De discoteca de verano a convertirse en el mejor restaurante de cocina tradicional de la provincia de Málaga. Ese es el extraordinario viaje protagonizado por La Huerta, uno de los establecimientos hosteleros que todo buen comensal debe apuntar en su agenda y que esta misma semana ha sido reconocido por la Academia Gastronómica de Málaga en su gala anual, celebrada este sábado.
La Huerta presume de ofrecer a sus clientes una "cuidada" cocina casera que une los sabores tradicionales de Málaga y la cocina actual. Y todo ello por medio de una mezcla de platos, en las que mantienen el protagonismo de siempre el plato de los montes, las migas o los guisos calientes ideales para fechas como las actuales.
Los que han tenido la fortuna de degustar su amplia carta, con valoraciones más que elevadas en, por ejemplo, TripAdvisor, subrayan el buen trato del personal y lo sabroso de sus entrantes y de carnes como el chivo y la paletilla.
Localizado en Casabermeja, a pocos kilómetros de la capital de la Costa del Sol, es un referente más que fiel a la cocina de toda la vida, que Pepa, dueña del restaurante, ha heredado de su padre, José. Ella misma relataba tiempo atrás cómo La Huerta es realidad después de que su padre apostase de manera decidida por reconvertir una antigua discoteca de verano.
Relata que estaba tan convencido del potencial del negocio que estuvo varios días contando los coches que pasaban junto al local. Eso le permitió hacerse idea de la gente que podía parar en La Huerta.
Este restaurante de interior toma el testigo de Sarmiento, negocio regentado por los hermanos Miguel y Juan Diego Hernández Sarmiento, que el año pasado fue galardonado como el mejor de cocina tradicional de la provincia. Otro ejemplo de buen trabajo gastronómico fuera del circuito de la Costa del Sol.
Como ocurre con La Huerta, en el caso de Sarmiento hay que viajar al interior, hasta Casares, para degustar una carta en la que destacan sus guisos, las setas de temporada, las ensaladas con hortalizas y los huevos rotos con morcilla de chivo.