Eugenio Caballero en el altar de muertos diseñado por él de la Casa de México en Madrid.

Eugenio Caballero en el altar de muertos diseñado por él de la Casa de México en Madrid. Casa de México

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Eugenio, el mexicano ganador de un Oscar que crea el mejor altar de muertos: "Cuenta una historia, como mis películas"

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El mexicano Eugenio Caballero no puede evitar incluir referencias de películas en sus conversaciones. Por ejemplo, el Día de Todos los Santos 'le debe una' a Coco: "Al final, trajo luz al mundo sobre este día", argumenta.

Al igual que no puede evitar homenajear al mundo del cine en todas sus obras. Aunque el diseño del altar de muertos expuesto en la Fundación Casa de México en España "es mucho más que una película. Es un mundo cultural", expresa frente a su creación el reconocido director artístico, ganador de un Oscar al mejor diseño de producción por El Laberinto del Fauno.

El artista mexicano, también conocido por haber realizado películas como Lo Imposible o Un monstruo viene a verme, ha intervenido desde la fachada hasta la segunda planta, pasando por las escaleras y los pasillos de la Casa de México de la capital.

Altar de muertos de Casa de México.

Altar de muertos de Casa de México. Casa de México

El diseño del altar y la intervención del resto de los espacios está basado en el viaje que hacen los difuntos para llegar, es decir, el recorrido del mundo de los muertos al mundo de los vivos y viceversa. "Mi propuesta es barroca en todos los sentidos", explica Caballero.

La pieza central del altar es un diseño de 30 metros cuadrados de Maru Calva, inspirados en los dibujos del maestro artesano Javier Martínez Pedro, con el que Caballero trabajó en el Cirque du Soleil, que sugiere el camino que se inicia con la muerte y trae a los difuntos de regreso a la vida simbolizado en la ofrenda.

En este altar de muertos "cada objeto tiene que contar una historia, como en mis películas". No sólo han sido colocados por el cineasta por "cuestión ornamental", sino que hace protagonista a las narrativas que esconden detrás de cada uno de ellos.

De esta manera, encuentras en él objetos tradicionales que se suelen colocar en los altares de México como sal, agua, alcohol, chiles, tabaco, velas, papel picado, flores, calaveritas, copal... y otros objetos que Eugenio ha ido adquiriendo meticulosamente en los mercados de Jamaica, Lagunilla y la Merced, de la Ciudad de México, para después exhibir en Madrid.

40 cempasúchiles

La dualidad de la vida y la muerte está representada en la fachada principal con 40 flores de cempasúchil tejidas en la técnica de las sillas Acapulco. La flor de cempasúchil simboliza el Día de Muertos en México, gracias a su color y aroma es uno de los elementos más representativos de las ofrendas. El color encendido de esta flor ilumina el camino y el aroma guía a las almas hacia el altar. La fachada se complementa con nueve calaveras monumentales que emulan la técnica del barro bruñido.

A su vez, Eugenio hace un guiño a una película que se le "metió en el alma" y le "formó por muchas razones". En alusión a Macario, clásico del cine mexicano de 1960, infinidad de velas enmarcan la puerta de la entrada, y la película se proyectará en el ciclo de cine 'El muerto al pozo y el vivo al gozo'.

El altar estará en exposición hasta el 10 de noviembre. Además, la Casa de México ha creado un programa de actividades que incluye numerosos talleres: elaboración de nichos, máscaras de catrina, papel picado, teatrinos o tocados con hojas de maíz. Se complementa con dos ciclos de cine, uno para el público infantil.