El rey español Felipe II aseguraba que "el sol no se ponía nunca en el Imperio español". En otro imperio, el Centro Canalejas Madrid, hay que reconocer que el sol sale y se pone cada día como en el resto de la ciudad, pero las vistas son inmejorables y la vida pasa hasta más lenta entre unas paredes que rezuman lujo e historia hasta en los pomos de las puertas. Un edificio (más bien siete unidos) llenos de secreto que merecen la pena descubrir.
El proyecto de rehabilitación de toda esta manzana fue único y la llegada del Four Seasons lo remató. Un desafío en el que pocos creyeron al principio. En 2013, cuando ya se hablaba de lo que podría ser Canalejas, nadie imaginaba que iba a conseguir transformar un centro de Madrid donde la gente sólo iba a hacerse la foto con el Oso y el Madroño o en el Kilómetro Cero en la nueva "milla de oro" de la capital, en un imán para la llegada de hoteles cinco estrellas, restaurantes de moda y tiendas de lujo que ni siquiera tenían un escaparate en nuestro país.
Y es que Galerías Canalejas, como reconoce Emma Gómez, su directora general, algo así como la "alcaldesa" de estos siete edificios unidos que hace miles y miles de euros en transacciones cada día, aspira a convertirse en un destino en sí mismo. Es decir, que turistas y madrileños cojan un taxi y digan... "A Galerías Canalejas, por favor".
"El Centro Canalejas Madrid ha cambiado el destino del centro de la capital. Antes era un destino de paso, la gente que venía a la Puerta del Sol pasaba por aquí, veía el edificio, pero nada más. Este proyecto ha hecho que la gente se pare, entre a verlo... hemos recuperado el centro. De hecho, ese es el motivo por el que tantos hoteles de lujo están abriendo alrededor, zonas gastronómicas... Nosotros lo llamamos una nueva milla de oro".
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Es evidente que en Madrid, una capital que ha entrado en sólo unos años en la lista de destinos de lujo, sobre todo para el público latino, no había nada parecido. La calle Serrano, la de Ortega y Gasset, pero no una concentración única donde no haga falta caminar demasiado y con una percepción de seguridad aún mayor que en plena vía.
Lugares con peor clima pero situados en la lista de los más visitados tenían sus Galleria Vittorio Emanuele (Milán), Lafayette (París) o Harrods (Londres) para conseguir ese cliente que viste de Armani, una de las tiendas que volvió a Madrid de la mano de Canalejas; Hermés, la primera en apostar por el proyecto, o Aquazzurra o Jil Sanders, que aterrizan en España con tienda propia por primera vez de la mano de las galerías.
"Pero este lugar es para todos los públicos. Es verdad que el 50% es turista, sobre todo americano y árabe; pero el otro 50% es español. Y queremos que el madrileño entre a comprar, a comer en el Food Hall, a tomar un cóctel, a la piscina del hotel, a los restaurantes, al vestíbulo del Four Seasons... están abiertos para todos y hay planes y experiencias para todos los bolsillos", insiste su alcaldesa.
Lo cierto es que uno entra en el Centro Canalejas Madrid y podría pasar 24 horas completas sin pisar de nuevo la calle Alcalá y sin aburrirse ni un minuto. "Puedes empezar por venir y desayunar en el hotel Four Seasons, en el restaurante Dani con una maravillosa terraza que tienes unas vistas a Madrid inigualables", sugiere Emma Gómez.
El restaurante del estrellado chef Dani García, Dani, está ubicado en la última planta del hotel, haciendo chaflán con la plaza de Canalejas y tiene vistas a ambos lados, por lo que permite, siguiendo el símil, ver salir y ponerse el sol cambiando simplemente de mesa. Tiene una increíble carta de desayunos que empiezan a servirse desde las siete de la mañana, de lunes a viernes, y a partir de las 7.30 horas, los sábados y domingos.
"Después de eso te puedes ir de compras a la parte de Galerías Canalejas y pasarte el día ahí. Incluso puedes ir con un personal shopper y estar en el Private Lounge, donde te puedes probar toda la ropa que quieras de una forma más privada, sin que te vea nadie", continúa Emma Gómez mostrando a Madrid Total una sala VIP con tres probadores que se pueden solicitar como servicio extra para no estar tan expuestos.
"A la hora de la comida tienes mucho para elegir en nuestro Food Hall: restaurantes de arroz, gallego, de pinchos, de ostras y champán, asiático... Es decir, todo tipo de variedad y de comida", aclara.
Esta parte es la candidata a ser la más visitada por los madrileños. La Puerta del Sol era un lugar donde no siempre se encontraban buenos restaurantes para comer y el Food Hall ha conseguido crear en el punto cero de la ciudad una variedad (en todos los sentidos) que merece la pena ser explorada. "Además hay un parking con 400 plazas, con lo que no hay excusa para no venir".
Por la tarde, sigue la directora de este complejo que, reconoce, ha pasado más de 24 horas dentro haciendo de todo, "hasta montando muebles" o puedes relajarte en el spa del hotel.
"Tenemos un spa que son cuatro plantas donde puedes estar en la piscina nadando, ir al jacuzzi, tener un tratamiento relajante, es decir, te puedes pasar las horas que quieras antes de que, al llegar la tarde noche, nos vayamos a tomar unos cócteles en Isa, el gastrobar del hotel con fama de ser uno de los sitios con los mejores cócteles de Madrid".
Muy pocos son los madrileños que saben que la piscina del Four Seasons, con unas vistas increíbles y todo el lujo del mundo, está abierta al no hospedado siempre que haya hueco libre y se reserve un tratamiento en el spa. Es una piscina cerrada pero que da a una terraza con hamacas donde el tiempo, y Madrid, no pueden pasar más lento, más disfrutón.
Pero antes de llegar a la coctelería o después de comprar o simplemente saltándose todo el plan de 24 horas de gran lujo, lo que recomienda Madrid Total es pasearse por todo el complejo sin perderse ni un sólo detalle de la grandeza de estos siete edificios que están llenos de "infinitos secretos", como la estrategia que se siguió para unir distintas alturas con la fachada, y con una historia muy unida al pueblo madrileño.
"Son muchos los que vienen y me cuentan que visitaron estos edificios de pequeños, con sus abuelos o con sus padres, para abrirse una cuenta en el banco", explica Gómez señalando algunos de los guiños que han querido mantener en estas galerías.
Los secretos
El solar que dio origen al edificio Canalejas, justo donde se ubica ahora el Hotel Four Seasons, costó en 1901 casi 1,8 millones de pesetas (algo más de 10.000 euros) y fue comprado por el Banco Hispano Americano. Luego se fueron añadiendo edificios vecinos hasta quedarse con toda la manzana. De hecho, en 2012, cuando el Banco Santander lo vende con una inversión inicial de 525 millones de euros por parte de OHL, la suerte es que todo era de uno solo el dueño lo que facilitó la operación.
Hoy está participado al 50% por OHLA y Mohari Hospitality y se vanagloria de haber hecho una rehabilitación lenta pero llena de tesoros y secretos para que la gente quiera ir directamente a Canalejas a disfrutarlo.
"Esto está abierto para todos, porque con la cantidad de elementos artísticos que tenemos, merece la pena que todo el mundo venga a verlo. Hasta ahora no teníamos en Madrid algo como la Torre Eiffel o el Big Ben, teníamos nuestro estilo de vida, muchos edificios que no se les había dado a conocer lo suficiente y de repente, Centro Canalejas aglutina todo: restauración más típica española, lujo, tiendas... junto con toda la historia de la ciudad".
De los 16.000 objetos recuperados y rehabilitados (algunos están guardados y muchos expuestos y recolocados), llama la atención nada más entrar por la puerta cómo luce ahora el friso en bajorrelieve de Federico Marés, una joya, y sobre todo la rejería de hierro y bronce de estilo Art déco que era la entrada al Banco Zaragozano.
"Hubo que buscar artesanos específicos que supieran trabajar esta maravilla para poder rehabilitarla, oficios que ya se han perdido", explican desde el Centro Canalejas Madrid.
Las columnas de mármol verde son las originales del patio de operaciones del Banco Hispano Americano, los capiteles dorados en el Four Seasons, las vidrieras Art déco se han recuperado pieza a pieza y se han bajado a la altura de los ojos para que puedan ser apreciadas... todo sigue en distinto sitio pero en el mismo lugar.
Los mostradores de mármol verde de la consejería y recepción del hotel son los que se utilizaban en el banco para atender a los clientes; la barandilla y la escalera son originales aunque se ha cambiado de sitio y hasta se guardan, en una de las tiendas de lujo de las Galerías, las 576 pares de llaves de las cajas fuertes que tenía el banco en el sótano antes de ser transformado en un lugar exclusivo.
"Se ofreció a las tiendas si querían añadir algunos de los objetos que se habían recuperado y algunas dijeron que sí", continúan con el recorrido de las joyas que no debes dejar pasar.
También te chocas, en el paseo, con las dos enormes puertas de las cajas fuertes del banco que han obligado incluso a reforzar el suelo para aguantar las 16 toneladas que pesan. Una de ellas está cerca del Private Lounge y la otra es el acceso al Four Seasons desde Galerías Canalejas sin saber muy bien quién guarda a quién en su caja fuerte.
"Ahora está anclada la puerta para evitar accidentes pero es increíble porque se podía abrir y cerrar con un sólo dedo, con muy poco esfuerzo", explica Emma Gómez mirando un mazacote de hierro tan ancho como una persona. Algunas de las otras cajas más pequeñas se han recuperado igualmente para seguir guardando, como hace siglos, exclusivos objetos de deseo.