Entre el mobiliario urbano de las calles de una gran ciudad existen decenas de elementos a los que no se les suele prestar demasiada atención pero que son imprescindibles para el bienestar de los ciudadanos. Los bancos, vallas, papeleras, jardineras, señales, bordillos, farolas… Todos cumplen con su función y cuentan con un estilo según donde se ubiquen.
Hoy nos centramos en uno de los elementos que hemos enumerado anteriormente, las farolas. A simple vista, esta parte del mobiliario urbano es de las más comunes, pues todas las calles, plazas, avenidas, pasajes, e incluso algunas carreteras, cuentan con ellas. Su función principal y, casi siempre, la única, es la de alumbrar el entorno de forma que se pueda transitar fácilmente por cualquier parte de la ciudad.
Las hay muy altas, adosadas a una pared, anchas, estrechas, de luz blanca o más cálida, minimalistas o clásicas… Este elemento se presta a tener tantos diseños como se desee, siempre que resulten funcionales y no entorpezcan el tránsito normal de personas o de tráfico.
[La iglesia conocida como la 'Capilla Sixtina’ de Madrid que puedes visitar en el centro]
Lo cierto es que también existen farolas que guardan una historia, y que son únicas en España, y más concretamente en la ciudad de Madrid. Se trata de las farolas fernandinas, las cuales, como se puede suponer por su nombre, vienen de la época del reinado de Fernando VII y cuentan con unos 200 años de edad.
Según la historia, estas farolas se colocaron en honor al nacimiento de la Infanta María Luisa Fernanda de Borbón, segunda hija del rey, que nació el 30 de enero de 1832. Desde entonces hasta nuestros días, algunos de estos elementos del mobiliario urbano se han conservado en sus lugares originales, en una serie de puntos clave de la ciudad, viendo pasar y, alumbrando, durante muchos años diferentes momentos de la historia madrileña.
Las zonas de Madrid donde hay farolas fernandinas
Teniendo en cuenta que el actual centro de la urbe es donde se desarrollaba la vida hace siglos, esa parte es en la que se aglutinan la mayoría de farolas fernandinas que se conservan actualmente. Te contamos los puntos principales dónde puedes encontrarlas:
- En el exterior del Palacio Real
- En el Paseo del Prado
- En la Carrera de San Jerónimo
- En la calle Montera
- En la calle Carretas
- En la calle Mayor
- En la calle Alcalá (cerca de la Puerta de Alcalá)
- En la Calle Bailén
- En la Plaza de Oriente
- En el este Paseo del Prado
Pero entre tantas ¿cómo se pueden reconocer las farolas fernandinas en concreto? Como se indica en diferentes blogs y páginas web que hablan de la historia de Madrid, hay varias claves para distinguir estos elementos históricos originales, que suelen seguir el mismo patrón.
Para ver estos signos, debemos fijar la vista cerca del pie de la farola, donde pronto veremos grabado un anagrama de ‘Fernando VII’, el cual componen dos ‘F’ una enfrente de otra y un ‘VII’ entre ellas. Sobre este símbolo se alza una corona y en la parte de abajo del todo, más cercana al suelo, se nota grabado el año 1832, en honor al ya nombrado nacimiento de la hija del rey.
Otros rasgos significativos de este tipo de alumbrado es que a veces se utilizan otros tipo de soporte o ni siquiera se utiliza porque salen desde alguna pared de la calle. En lo que respecta a la parte que alumbra, el farol, siempre es acristalado, tiene forma cilíndrica y su parte de arriba acaba en cúpula con corona, además de una corona más pequeña encima. Al estilo Fernandino se le considera también estilo francés tardío en el contexto del neoclasicismo.
[¿Sabes cuál es el nombre de los leones del Congreso de los Diputados?]
Desde que se empezó a instaurar el alumbrado público en la ciudad de Madrid, que no existió hasta bien entrado el siglo XVIII, las farolas fernandinas son de las pocas que se conservan originalmente. Aunque cabe destacar que, algunas de las que se pueden ver por las calles madrileñas son réplicas. La primera instalación de este objeto histórico fue en Madrid, por los motivos ya explicados, pero podemos encontrar farolas fernandinas en otros puntos de España como en Córdoba.