"¿Cómo va el calor Carlitos?", pregunta un cliente que entra al quiosco. Carlos, el dueño, le mira y responde "hago lo que puedo, no soy un superhéroe". Un quiosquero cuyo establecimiento de prensa lleva abierto en la céntrica Puerta del Sol desde hace más de 45 años, pero que ha tenido diferentes ubicaciones. Hace unas 3 semanas, Carlos trasladó su negocio a uno de los 3 quioscos que se han construido tras la reforma integral que ha llevado a cabo Cibeles en la céntrica plaza.
Una reforma que no estuvo exenta de polémica, puesto que cuando aparecieron los diseños de cómo iba a quedar la plaza tras la reforma, muchos ciudadanos se quejaron de un detalle: la plaza no iba a tener ni un solo árbol o zona ajardinada, lo que daría lugar a temperaturas mucho más altas los calurosos días de verano.
La última remodelación de la Puerta del Sol comenzó en marzo de 2022 y ya está cerca de culminarse. Sólo queda sustituir la 'ballena' de cristal que da acceso a la estación de Cercanías y terminar la nueva fuente oval, que acogerá en su interior la estatua de Carlos III, así como el ascensor de forma cilíndrica para acceder al Metro y que se sitúa al lado de los tres quioscos, que tienen la misma forma.
Unos quioscos que acogen un estanco, una tienda de recuerdos y un puesto de prensa y revistas y están ubicados cerca de la entrada de metro de Sol, en medio de la icónica plaza entre la calle Mayor y la Calle Arenal. La particularidad es que, en esta zona de la plaza, siempre da el sol, lo que supone un problema en los calurosos días de verano y más en plena ola de calor.
Carlos, el propietario del quiosco de prensa, narra a Madrid Total que "es muy difícil trabajar así". Este quiosquero comenzó su actividad en esta nueva ubicación hace aproximadamente tres semanas y, ante la ola de calor, vio que el aparato de aire acondicionado que venía instalado en el nuevo quiosco expulsaba el aire hacia afuera del recinto, por eso, ha tenido que construir con cartones un 'tubo' que dirija el aire frío al fondo del puesto, donde atiende a sus clientes.
Sin embargo, el aparato de aire acondicionado que ya se encontraba instalado en su quiosco es insuficiente para combatir la ola de calor. Por eso, ha tenido que comprar un aparato adicional que expulse aire frío y mantenga una buena temperatura en el interior del quiosco.
Carlos afirma que "estos quioscos están pensados con un diseño muy moderno por fuera, pero nadie pensó en la actividad laboral que se iba a desempeñar en su interior". Además, el quiosquero ha tenido que remodelar y repensar la estructura de las baldas, puesto que "era imposible poner las revistas y los periódicos para que los clientes los vieran".
Este quiosquero también afirma que "los quioscos deben mostrar la prensa y las revistas a la gente que pasa delante. Aquí los clientes tienen que entrar, y muchos no saben que aquí se vende prensa, sino que entran pensando que es el acceso al metro o un punto de información turística".
Pero en plena ola de calor, sin duda, el mayor problema son las altas temperaturas: "esta semana, el termómetro marcaba fuera 36 grados al sol, pero es que dentro, en la parte de atrás del quisco marcaba 46. Es imposible estar aquí dentro".
Una situación compleja, puesto que las quejas que han elevado los quiosqueros al ayuntamiento aún no han recibido respuesta. En otro quiosco, que vende recuerdos de Madrid, el dueño ha tenido que colocar paraguas abiertos en la parte superior para evitar que entren los rayos del sol, y un trabajador afirma que "si no es por el aparato de aire acondicionado que compró mi jefe, sería imposible trabajar aquí dentro".
Unos quioscos que parecen no estar perfectamente acondicionados a las altas temperaturas y el calor de Madrid y un nuevo problema que se suma a la polémica reforma de la Puerta del Sol. Al preguntar a Carlos que qué pasará cuando llegue el invierno y con él las bajas temperaturas, el quiosquero afirma que "ya veremos, pero es muy difícil trabajar así".