Brite Payments es una de las fintech con mayor proyección en Europa. Está especializada en el pago instantáneo entre comercios y particulares, una especie de Bizum pero de empresa a cliente y al revés. Solo tiene cinco años de vida, pero ya operan en 25 mercados de Europa, está conectada con más de 3.800 bancos dentro de la UE y tienen entre sus clientes a neobrokers, comercios electrónicos, venta de entradas, financiación al consumo, viajes, seguros, plataformas para trabajadores autónomos, etcétera.
Tiene su sede central en Estocolmo, su fundadora y CEO es sueca -Lena Hackelöer- y su equipo directivo es internacional. Decidieron abrir un segundo centro en Europa y la ciudad elegida fue Málaga. La primera pregunta que viene a la mente es ¿por qué? "Estábamos buscando una localización en Europa donde hubiera talento, especialmente tecnológico. Por supuesto analizamos diferentes ciudades y nos quedamos con Málaga por el parque tecnológico, la universidad y nos gustó que mucha gente que vive aquí se queda, a diferencia de otras ciudades donde hay más movilidad. Sabíamos que, por ejemplo, en Barcelona, Madrid o Lisboa hay muchas empresas tecnológicas, pero los empleados tienen más rotación y nuestros empleados tienden a quedarse con nosotros durante largos periodos de tiempo y tenemos una rotación muy baja", explica Hackelöer a EL ESPAÑOL de Málaga.
Una vez decidida la ciudad en la que implantarse había que arrancar. Y lo hicieron en 2020, en plena pandemia. La CEO de Brite Payments destaca que pudieron sortearlo bien porque, en principio, la implantación en Málaga era un "experimento" para ver cómo podía funcionar, teniendo en cuenta que su oficina central está en Estocolmo, donde tienen a 60 personas trabajando.
Contrataron a tres personas en Málaga y estuvieron teletrabajando. ¿Fue acertada esa apuesta por Málaga? Los números hablan por sí solos. Empezaron con tres trabajadores, pasaron a 20, ahora tienen a 28 y, según adelanta Hackelöer, prevén cerrar este 2024 con 40 empleados. "Estamos creciendo", afirma con una gran sonrisa. Y señala que "el plan", como dice el entrenador del Unicaja Ibon Navarro, es "seguir haciéndolo".
Tienen la oficina en la calle Larios, con un magnífico balcón desde que podían ver las escasas procesiones que han salido esta pasada Semana Santa. El local se les está quedando pequeño. Buscan personas para contratar, especialmente programadores. Decía Felipe Romera en una entrevista con este diario que a los niños en Málaga hay que enseñarles programación e inglés. En una empresa como Brite tendrían trabajo con esas dos habilidades.
"Buscamos personas con distintos niveles de experiencia y eso es bonito. Al principio buscábamos el mismo perfil, pero ahora tenemos un equipo más grande y necesitamos tanto perfiles seniors como juniors", indica Hackelöer, que ha sido incluida en la lista Forbes de las mujeres que dominan el sector fintech en Europa.
La fundadora de Brite Payments asegura que la mayoría del personal contratado en Málaga es español y así se puede comprobar al visitar la oficina. Hay también algunos empleados extranjeros.
¿Fue sencilla la implantación en Málaga? Hackelöer asegura que sí. "Hemos sido muy afortunados. Está claro que las administraciones locales están haciendo un esfuerzo por atraer empresas, hemos tenido mucha ayuda, así como de abogados españoles que nos ayudaron en todo el proceso. No ha sido realmente difícil, ni siquiera encontrar una oficina o trabajadores porque hay muchos que quieren trabajar para una empresa internacional", subraya la directiva sueca.
Málaga será además la base para crecer en el resto de España y la empresa creará un equipo comercial para captar más clientes, un aspecto en el que Málaga también salió beneficiada a la hora de elegir ubicación por sus buenas conexiones con el resto del país por avión, tren y carretera. "En menos de tres horas estás en Madrid en tren así que perfecto", apunta la empresaria.
Hackelöer tenía claro que quería que liderara la oficina y el equipo creciente de Málaga alguien local. Y contrataron al ingeniero malagueño José María Jiménez, que entró en la empresa en noviembre de 2021. "El está construyendo el equipo y eso nos facilita mucho el trabajo", afirma la CEO, quien añade que "hay muchas similitudes culturales entre España y Suecia" y que hay buena compenetración entre los que trabajan en Estocolmo y los que trabajan en Málaga. De hecho, la directiva señala que hay otras fintech que están abriendo sedes en el Este de Europa, en países como Polonia o Bulgaria, pero ellos prefirieron España -pese a estar más lejos de Suecia- por esa afinidad cultural.