Se llama Jony, tiene 41 años y nació en Málaga. No recuerda el barrio donde nació ni mucho menos la calle donde vivió cuando tan solo era un niño. Tampoco tiene acento andaluz, no le dio tiempo a cogerlo antes de marcharse a la capital. Ahora se siente más madrileño que malagueño, los años hablan por sí solos y se conoce las calles de Madrid mejor que su propia mano.
Ha pasado los últimos siete años de su vida en la calle. En 2015 perdió su trabajo como camarero y, desde entonces, se ha pateado las calles de la ciudad cada día. Comenzó esa etapa de su vida tras haber jugado con las drogas y la delincuencia más de lo que debiera, pero un día dio un puñetazo sobre la mesa y decidió que daría un nuevo rumbo a su vida.
Y así lo hizo. Se afincó un espacio en la Plaza de las Cortes y se aisló de toda la gente que en su día le incitó a seguir consumiendo. Comenzó a importarle más estar limpio que tener una casa. Era una cuestión de estar sano. La casa era algo que, de momento, no le preocupaba.
Gracias al apoyo de Cruz Roja, consiguió salir de las drogas y comenzó a vender por las calles de Madrid objetos como postales o paraguas. Era su forma de sobrevivir. Para colmo, llegó a su vida la pequeña Duna, una perrita que, sin duda, le ayudó a salir adelante y que ha estado presente en uno de los momentos más felices de su vida. Su llegada a Twitch.
Un día decidió probar suerte en la famosa plataforma de streaming donde triunfan españoles como AuronPlay o Ibai. Empezó con su móvil, con directos básicos y de calidad baja en cuanto a imagen. Llegó sin el objetivo, precisamente, de ganar dinero, sino porque era consumidor de contenido en Twitch y quería ver cómo se sentía al otro lado. Lo que no esperaba Jony es que en cuestión de siete meses comenzaría a crecer muy rápido hasta el punto que no sabría casi cómo gestionarlo.
Dejó de vender paraguas para madrugar, informarse sobre temas de actualidad y saludar a sus seguidores en cada una de las redes sociales. Así, se hizo con un ordenador donde comenzó a grabar sus directos de la noche y del mediodía. Cuando tenía aproximadamente 700 seguidores comenzó a obtener unos 1.000 euros al mes que trataba de ahorrar al máximo para, en el futuro, (no tan lejano, algo que él no esperaba), poder vivir en una casa.
En octubre, su historia saltó a varios medios de comunicación, lo que provocó que más personas en España conocieran su historia y comenzaran a seguirlo. Ahora, Jony acumula casi 1.700 suscriptores y tiene más de 35.000 seguidores que están presentes en sus directos.
"Me han ayudado grandes personas de Twitch como Siro López, Valentín Sanjuan, Rubén Martín o muchos más que seguro que me dejo. Todos ellos me han ayudado a ganar popularidad en la plataforma y se han convertido en amigos", comenta Jony a este periódico. Así, también cuenta con un canal de YouTube donde una persona le edita los mejores clips de sus directos para que sus seguidores puedan tenerlo siempre a su alcance.
Sin embargo, este cambio de vida es aún más grande desde la noche del pasado 27 de octubre, cuando en mitad de uno de sus directos, un espectador, a través de la plataforma, le donó 500 euros y, además, se ofreció a donarle otros 11.000 en bitcoines.
Jony no podía aguantar la emoción y casi creía que era una broma. Pero no. En cuanto le dio su cuenta y tras unos trámites, el usuario 'CamperonaTV' le donó lo prometido. Un apoyo que resultaba clave para poder lograr, al fin, un hogar durante al menos durante un año, lo que le permitiría poder seguir creciendo a través de la plataforma de streaming.
Así, este mismo mes por fin ha podido firmar su contrato y ya se encuentra en calma, en casa, junto a su perrita, que no se separa de él. En una conversación previa a la llegada de la donación de los 11.000 euros, Jony confesaba a EL ESPAÑOL de Málaga que estaba pensando en qué tipos de contenidos podría hacer cuando llegara el momento de vivir bajo techo.
"En el caso de lograr tener una casa, el canal tendrá que evolucionar de otra forma porque ya no está el morbo de vivir en la calle. Quiero dar charla en centros de menores sobre cómo me jodía la vida con solo quince años para que los niños no hagan lo que yo hice y grabarlas en directo. Igualmente, estar en una casa me permitiría cocinar y seguir charlando con la comunidad. Como novedad, no me importaría empezar a hacer manualidades, que siempre me han molado", nos contaba.
Ahora que su sueño se ha hecho realidad vemos que ha sabido reinventarse. Manteniendo su esencia, respondiendo a las preguntas de sus seguidores y debatiendo con ellos sobre actualidad, ahora también realiza recetas desde su cocina o incluso ha hecho su propio 'house tour' para hacer a todos los que le siguen partícipes de una hazaña que no olvidará en la vida.
Jony resulta un ejemplo de superación, de reinvención y de valentía demostrando que, pese a lo difícil que sea el camino de la vida, todo es posible.