Carlos Bentabol posa tras la entrevista con EL ESPAÑOL de Málaga.

Carlos Bentabol posa tras la entrevista con EL ESPAÑOL de Málaga. Angel Recio

Tecnología A TÍTULO PERSONAL

"Málaga no es solo una moda, tiene un futuro espectacular pese al precio de la vivienda o la falta del tren litoral"

Carlos Bentabol, uno de los impulsores del Parque Tecnológico de Andalucía, se jubila tras casi 30 años en Ingenia. "Hay empresas espectaculares con proyectos muy grandes y serios en Málaga", indica. 

Más información: "Hay que estar atentos para no morir de éxito; a Málaga cada vez viene más gente a vivir, pero los recursos son los mismos"

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Carlos Bentabol es historia viva de la Málaga tecnológica. Trabajó en el famoso departamento de I+D de Fujitsu liderado por Felipe Romera cuya desaparición provocó el nacimiento del Parque Tecnológico de Andalucía o de empresas como Ingenia, en la que Bentabol ha ocupado cargos de responsabilidad durante casi 30 años. 

Estudió Informática a petición de su padre, que vio futuro en ese sector al encontrar ofertas de empleo en un periódico de tirada nacional en 1979. Y luego Bentabol puso todo lo demás. Ha dedicado la mayor parte de su carrera al área comercial y de marketing y en los últimos tres años se ha centrado en la organización de eventos en la multinacional española Babel, que compró Ingenia. 

Esta semana ha anunciado que se jubila en la red social Linkedin y ha recibido un auténtico tsunami de palabras de afecto. EL ESPAÑOL de Málaga ha querido contar su trayectoria de la mano de su protagonista y Bentabol nos ha concedido esta entrevista para nuestra sección A título personal

¿Cómo empieza su carrera en el mundo tecnológico? ¿Siempre quiso dedicarse a este sector?

Soy malagueño y cuando estaba en COU no tenía ni idea de qué iba a estudiar. Es cierto que se me daban bien las carreras técnicas, pero fue un anuncio de empleo en El País en el que mi padre vio que buscaban técnicos de sistemas, analistas y programadores. Mi padre me dijo “niño, entérate de qué va esto porque parece que hay futuro en este tipo de trabajos”. Busqué la dirección de IBM, que era una de las empresas más grandes del mundo en este sector, y les escribí sin tener ni idea. Me contestaron que había unos estudios superiores de informática en España que se cursaban en Madrid, San Sebastián y Barcelona en la Facultad de Informática. Y me fui a estudiar Informática a Madrid. No tenía antecedentes familiares ni nada en informática ni ninguna orientación. Fue por un anuncio en un periódico que vio mi padre un domingo. Era 1979.

Su padre no se equivocó.

No. Podía haber estudiado cualquier ingeniería pero al final hice Informática y he estado muchos años trabajando.

¿Qué hizo cuando terminó la carrera?

Hice la mili y tuve un destino amable por haber estudiado Informática ya que estuve en el Centro de Cálculo del Ejército en Sevilla. Cuando la terminé tenía que buscar trabajo. En Madrid había unas posibilidades de empleo tremendas ya que había eclosionado la informática y había muy pocos profesionales y muy pocos titulados. Pero soy malagueño, me gusta mucho Málaga y quería trabajar aquí. En aquel momento en Málaga estaba Secoinsa, una fábrica donde se diseñaban y construían equipos de telecomunicaciones y ordenadores. Eché el currículum y después de un proceso de selección entré a trabajar, llamándose ya Fujitsu porque la había absorbido.

Carlos Bentabol en la sede de EL ESPAÑOL de Málaga.

Carlos Bentabol en la sede de EL ESPAÑOL de Málaga. Angel Recio

Era uno de los sitios más punteros en tecnología en España. Lo que se hacía en el departamento de I+D de Fujitsu en Málaga no se hacía en ningún sitio en España. Se diseñaban todas las tecnologías y todos los equipos de telecomunicaciones con el que funcionaban las redes de datos, los módems de interconexión y también se diseñaban equipos de microinformática. Era el trabajo ideal para un recién titulado.

Ese famoso equipo de I+D de Fujitsu es el germen del Parque Tecnológico de Andalucía.

Lo bueno no dura siempre. En 1992 fue el fin de ese laboratorio en el que había más de 150 personas trabajando.

¿Qué pasó exactamente?

La gente dice que fue por las inundaciones pero no tuvo nada que ver. Es verdad que se inundó la fábrica y que tuvo que ir La Legión a rescatar a todos los que se quedaron aquella noche. Yo había salido inconscientemente a las tres de la tarde y estuve ocho horas andando para llegar a mi casa.

El problema fue que Fujitsu, a nivel multinacional, compró una empresa británica que se llama ICL y nos llevaba 50.000 vueltas de ventaja. Estaban ya fabricando equipamiento y miniordenadores. Era otra liga. Ellos estaban en la Champions y nosotros en la Primera División en España. Lógicamente los japoneses vieron que donde estaba el negocio y el crecimiento de la compañía en España y en Europa era en ICL. Empezamos a perder contratos. Por ejemplo, Telefónica era el principal cliente y creó su propio departamento de I+D.

Ese departamento estaba capitaneado por Felipe Romera, impulsor del parque tecnológico y sigue siendo su director general.

Sí. Felipe Romera era el director del departamento de I+D de Fujitsu. La Junta de Andalucía, el Ayuntamiento de Málaga y Fujitsu crearon una empresa llamada Ingenia. Todo esto fue en 1992, cuando se acababa de terminar la obra del parque tecnológico. Ya estaba establecido el BIC Euronova, que fue donde Ingenia se alojó por primera vez, estaba Cetecom, Hughes y lo que siempre hemos llamado de broma el cortijo que era la sede central del PTA que aún sigue existiendo.

A 14 de las personas que estábamos en ese departamento de I+D de Fujitsu, entre las que yo me encontraba, nos mandaron a Ingenia. Nos cogieron porque podíamos tener una mejor aproximación al mercado. Yo, por ejemplo, había sido programador de software de cajeros en mi última época en Fujitsu y se pensaba que eso tenía futuro. Muchas otras de las personas del ERE de Fujitsu se fueron a Cetecom, a la Universidad de Málaga, en Hughes o a otros lugares. De esta forma se alimentó con profesionales el terreno tecnológico de Málaga y fue totalmente determinante en el crecimiento de la universidad, concretamente de las escuelas de informática y teleco, ya que se nutrió de muchos profesores, primero asociados, con experiencia real en las empresas. Y no solo de Fujitsu sino también de Citesa, la fábrica de teléfonos que luego fue Alcatel.

¿Cómo fueron esos inicios en Ingenia?

Muy complicados porque empezamos en 1992. Se acabó la Expo, se acabó las Olimpiadas y vino una crisis terrorífica. Nos costó muchísimo salir adelante. Pensábamos que le venderíamos cosas a Fujitsu, la Junta o el Ayuntamiento que eran los socios de la empresa, pero no fue así. Tuvimos que salir al mercado y el problema era que el jueves íbamos todos con la bata blanca de ingenieros y el lunes había que ponerse traje y corbata porque teníamos que salir a la calle a vender. No teníamos formación comercial.

"Fue totalmente determinante en el crecimiento de la Universidad de Málaga, concretamente de las escuelas de Informática y Teleco, que se nutriera de profesionales que habían salido de Fujitsu o Citesa porque tenían experiencia real en empresas" 

Pese a esos inicios, el proyecto fue un éxito. Con el paso de los años llegaron a tener más de 300 empleados.

Sí, hemos tenido muchas etapas. El primer accionista que salió de la empresa fue la Junta de Andalucía y se las compró Unicaja, que era uno de nuestros principales clientes. Ingenia, y ahora Babel, ha acompañado a Unicaja en toda su evolución tecnológica desde 1992. Los tres proveedores de confianza de Unicaja éramos nosotros, aunque costó mucho trabajo conseguirlo, Telefónica e IBM. Fujitsu también vendió a un grupo inversor andaluz, la familia Madariaga, y Promálaga, con un 20%, sí siguió hasta el último momento.

Y llegó Babel, una empresa tecnológica española en proceso de crecimiento, y nos compró. Fue en julio de 2021. En Ingenia nos definíamos como una multinacional andaluza porque trabajábamos también en Chile y Perú además de clientes relevantes en España. Cuando entra Babel nos abrió nuevas posibilidades de desarrollo profesional. Creo que esa integración se realizó muy bien por las dos partes.

Ha estado casi 30 años trabajando en Ingenia. ¿Cuáles han sido sus mejores y peores momentos?

Ha habido momentos muy, muy buenos. En junio de 1993, cuando apenas llevaba unos meses, dejé la parte técnica y me pasaron a comercial. Pepe Blanco, que era el director general, y Manolo Álvarez Osorio, que era mi jefe inmediato, me llamaron al despacho y me dijeron que todos éramos técnicos y que hacía falta comerciales. Tal vez yo tenía más habilidades de comunicación que otras personas me encargué de la parte comercial y conseguimos contratos importantes.

Recuerdo algunos hitos, como la primera vez que conseguimos un contrato con un ministerio, algo que no era habitual para una empresa de provincias. Hemos vivido momentos de mucha tensión y de mucho trabajo. El peor momento fue cuando se murió Manuel Rusillo. Era el director comercial y fue un golpe muy fuerte para todos porque era una persona muy querida y trabajadora. Fue en 2017, justo cuando la empresa cumplía 25 años. Nos marcó porque era una persona muy cercana y además fue inesperado.

Carlos Bentabol posa para este periódico en el centro de Málaga.

Carlos Bentabol posa para este periódico en el centro de Málaga. Angel Recio

Usted es uno de los primeros empleados en el parque tecnológico. ¿Pensó alguna vez que el parque llegaría a ser como es ahora, con más de 650 empresas y 25.000 trabajadores?

Cuando llegamos allí por primera vez todo estaba vacío. Solamente había tres edificios construidos más la sede social del parque. Claro, pensabas, ¿esto cómo se va a llenar? Porque además en 1992 estaba todo fatal, no había futuro. Antes de que me seleccionaran para entrar en Ingenia había hecho un MBA con la intención de irme a trabajar de oficinista a un banco de lo mal que estaba el sector tecnológico en Málaga. Pero se llenó.

¿Cuál cree que ha sido la clave del éxito?

Ha tenido la suerte de tener a Felipe Romera, que es un auténtico crack. Es una persona muy válida, con una capacidad de relacionarse, de ilusionarse, de ilusionar a otros, de implicar a otros, sin límite. Felipe es capaz de ilusionar a cualquiera para que diga “Oye, tío, esto hay que tomárselo en serio y hay que hacerlo y sacarlo adelante”. Y ha tenido un equipo también muy bueno. Y lo segundo que ha pasado en el éxito del parque es que se ha producido una colaboración de verdad leal entre las administraciones. Sin ninguna duda. La Junta de Andalucía y el Ayuntamiento de Málaga, aunque durante años hayan estado partidos distintos, así como luego la Universidad y Unicaja.

Crear el parque tecnológico no fue una ocurrencia. Se hizo un estudio de consultoría y se decidió hacerlo en Málaga por sus buenas comunicaciones, por su buen clima, porque había una universidad y porque tenía un pasado tecnológico relevante. Aquí estaba la Siemens con su fábrica de condensadores que se llama TDK. estaba Citesa, después Alcatel, fabricando todos los teléfonos que teníamos en España, y luego estaba la Secoinsa, que se acabó convirtiendo en Fujitsu.

Se habla continuamente de la Málaga tecnológica. ¿Cómo ve este fenómeno?

Esto no es una moda. Es cierto que la marca Google es potentísima y alguien podría pensar que esto es por Google. No. Esto tiene una historia de más de 50 años cuando empezaron a fabricarse condensadores y teléfonos aquí. Es verdad que se dan una serie de circunstancias que han hecho que determinadas empresas se hayan fijado en Málaga y ahí yo creo que ha desempeñado un papel muy importante la universidad. La Universidad de Málaga, que no está en los tops de todos los rankings, que es muy joven, con muy poquita historia, pero que es capaz de formar a profesionales que son capaces de nutrir a estas empresas.

Google es la gran bandera, pero no nos olvidemos, por ejemplo, que está aquí Accenture que tiene a más de 1.000 personas y que ha implantado en Málaga uno de sus centros mundiales de investigación en inteligencia artificial con Nvidia. Y están Oracle, Ericcson, Vodafone, EY, Babel, Dekra… Son empresas espectaculares con proyectos muy serios y grandes en Málaga. Todas ellas han encontrado en Málaga un ecosistema en la que se sienten cómodas porque hay un gran aeropuerto, por la gente, se vive con una calidad de vida razonable a poca distancia del trabajo, etcétera. El ecosistema TIC de Málaga es muy sólido y no es una moda pasajera.

¿Cree entonces que tiene aún mucho recorrido por delante?

Claro que sí. Habrá alguna caída, pero tiene mucho recorrido. Una cosa que creo importante es lo que hizo el Ayuntamiento de Málaga de convocar a la sociedad civil para escribir el plan estratégico. Se hizo hace muchísimos años, lo lleva la Fundación Ciedes y lo sigue manteniendo. A principios de los 90 ya se hablaba de cultura, tecnología y medio ambiente. No era viable pensar en un modelo industrial clásico, porque no lo había en ninguna parte de España y estaba en recesión en Europa. Y desde luego esto no iba a ser lo que fue Málaga en el siglo XIX nunca. Málaga se convirtió en la ciudad de los museos.

"El plan estratégico que diseñó Málaga hace muchos años y que hablaba de cultura, tecnología y medio ambiente ha sido fundamental para lo que es Málaga ahora"

Y ahora viene el Imec.

Es una pasada total. Y viene por el empeño del sector privado, de determinadas empresas y personas que sacan tiempo de no sé donde para crear la Fundación Innova IRV, que se meten en ese lío, que son capaces de pedir fondos, que son capaces de moverse y echar más horas que nadie y buscar aliados. Y eso lo hacen porque el Imec seguro que va a beneficiar a las empresas de Málaga. Luego vienen los fondos públicos, los ministerios y todo lo que tú quieras, pero eso ha nacido de personas que trabajaban en empresas determinadas y que han echado ahí todas las horas del mundo para poder conseguir estos contactos y mover esto. Yo creo que va a ser una referencia importantísima y solo hay que ver el caso actual de Estados Unidos contra el resto del mundo. Que tengamos capacidad de diseñar y producir microelectrónica es muy importante. Es una empresa europea y creo que eso tiene mucho más valor.

Hablando de Málaga en general, hay personas que dicen que se puede morir de éxito, otras que hablan del problema de la vivienda, otras que dicen que es todo maravilloso. ¿Qué opina usted?

El problema de la vivienda es grave y afecta a cualquier territorio que esté de moda. Málaga es un lugar donde la gente quiere vivir y eso sube el precio de todo. Creo que aquí efectivamente partimos de un déficit de vivienda VPO, porque en general en España se abandonó totalmente. Se perdió eso y, por tanto, es una barrera durísima para el acceso a la familia. Pero mi hija vive en Londres y es imposible vivir allí si no compartes piso o si no tienes una pareja para compartir gastos. Es lo que pasa en todas las grandes ciudades. Y Málaga está sufriendo esto.

No obstante, creo que en la provincia de Málaga se dan unas condiciones para que, en general, sea un territorio de éxito. No tienes que viajar mucho ni ir a sitios muy espectaculares para darte cuenta de que el nivel de calidad de la Costa del Sol es de los mejores del mundo.

A lo mejor, efectivamente, el paseo marítimo de Niza es imbatible. Yo no te digo que no, pero la profesionalidad que se da en el sector turístico en la Costa del Sol es de primer orden mundial. Este sector es fundamental. Es el que da empleo a la mayoría de las personas que viven en nuestra provincia. Estamos acostumbrados desde pequeños a estar con extranjeros y no nos sentimos invadidos de ninguna manera.

Creo que la provincia de Málaga tiene un futuro espectacular. Hay barreras por superar como el tren litoral del que tanto hablamos. Había gente que preguntaba para qué queríamos un Metro en Málaga y es impresionante la cantidad de gente que lo coge al día, aunque ha costado mucho hacerlo.

Málaga y su provincia tienen un peso muy importante, tanto demográfico como económico, en España y no somos una capital de una comunidad autónoma, ni tenemos una capacidad de influencia política que tienen a lo mejor en otros territorios. Sin embargo, en Málaga se dan las circunstancias para que pueda haber más crecimiento empresarial y más desarrollo.

Usted se jubila ahora tras una larga y exitosa carrera profesional. ¿Qué es lo más valioso que ha aprendido a lo largo de toda esa carrera?

El máximo valor que he sacado de todo esto es la cantidad de gente que he podido conocer. En todos lados hay gente buena, en todos lados hay buenos profesionales, también los hay malos, pero esos, afortunadamente, se te olvidan pronto. Lo que más me ha gustado del trabajo es el trato con las personas. Cuando estás en el área comercial hablas con mucha gente, conoces a mucha gente y adquieres ciertas habilidades de comunicación o de trato que me han enriquecido muchísimo.

Esta semana se ha despedido oficialmente vía Linkedin y ha recibido comentarios muy cariñosos de muchas personas.

Sí, puse un comentario y ha superado las 60.000 impresiones. Estoy desbordado. Yo siempre he estado muy cerca del desarrollo de negocio, bien como comercial directamente o en marketing. He ido a muchos eventos porque pensé que había que estar porque es donde están los clientes.

Carlos Bentabol.

Carlos Bentabol. Angel Recio

Y tras una vida tan activa, ¿qué piensa hacer ahora jubilado?

No me quiero desvincular de esto. Cuando casi toda tu vida ha estado vinculada a un determinado sector de actividad económica, no es sano desconectar del todo. LinkedIn va a ser mi forma de seguir un poco informado de todas estas cosas, más lo que vea por ahí. Seguiré yendo a los eventos en Málaga para conocer gente. Por otra parte, tengo un divertimento, también en LinkedIn, que es un grupo que creé en la pandemia que se llama Disquetes y módems. Es un grupo de informática vintage. Ahí solamente se pueden publicar contenidos que tengan como mínimo 15 años de antigüedad. Quería que se preservara lo que se ha hecho en España en el ámbito TIC. No todo se creó ayer ni la inteligencia artificial la hemos tenido siempre, sino que todas las empresas que nos hemos dedicado a prestar servicios en el ámbito TIC hemos hecho lo máximo que se podía hacer con la tecnología que había. Hay determinadas tecnologías que se hicieron que ya no existen, que han sido superadas por otras. Productos que eran estrellas y que ya no existen más. Bueno, lo creé con esa intención de que ese recuerdo se quedara. Ya tengo más de 400 personas inscritas y subiendo.