El Reina Sofía es uno de los tres principales museos de Madrid junto al Prado y el Thyssen. El espacio también se ha convertido en el referente número uno del arte contemporáneo en España. La Casa Invisible, el centro cultural y social ocupado desde hace 15 años en Málaga, puede presumir en la actualidad de ser uno de sus principales aliados en la ciudad de los museos.
En mitad de la polémica por su posible desalojo, el espacio en calle Nosquera ha plantado cara a las autoridades municipales de una forma contundente y hasta irónica. El centro ha anunciado la celebración en su sede de un congreso internacional sobre el futuro de las políticas culturales en Europa, organizado por el Reina Sofía y el European Institute for Progressive Cultural Policies en 2022.
El encuentro reunirá el 25 y 27 de febrero a los directores de las instituciones promotoras del evento (Monika Mokre y Manuel Borja-Villel); al exdirector del Centro Pompidou de París, Bernard Blistène; a los artistas Rogelio López Cuenca y Elo Vega; a la concejala de cultura de Viena, Veronica Kaup-Hasler; y a representantes de las universidades de Berlín, Zúrich, Viena, Londres y Málaga.
La relación de la casa 'okupa' con el Reina Sofía viene de muy lejos. Su director, Manuel Borja-Villel, tiene una estrecha relación con ella desde que estuvo al mando del Museo de Arte Contemporáneo de Barcelona (MACBA). "Desde los inicios de la Invisible, Borja-Villel estuvo implicado en uno de los primeros eventos que se hicieron en 2007", asegura Kike España, uno de los portavoces del espacio.
En aquel momento surgió el proyecto de Las Agencias, un primer intento de relación entre movimientos sociales que estaban realizando prácticas culturales novedosas y la reconocida institución de arte contemporáneo. "Fue un primer ensayo. A raíz de ahí las colaboraciones han sido múltiples", cuenta España.
Las Agencias llegaron a ser cinco: la Agencia gráfica, la Agencia de medios, la de Moda y complementos, la Agencia fotográfica y la Agencia espacial. El método de trabajo que aplicaron en las jornadas celebradas en el Espai Obert de Barcelona fue el mismo para todas ellas: talleres de creación colectiva.
El director del Reina Sofía desde 2008 le sigue la pista desde su fundación. De hecho, el historiador del arte ha visitado muchas veces el centro social. Incluso tiene conocimiento del aviso de desalojo. Su estrecha relación se ha materializado en proyectos con el museo como la Fundación de los Comunes en 2011, de la que son miembros junto a la librería Traficantes de Sueños, el Patio Maravillas y la Tabacalera en Madrid, entre otras instituciones.
La elección de La Invisible para albergar el congreso en 2022 "resulta lógica, por la labor que La Invisible viene desarrollando en Málaga para articular redes de cultura crítica y por la colaboración que mantenemos desde hace muchos años", defendió Sara Buraya, coordinadora de L'Internationale y de Museo en Red del Museo Reina Sofía, dependiente del Ministerio de Cultura, en la presentación del evento.
Para Buraya, "esta larga colaboración (que esperan que se extienda muchos más años) nos ha ayudado a pensar el Museo como un espacio de que se abre" y ha recordado que "ya en 2017 el Reina Sofía celebró en La Invisible el seminario Picasso en la institución monstruo". Igualmente, en 2018 el espacio colaboró con el centro social para trabajar en "una cultura que se alimente de la creación de los artistas, pero también de la ciudad".
A raíz del seminario, el artista Rogelio López Cuenca y Elo Vega organizaron un taller en La Invisible. Con ellos y el muralista Dreucol hicieron el provocador proyecto Málaga 2026, "un periódico irónico donde había piezas artísticas y textos, incluso una investigación sensible sobre cosas que ocurren en la ciudad como la mercantilización de la imagen de Picasso por parte del Ayuntamiento", resume.
Aquella propuesta se hizo con la ayuda del Reina Sofía, que le ha llegado a dedicar una retrospectiva a López Cuenca, con motivo del 80 aniversario del Guernica. "En Málaga, la colaboración del museo la hizo con nosotros y no con el Museo Picasso. Hablábamos de la situación en la ciudad y mencionábamos la turistificación, que minaba el modelo cultural malagueño y la relación con los artistas locales", recalca el arquitecto.
En julio de 2018, el centro volvió a llenar el patio de su sede en unas jornadas con la participación de los directores del Reina Sofía y del MACBA. "Hemos organizado conjuntamente varias conferencias y ciclos de actividades en el espacio madrileño. Esto tiene la intención de mostrar lo que hacemos. Que parece que no ven las cosas que son invisibles que es como se produce cultura", señala el portavoz de la Invisible en alusión al congreso que se celebrará en 2022.
El centro social ha colaborado también con MediaLab Prado (han dado allí conferencias y orhanizaron juntos en el espacio de calle Nosquera el proyecto Málaga Experimenta en 2018); y con la Tabakalera San Sebastián (de hecho les han invitado de manera repetida al proyecto HirikiLabs). Sin olvidar su participación en las jornadas Cultural local y construcción de la ciudadanía, organizadas por la Secretaría de Estado de Cultura del Gobierno de España en 2015.
Al final de la conversación, el coordinador del congreso Multiplicity por parte de La Invisible adelanta que están trabajando en un proyecto con el Museo Reina Sofía para celebrar el 50 aniversario de la muerte de Picasso, que tendrá lugar entre 2022 y 2023. Además, van a participar en jornadas del centro de estudios y la cátedra del espacio.
El centro social y cultural, que nació en 2007 como respuesta de algunos artistas que no tenían espacio donde crear, ha acogido en numerosas ocasiones a figuras de primer nivel como Alfonso de la Pola (Rolabola), Premio Nacional de Circo 2017, y la bailaora María del Mar Suárez La Chachi.
La situación del edificio público, okupado en calle Nosquera de manera irregular hace 14 años, volvió a estar sobre la mesa en el Ayuntamiento de Málaga a principios de noviembre. Tras la renuncia del alcalde, Francisco de la Torre, a intervenir y a impulsar el desalojo del inmueble, que ha costado ya cuatro millones de euros a las arcas públicas, fue su socio de gobierno, Ciudadanos, el que tomó el relevo.
El partido naranja presentó una moción de urgencia donde reclamó su desalojo "con la mayor brevedad posible". Ante el movimiento de Cs, el colectivo de la Casa Invisible se manifestó el pasado 27 de noviembre al grito de "¿dónde está Paquito? Paquito está vendiendo la ciudad". A la concentración asistieron unas 2.000 personas.
"No nos ha llegado ninguna notificación de desalojo, ni aviso de nada. Es una declaración del concejal de Urbanismo y de las fuentes municipales a través de los medios. Nos preguntamos dónde está ese informe técnico. No hay ningún problema estructural", se despide España.