"¿Dónde está Paquito? Paquito está vendiendo la ciudad". Ha sido uno de los cánticos más coreados durante la manifestación contra el desalojo de la Casa Invisible. Unas 1.600 personas, según la Policía Nacional, ha defendido "el espacio de cultura libre" y también centro social durante una marcha festiva, pacífica y llena de color que ha inundado las calles del centro de la capital este sábado.
La situación del edificio público, okupado en calle Nosquera de manera irregular hace 14 años, volvió a estar sobre la mesa en el Ayuntamiento de Málaga a principios de noviembre. Tras la renuncia del alcalde, Francisco de la Torre, a intervenir y a impulsar el desalojo del inmueble, que ha costado ya cuatro millones de euros a las arcas públicas, fue su socio de gobierno, Ciudadanos, el que tomó el relevo.
El partido naranja presentó una moción de urgencia este mes donde reclamó su desalojo "con la mayor brevedad posible". Ante el movimiento de Cs, el colectivo de la Casa Invisible anunció una manifestación inminente que ha tenido lugar este sábado. Al grito de "Paco, escucha, La Invi está en la lucha", cientos de personas han pedido la cesión del espacio por "petición popular" y han invitado (de forma cómica, eso sí) al desalojo del Gobierno municipal.
Los manifestantes, vestidos la mayoría con camisetas de la Invisible, han salido pasadas las 12:00 desde calle Nosquera donde se encuentra el espacio okupado para pasar luego por Comedias, Carretería, Alcazabilla, el Museo de Málaga y finalmente el Consistorio como última parada. Casi tres horas de protesta sin ningún altercado donde se han escuchado proclamas como 'A la Invisible no se la echa; viva la cultura y Málaga'.
Antes de su salida, miembros de la Casa Invisible han llevado a cabo una reivindicativa performance desde el balcón donde han emulado un pleno del Ayuntamiento. "En esta ciudad falta un espacio de cultura libre donde podamos ir a crear nuestro arte sin que nos digan lo que tengamos que hacer o ser, de la manera más libre posible", ha señalado una de las artistas.
Otra de las mujeres ha dicho: "Estoy hasta las narices de no poder reunirme con mis compañeros y compañeres. Tenemos muchos motivos para autoorganizarnos y luchar por aquello que nos está jodiendo. Que conste en acta. No queremos pedir permiso a nadie para poder reunirnos las colectivas".
Mientras se aprobada la primera moción de este pleno de vecinas, el público las jaleaba y decían sí a la propuesta. "Necesitamos un lugar de autoformación. Quiero cantar y hacer teatro. Como si quiero hacer una lectura de filosofía o feminismo. Quiero un espacio para esto. Quiero un espacio de gestión ciudadana para vecinas y aulas de cultura libre", ha propuesto otra de las personas encargadas de representar el teatrillo.
"¡Ya existe un sitio en calle Nosquera. Se llama la Casa Invisible", ha contestado de inmediato otra de las artistas, que ha pedido que sigan existiendo "espacios de amistad y solidaridad, libres de especulación y privatización que escapen de la lógica capitalista". "Estamos de acuerdo en el derechos a inventar la ciudad", han concluido.
El público ha entendido desde el minuto uno que se trataba de una celebración festiva en favor del espacio cultural. El humor tampoco ha faltado y ha estado presentes en numerosas pancartas donde se ha podido leer desde 'Kafka for president' a 'Ce n'est pas un desalojo' (en vez de pipe) o una frase de la filósofa Hannah Arendt que dice: "El coraje es indispensable porque en la política está en juego el mundo".
Qué colectivos han ido
Entre los colectivos asistentes han estado Las superheroínas; La medusa colectivo, Red feminista; Biznaga y orgullo crítico; Las invidanzers; Movimiento Friday for future; Stop desahucios; Pensamiento en movimiento; Bienvenida refugiadas; La Nave; La Poderío; la Red feminista latinoamericana; y la Red maricones del Sur. También se han sumado jóvenes y niños; Ecologistas en Acción, Greepeace y numerosos colectivos sociales malagueños.
Al final del recorrido, los asistentes a la manifestación han parado en el Ayuntamiento para plantar cara al "injusto" desalojo. Unas 7.000 personas, según los miembros del colectivo de la Invisible, han pedido la cesión popular del edificio en la convocatoria más multitudinaria en 14 años de historia del espacio libre de cultura.