Ni Ogrelo ni Casa Gallega: el restaurante de Madrid que enamora a Carlos Herrera con un pulpo y un tataki increíbles
- Este establecimiento del distrito de Chamartín es conocido por el cuidado que le pone a su cocina, por su sabor único y por la calidad de sus productos.
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Madrid es la ciudad de las oportunidades. Sea cual sea nuestro objetivo, en la capital de España encontraremos la solución. Pero sobre todo si nuestra meta es pasar una velada agradable y tener una comida o una cena rica y placentera. Y es que en esta gran ciudad podemos encontrar restaurantes con influencias que seguramente nunca hubiéramos imaginado.
Una buena forma de saber qué restaurante debemos elegir es consultar las diferentes guías gastronómicas que nos venden las mejores opciones. Sin embargo, si queremos ser más directos y no fallar en nuestra elección, basta con abrir las redes sociales y dejarse inundar por este tipo de contenido.
Y si hay alguien que no falla en este tipo de situaciones y de elecciones es Carlos Herrera. El periodista radiofónico no sólo es famoso por ser una de las voces más famosas y representativas de la radio nacional durante las últimas décadas. También lo es por ser protagonista de las redes sociales con sus vivencias. Y muchas de ellas giran en torno al aspecto culinario y gastronómico.
Y es que el presentador acostumbra a lucir los restaurantes por los que pasa. Y uno de los que cuenta con su sello de calidad es Sal Negra, situado en la ciudad de Madrid y que cuenta con varios productos de gran calidad como singulares especialidades. Se trata de un restaurante muy particular, ya que en él podemos disfrutar de platos absolutamente exquisitos y de una forma de comer totalmente diferente.
Lo más recomendable es intentar probar la mayor cantidad de productos que se puedan, optando por aquellos que se ofrecen en una única unidad o incluso por los que se sirven en media ración mejor que la ración entera. Así disfrutaremos de una enorme variedad de sus maravillas creando nuestro propio menú degustación a capricho del comensal.
¿Cómo es el restaurante que encanta a Carlos Herrera?
Sal Negra es uno de esos restaurantes diferentes de Madrid. Por un lado, sabores tradicionales de la capital y de España preparados con gusto y con mucho mimo. Pero por otro, influencias de todo el mundo para embarcar al paladar en un viaje indescriptible. Y es que las bondades de Sal Negra repasan una cocina universal.
Este restaurante que regenta José de la Cruz en la calle Mateo Inurria cuenta con el toque mágico de Paco Pereira, el chef que convierte este restaurante en un lugar único después de haberse formado durante más de tres décadas en uno de los establecimientos más reconocibles de España por la enorme calidad de su marisco como es Combarro.
Y como no podía ser de otra manera, en Sal Negra también se disfruta de algunas de las joyas del mar como es su pulpo, ya sea a la gallega o a la brasa acompañado de mango. Su carta está dividida en varias partes. Desde las opciones para compartir hasta sus platos frescos pasando por sus arroces, los productos de la mar, las carnes y para finalizar sus postes tradicionales.
Empezando por el principio como mandan los cánones, y después de haber elegido terraza, barra o comedor de sala, podemos decantarnos por opciones individuales como una zamburiña con velo de ibérico, un erizo gratinado o una croqueta de chipirones con su boina de ajoaceite. Todo regado con los exquisitos vinos que posee este particular restaurante en su valiosa bodega donde también encontraremos ejemplares de pequeños productores.
Si vamos un paso más allá, es una buena opción probar su alcachofa confitada y presentada como una flor, aunque también lo es su empanada. Conviene hacer parada en sus buñuelos de bacalao fritos en tinta de calamar, sus ortiguillas con pimiento de padrón o una elección que nunca falla como los huevos rotos, pero en su receta más ambiciosa, con carabineros. Y en el capítulo de ensaladas, la reina es la de perdiz escabechada.
Pasando por el apartado de las grandes especialidades tenemos el pulpo, el cual se puede disfrutar a la gallega o a la brasa junto a un toque exótico de mango para los más aventureros. Todo esto, solo para ir abriendo boca.
Porque si nos adentramos en los platos más contundentes, tenemos la vertiente atrevida donde destacan el tiradito de lubina con ají amarillo, el tataki de atún con caldo tibio o el steak tartar en rulo de aguacate. Y para los más clásicos, apuestas seguras como el arroz de pescadores, el rape con salsa bilbaína de pimientos de piquillo, los callos con garbanzos o el crujiente de manitas de cerdo con salsa brava y pilpil de ajo negro.
Aunque parezca imposible que el nivel siga subiendo, Sal Negra cierra su variada oferta apostando por los postres tradicionales como las filloas de crema, el arroz con leche tostado, las peras al vino con sabayón de frutos rojo o incluso el suflé Alaska, un cierre muy difícil de encontrar ya en la cocina moderna y vanguardista.
Con semejante abanico de posibilidades, todas ellas apetecibles y exquisitas, es imposible que Sal Negra no cautive a todos sus clientes, incluso al mismísimo Carlos Herrera, quien a su paso por este establecimiento no dudó en confirmar su admiración por el producto que allí se elabora y ofrece.