¿También en el Palau? También en el Palau. El Unicaja de Málaga va a pelear el liderato hasta el último segundo de la fase regular de la Liga ACB. Especialmente gracias a la victoria, victorión, en el Palau Blaugrana frente al por 91-92 tbras sobrevivir a la tormenta inicial descargada entre Jabari Parker y Darío Brizuela. Pero el Unicaja hizo un esfuerzo titánico para no irse nunca del partido, sin dejar romper al cuadro blaugrana, y tirar del depósito de gasolina extra que tiene en las segundas partes para firmar la victoria 27, igualando el récord que tiene muchas probabilidades de caer el próximo domingo frente al descendido Zunder Palencia.
Con la baja de Alberto Díaz, descarte por unas molestias tras un golpe, Tyson Carter asumió las riendas para liderar al Unicaja en el Palau con 16 puntos, aunque en valoración lo superó el catedrático del vestuario cajista, Will Thomas, con 16 y un último cuarto en el que asumió la defensa de Jabari Parker (22 de valoración). Kameron Taylor y Kalinoski, fueron unos escuderos de lujo para el equipo cajista.
Entre Jabari Parker y Darío Brizuela, en el ostracismo en los últimos tiempos, salieron decididos a arrinconar el Unicaja y lo castigaron hasta un 15-2 en los primeros cuatro minutos de partido. En el Barça no había tregua, no había rotaciones. Pronto entró Ricky en pista. Eran minutos en los que Parker estaba en trance (13 puntos en 6 minutos). El Unicaja no se iba del partido pero las cámaras mostraban la cara de preocupación de Ibon Navarro con el 17-6. Era Carter el que hizo de base en los primeros minutos. El Barcelona estaba corriendo, imprimía un ritmo trepidante que Unicaja no sabía cómo frenar. Pero sí tenía claridad de cara al aro. 23-14 a falta de tres minutos cuando se retiraban Parker y Brizuela. Con 23-18 lo paró Grimau porque el Unicaja no duda nunca, y poco a poco fue diciendo aquí esto yo. En esa diferencia se mantuvo el duelo hasta el final de la primera manga (27-20) en la que Unicaja fue capaz de frenar la tormenta de Parker.
Más de dos minutos tardó entrar la primera canasta en el segundo cuarto. Amenazó con estirar el Barcelona pero Kameron Taylor mantuvo en al Unicaja por debajo de los diez puntos de desventaja. Después, llegó la hora Carter, que se encargó él sólo de igualar el partido a 38 cuando faltaban tres minutos para el descanso. Había dibujado un nuevo escenario. Empezaba otro mini partido hasta el descanso. A falta de un minuto mandó por primera vez Unicaja en el marcador con el 40-42, aunque fue efímero con la respuesta de Ricky Rubio con una canasta y una asistencia de otros niveles de baloncesto a Vesely, que sacó un 2+1. Tras un mate delante de Parra de Kameron Taylor, Rubio puso el 47-44 de antes del descanso. Un partidazo tremendo en el Palau.
Will Thomas, decisivo en el último cuarto
Tras el descanso se mantuvo la historia, con el Unicaja haciendo la goma para no despegarse el Barcelona, que quería desprenderse del varapalo de Euroliga frente a uno de los mejores equipos de Europa en estos momentos, el Unicaja de Málaga. Y remando y remando, con Osetkowski apareciendo y Lima defendiendo Unicaja se fue por delante al último cuarto, con 66-67 y todo por decidir. Un fallo debajo del aro inexplicable de Willy Hernangómez dejó al Barcelona por debajo de los 20 puntos en el este cuarto (19), Unicaja había apretado en defensa y la gasolina blaugrana entraba en la reserva, o esa sensación daba.
Unicaja marcó su máxima con el 71-75 tras canasta de Kravish. Había empezado muy fiable el último cuarto, con Carter en plan maestro, esta vez compartiendo pista con Perry. El Barça entró pronto en bonus, faltaban todavía seis minutos. Pero el que no bajaba el pistón era Parker, que volvía a poner a los locales por delante (79-77). La iniciativa se la quedó el Barcelona, el partido estaba en el rebote. Y así Kravish devolvió la igualada a 85 esta vez. Estaba en la pista asumiendo responsabilidades Will Thomas. Otra vez en modo catedrático, emparejado con Jabari Parker, palabras mayores. Y seguía a lo suyo Carter con una asistencia a Kalinoski, que después aceptó el desafío de Parker devolviendo el triple, dos triplazos de los que levantan al público. 89-90 y 32 segundos por delante. La cara de Ibon Navarro era otra. Perry asumió toda la responsabilidad en el último ataque cajista para colocar el 91-92 a falta de ocho segundos con una penetración que no pudo parar Kalinic. En la defensa estaba la victoria. Se la jugó Grimau con su mejor hombre, Jabari Parker, que se llevó un tapón de Ejim que fue un tapón de todo el Unicaja, que asaltaba el Palau Blaugrana. No valió la última canasta de Ejim, pero no hacía falta. Este Unicaja está dispuesto a todo.