Málaga

El terral fue el protagonista en Málaga en la noche de ayer, cuando las temperaturas superaban los 40º. Sin embargo, a partir de las 22.12 horas, el huracán Pastora Soler apareció sobre las tablas del Auditorio Cortijo de Torres arrasando con todo lo que encontraba a su paso.

"Hay que ver el terral que hace. ¡Y yo habré huido de Sevilla!", confesaba nuestra protagonista que, con coplas, canciones nuevas, canciones que tienen más de 25 años y alguna que otra versión, consiguió refrescar el ambiente del Cortijo de Torres.

"Sentir". Esa fue la primera palabra que salió de la boca de Pastora. Una palabra que da nombre a la canción que abría el concierto y a la gira que la trajo anoche a Málaga, ciudad que, en sus propias palabras, es "su segunda tierra". Fueron múltiples los guiños de la artista hacia su marido, reputado coreógrafo malagueño, Francis Viñolo. Según Soler, es el artífice de todos los movimientos que hace en la gira y gracias a él tiene "a dos boqueronas sevillanas maravillosas".

Pastora Soler anoche en el Cortijo de Torres. Alba Rosado

Fue una noche emocionante y reivindicativa. Con Ni una más, Pastora se empoderó y dedicó el mensaje a todas las mujeres maltratadas y a aquellas personas que sufren la homofobia día tras día. "No me quiero olvidar de dar un mensaje muy importante a través de esta letra de Vega. Ni en el amor ni en nada en absoluto tenemos que aguantar nada. Es un canto a la igualdad y a la libertad, y creo que en un momento como este también tengo que dedicársela al colectivo LGTB", explicaba la artista provocando el aplauso del público instantáneamente.

Si Pastora era un huracán, por un momento llegó "una tormenta malagueña", como ella mismo la presentó. Noelia Franco, extriunfita malagueña, fue la invitada de la noche como muestra de que Pastora es una mujer de palabra.

Hace tan solo unos días se escribían mutuamente en redes sociales y, finalmente, el sueño de Noelia se hizo realidad. Pese a que las dos actuaron con prendas brillantes, fueron sus voces las que brillaron juntas haciendo las delicias del público malagueño. La experiencia de Pastora y la exquisitez de Noelia formaron el tándem perfecto.

La noche de los mensajes

Con un mono negro de flecos brillantes, Pastora iniciaba el ecuador del concierto de forma muy emocionante. Cuando los primeros acordes de La mala costumbre sonaban, el público se rompía por completo, igual que Pastora cuando finalizó su interpretación.

"No sé cuándo voy a ser capaz de cantar esta canción sin emocionarme. Las heridas se van cerrando con el tiempo, pero venir a Málaga es acordarme de mi padre. A él le encantaba La Carihuela, los espetos y venir a ver a su hija a los conciertos. Siempre lo buscaba cuando cantaba esta canción", relataba emocionada la artista, que mandó deberes a sus seguidores: "Aplicaos el cuento, tomad nota, no hay nada más importante que la salud de los nuestros. Cuidadlos y decidles mucho 'te quiero'".

Pastora Soler anoche en el Cortijo de Torres. Alba Rosado

Impactante fue la reacción del público al escuchar Simply the best o What about us en la voz de Pastora. "Fijaos si es poca la vergüenza que tengo que hasta me atrevo a cantar en inglés. Estas dos canciones me acercan a mi querido pavo real", contaba la sevillana refiriéndose a su paso por el programa Mask Singer, donde cantó temas totalmente fuera de su zona de confort como Con Altura, de Rosalía y J Balvin.

Las más aplaudidas de la noche: las coplas. Con tan solo cinco años, Pastora ya se subía a los escenarios de las casetas de la feria de Sevilla a versionar coplas. Esta noche también lo hizo en un 'tablao flamenco' improvisado con su caja y sus sillas de madera y paja tan típicas de su Andalucía natal.

No faltaron tampoco algunas de sus canciones más especiales. Quédate conmigo, Y qué pequeña que soy yo, o un popurrí de canciones de sus inicios como Corazón congelado o Flor de romero. Una selección que demuestra que pese a lo alto que ha llegado, Pastora Soler es también Pilar Sánchez Luque, aquella niña que aprendió a ser artista en la feria hace más de 30 años y que recuerda con humildad cada vez que se sube al escenario.

Pastora Soler anoche en el Cortijo de Torres. Alba Rosado

Pedida en directo

Entre las primeras filas estaban Patri y Raquel, dos coruñesas que se han recorrido más de mil kilómetros para ver a Pastora Soler en directo. Organizan rutas de conciertos que cuadren con sus vacaciones. "Empezamos la ruta el día del Carmen, con Vanesa Martín en Sanxenxo. A partir de ahí, fuimos bajando. Hemos ido haciendo paradas en distintas provincias. La ruta ha sido: Madrid, Gandía, Jávea, Murcia, Almería, Granada y Málaga", señalan.

Momentos previos al evento ambas denunciaban que los precios de los conciertos post-Covid en algunos casos son algo elevados y les apenaba mucho. "No todos podemos permitirnos pagar ochenta euros por una entrada, es imposible. Entendemos que por el tema de la seguridad tengan que subir algo las entradas, ¿pero tanto?", se preguntaban.

Lo que no sabía Patri es que iba a ser el concierto más especial de su vida tan solo unos minutos más tarde. Cuando Pastora comenzaba a interpretar Quédate conmigo, su pareja, Raquel,  se arrodilló y le pidió a Patri que se quedara con ella para siempre entregándole un anillo dentro de un cofre muy marinero y "gallego".

Al salir del concierto ambas declaraban que el propio Francis Viñolo estaba involucrado y les dio por escrito la enhorabuena de parte de Pastora y de él. Una noche de ensueño que probablemente no olvidarán en la vida.

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