El Ayuntamiento de Benalmádena se ha topado de lleno con una sorpresa desagradable en su apuesta por ajustar el planeamiento urbanístico de la localidad con el objetivo de garantizar el uso exclusivo de los terrenos de Tívoli World como parque de atracciones.
Así ha sido después de que el Consejo Consultivo de Andalucía haya emitido un dictamen contrario a la propuesta municipal. En concreto, en el documento, fechado el pasado 27 de julio, el ente autonómico informa "desfavorablemente" del expediente tramitado por el Ayuntamiento, respecto de la Modificación Puntual del PGOU en el ámbito de planeamiento denominado PA-SUC-UE 89 Tívoli.
La incidencia de este pronunciamiento es clara, por cuanto se trata de un informe que tiene "carácter preceptivo y vinculante", lo que impide al Consistorio de la localidad malagueña avanzar en la aprobación definitiva del procedimiento.
¿Este revés inicial tiene efecto definitivo en la hoja de ruta trazada por el Consistorio? Según informan a EL ESPAÑOL de Málaga desde el Ayuntamiento, no. De hecho, confirman que tras conocer el pronunciamiento, se ha iniciado el trabajo para poder solventar "las objeciones" fijadas por el Consultivo, con el fin de levantar este reparo y poder llevar al Pleno del próximo mes de octubre o noviembre la aprobación definitiva de la citada innovación.
El dictamen se conoce, además, en un momento especialmente delicado para el histórico parque de atracciones, que permanece inactivo tras cerrar sus puertas en 2019, y justo cuando cumple 50 años desde su puesta en funcionamiento. Desde el 20 de mayo de 1972, fecha de inauguración, el complejo ha sido una referencia del ocio en toda la Costa del Sol.
En este contexto, que afecta de manera especial a la plantilla que sigue vinculada al complejo, el Ayuntamiento lleva meses buscando una salida para que la empresa propietaria reabra el espacio de ocio, llegando incluso a poner sobre la mesa la expropiación del suelo.
En esta hoja de ruta es donde cobra especial importancia el movimiento urbanístico ahora frenado. En agosto del año pasado, el Pleno municipal aprobó inicialmente la modificación de elementos del PGOU con la que se quiere garantizar el uso exclusivo como parque de atracciones para los terrenos que ocupa Tívoli.
Detalles del expediente
Conforme a las razones originales del equipo de gobierno, este ajuste debe permitir que en caso de que los terrenos dejasen de tener uso como parque de atracciones, "el Ayuntamiento podría iniciar todos los trámites legales oportunos para que pasen a titularidad pública".
El ajuste tuvo como punto de partida el que en la adaptación parcial del PGOU a la antigua Ley Ordenación Urbanística de Andalucía (LOUA), no se hizo referencia al parque de atracciones ni a ningún otro sistema general comunitario con carácter de dotación privada, "motivado por la circunstancia de no ser de titularidad pública".
Aunque el ámbito afectado ronda los 160.000 metros cuadrados, incluyendo sendos espacios residenciales ya consolidados y que no se ven alterados, la principal variación pretendida es "la asignación específica del uso de cada equipamiento, más acorde con su destino real que el actualmente ordenado en el PGOU".
Para el Consultivo, el carácter de equipamiento "no se pierde por el hecho de ser pública o privada la instalación en cuestión, ya que ello sólo confiere la naturaleza pública o privada de la titularidad y si acaso a la gestión del equipamiento". "Pero no afecta a la naturaleza equipamental y a la categoría de los intereses generales de los ciudadanos que se satisfacen", añade.
El ente discrepa de que en la planimetría municipal se le asigne al equipamiento la consideración de sistema local cuando el parque queda configurado en el Plan de Ordenación del Territorio de Ámbito Subregional de la Aglomeración Urbana de Málaga (POTAUM) como un equipamiento metropolitano, "a semejanza de la plaza de toros de la Malagueta, de la Catedral y el Palacio Arzobispal de Málaga o el Museo Picasso". "Luego, hemos de deducir, que nos encontramos ante un equipamiento general, no meramente local", apostilla.
"En resumen, si hasta ahora todo apunta a que el parque de atracciones Tívoli es un sistema general de equipamiento recreativo, turístico (...), esa categoría no puede cambiar a local si se mantienen las circunstancias que así lo caracterizan. Y en este caso no consta que éstas hayan sido alteradas", sostiene el Consejo Consultivo, que concluye que "no queda justificada la mutación de general a local que se pretende".