romper la relación con el chiringuito", sino por el tiempo en que debía realizarse esa adecuación. "Teníamos que aprovechar el cierre del local, de unos meses al año y nos hemos pasado en unos 15 o 20 días", explica. Los Marinos José ya han reabierto sus puertas.
Lago cuenta a EL ESPAÑOL de Málaga que en el proceso de transformación ha sido necesario cuidar todos los detalles. Una de las variaciones más significativas se relaciona con la icónica mesa de pescado que los clientes encontraban justo a la entrada. "Era uno de sus distintivos; ahora es como una especie de mesa de DJ", describe.
De hecho, una de las grandes novedades es que la reorganización interior va a permitir disponer de un espacio de cocina abierto a los comensales, de manera que estos podrán visualizar en directo cómo se preparan los platos. Para dar forma a esta zona de showcooking, "nos hemos inspirado en los puestos de pescadería de un mercado y para ello hemos empleado con un acero humilde; lo más complejo ha sido la maquinaria para que la gente pueda comer delante de la mesa".
El cambio, muy atractivo en cuanto al acercamiento con los comensales, ha provocado dificultades que han tenido que ser resueltas. La mayor parte de ellas vinculadas a los olores propios de la cocina del pescado y el marisco.
Lago subraya también la labor realizada para controlar la reverberación en la sala, al objeto de conseguir que siga siendo un espacio agradable; el tratamiento de la luz, y el empleo del color de la arena y del azul del mar como únicos elementos cromáticos.