El empresario que explota el restaurante que ardió en Madrid ha recibido 14M en contratos del Ayuntamiento
El administrador del grupo Sasegur, Pedro Capote, gestiona mediante una franquicia el restaurante de la Plaza Manuel Becerra en el que murieron dos personas.
26 abril, 2023 02:05Pedro Jesús Capote Conejos, el empresario que explota mediante una franquicia el restaurante Burro Canaglia, en cuyo incendio murieron dos personas el pasado fin de semana, es uno de los grandes contratistas del Ayuntamiento de Madrid.
Capote Conejos es al mismo tiempo el administrador único del grupo de seguridad Sasegur, que tan sólo en los últimos cuatro años ha recibido contratos del Consistorio que suman más de 14 millones de euros para vigilar edificios municipales.
Durante los últimos años, Capote ha diversificado la actividad de su grupo y ha entrado en el negocio de la restauración con establecimientos como el de la Plaza Manuel Becerra, que explota a través de la sociedad La Perla di Montello SL mediante una franquicia.
El Ayuntamiento de Madrid todavía intenta esclarecer las circunstancias del incendio registrado en este restaurante, que se habría iniciado al flambear un postre con un soplete. Murieron dos personas (un camarero de 25 años y una clienta de 42) y otras 10 personas resultaron heridas.
El restaurante tenía un aforo para 110 comensales (40 de ellos en una terraza exterior). Debido a sus dimensiones, no tenía obligación de contar con una salida de emergencia. El incendio se produjo cerca de la puerta exterior y la clientela quedó atrapada entre las llamas.
El responsable del malogrado restaurante, Pedro Capote Conejos, es el hijo del fundador del grupo Sasegur, Jesús Capote Calvo, un aficionado a la lucha canaria que se inició en el negocio de la seguridad contratando a porteros de discoteca.
Jesús Capote Calvo fue concejal del PP en el Ayuntamiento de Navalcarnero en el equipo de gobierno del alcalde popular Baltasar Santos González, al que colocó como coadministrador del grupo Sasegur en 1998, cuando abandonó la política.
[La Policía Municipal inspeccionó hasta tres veces el restaurante incendiado en Manuel Becerra]
Santos tuvo que renunciar a la alcaldía tras ser denunciado por un presunto delito de prevaricación. Finalmente, fue condenado por el Tribunal de Cuentas a abonar 2,1 millones de euros por el desvío de recursos del Ayuntamiento: había pagado con fondos públicos del Consistorio obras no ejecutadas del polideportivo municipal La Estación.
Desde los años 90, y gracias a una agresiva política de ofertas a la baja, el grupo Sasegur ha obtenido importantes contratos públicos, no sólo del Ayuntamiento de Madrid, sino también del Ejecutivo autonómico y de varios ministerios.
El grupo Sasegur obtuvo el 5 de febrero de 2019 un contrato de 8,4 millones de euros para prestar los servicios de vigilancia y seguridad de todas las instalaciones municipales dependientes de la Concejalía de Cultura y Deportes del Ayuntamiento de Madrid.
Más recientemente, el 20 de diciembre de 2021, logró adjudicarse otro importante contrato de 2.165.769 euros para garantizar la vigilancia y seguridad de distintas sedes adscritas a la Concejalía de Medio Ambiente y Movilidad del mismo Consistorio.
Campus del videojuego
El área de Economía, Innovación y Empleo del Ayuntamiento adjudicó en septiembre de 2022 a Sasegur dos lotes (por importe de 437.046 y 1.104.269 euros) del contrato de seguridad integral del Campus del Videojuego y del centro de innovación en Economía Circular de Madrid.
Durante los últimos años, el grupo de Pedro y Jesús Capote también se ha hecho con los contratos para vigilar las dependencias municipales de los distritos de Fuencarral-El Pardo (1.088.114 euros), Retiro (1.085.794,94 euros), Villaverde (591.105 euros) y Centro (445.273 euros), entre otros.
El Ayuntamiento de Madrid analizar ahora si el restaurante explotado por Pedro Capote Conejos en la Plaza de Manuel Becerra, en cuyo incendio murieron dos personas, tenía las licencias adecuadas.
Los anteriores propietarios del establecimiento habían gestionado una licencia de bar con cocina. Al hacerse cargo de este restaurante, la empresa de Pedro Capote acondicionó el local, con una aparatosa decoración de plantas de plástico que recubrían casi por completo el techo, que habrían contribuido a que se extendieran con rapidez las llamas.