Pozuelo, Boadilla, Majadahonda, Las Rozas y Torrelodones son municipios del noreste de la Comunidad de Madrid que se dibujan en el imaginario colectivo como un único bloque: la zona rica de Madrid.
Figuran entre los municipios con más renta de España (según el Instituto Nacional de Estadística, INE), tienen una de las mayores esperanzas de vida del país, las menores tasas de paro y, además, son localidades en las que tradicionalmente gobierna el Partido Popular. Muchos puntos en común que, este verano con sus fiestas locales, han encontrado un cisma: los puntos violeta.
Y es que, este bastión del Partido Popular en la parte baja de la sierra se ha dividido entre los que creen en su utilidad y los que consideran que estos puntos de información -propulsados por el Gobierno de España, pero que debe instalar individualmente cada consistorio local en grandes eventos-, no son necesarios.
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De un lado están Majadahonda y Torrelodones donde, polémicas aparte, sus alcaldesas se han declarado defensoras de estos puntos de información y ayuda ante posibles agresiones sexuales. Y, por el otro, Pozuelo, Boadilla del Monte y Las Rozas donde evitan su uso y dejan este tipo de atención en manos de la Policía local y protección civil.
Todos los Ayuntamientos están gobernados por el Partido Popular, algunos de ellos en coalición con Vox. Desde la secretaría regional del partido evitan meterse en las decisiones de sus alcaldes.
"No se lucha más o menos contra la violencia por dejar de poner o quitar una iniciativa. Allí donde no hay esos puntos hay puntos de información, coordinados con Policía", apuntan fuentes del PP regional a Madrid Total.
Las Rozas
La polémica ha saltado esta misma semana cuando, en el Ayuntamiento de las Rozas, han rechazado, a petición de Más Madrid, instalar este tipo de puntos de información. Aun así, la precursora de esta iniciativa, la diputada en la Asamblea Beatriz Borrás, ha asegurado que seguirán poniendo sus "puntos violeta itinerantes con voluntarios".
"Queremos que, si no todas, la mayoría de las chicas de Las Rozas, puedan disfrutar y vivir las fiestas de su pueblo tranquilas", ha puntualizado.
La decisión del pleno del Ayuntamiento de Las Rozas sorprendía a vecinos ajenos a la localidad, pero no a los que viven allí. Tanto en Las Rozas como en Boadilla nunca se han instalado estos puntos en las fiestas locales.
Fuentes del municipio de Boadilla del Monte argumentan su rechazo en que, para la función que hacen estos puntos, ya están los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado.
"La seguridad en Boadilla no la dirige Irene Montero ni Ione Belarra, las que sacaron de la cárcel a violadores, pederastas y maltratadores, ni las que les rebajaron las penas, las mujeres en Boadilla son defendidas por las fuerzas y seguridad municipales y del estado que han hecho de nuestra ciudad una de las más seguras de España", declaran estas mismas fuentes a Madrid Total.
Lola Moreno
Doce kilómetros y apenas 14 minutos en coche separan la postura del Ayuntamiento de Boadilla del de Majadahonda. Opiniones totalmente opuestas que llevan, además, el sello personal de la alcaldesa de Majadahonda, Lola Moreno.
Aunque en ambos consistorios el bastón de mando lo lleva un dirigente del Partido Popular, sus posturas no pueden ser más distantes. En Majadahonda se celebrarán las fiestas locales a mediados de septiembre (del 11 al 17) y allí sí habrá un punto violeta.
Según fuentes municipales se colocarán en el recinto ferial por ser el lugar más transitado durante las fiestas. Allí se celebran los conciertos más importantes y el punto violeta lo gestionarán profesionales del Servicio Municipal de Atención a la Violencia de Género para "informar y concienciar" a los más jóvenes.
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Además de servir para dar apoyo en el caso de que surja cualquier tipo de agresión (tienen línea directa con la Policía), el punto violeta sirve, según fuentes municipales, a modo de aviso. "Saben que nos preocupamos por los temas y que estamos vigilantes", insisten.
Moreno ha llegado este año al Consistorio de Majadahonda, pero tiene una larga experiencia en temas relacionados con la protección de la mujer, tanto dentro como fuera de la política.
Inspectora de Policía Nacional, dio el salto a la vida pública de la mano de Cristina Cifuentes con quien fue directora General de la Mujer. Además, en 2018, fue nombrada consejera de Políticas Sociales y Familia de la Comunidad de Madrid donde también trabajó en pro de este tipo de iniciativas.
Puntos violeta
Fuentes del Gobierno de España insisten en no confundir los puntos violeta fijos, que están señalizados con un código QR, con estos que montan los Ayuntamientos en fiestas locales.
Los primeros se enmarcan dentro de una campaña nacional impulsada por la ministra de Igualdad, Irene Montero, hace más de dos años. Se señalan mediante un código QR o dípticos de información en negocios privados y públicos (bares, restaurares u hoteles), comercios y organismos estatales.
Por el contrario, los puntos violeta que ahora 'dividen' estos pueblos de Madrid son diferentes. Son carpas informativas y visibles que se instalan con recursos propios del Ayuntamiento durante las fiestas locales. En este caso, estos puntos violeta son itinerantes y se ponen, por decisión municipal, cuando hay grandes aglomeraciones de gente.
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Es por eso por lo que desde los organismos estatales no pueden concretar a Madrid Total cuántos de estos puntos violeta en fiestas locales se han eliminado de un año a esta parte. Aun así, aseguran que durante el pasado verano, con el pánico generado en torno a los pinchazos en las discotecas, se reforzaron este tipo de instalaciones.
La carpa se pone con recursos consistoriales por lo que la última palabra sobre si se instala o no es del Ayuntamiento y, como insisten desde la Delegación del Gobierno, el Ministerio o el Gobierno de España no pueden "obligar a nadie".
En algunos casos, son asociaciones vecinales o agrupaciones las que se encargan, por su cuenta, de instalar estos puntos. Como recuerdan desde diversos consistorios, al no ser aprobados por el Ayuntamiento, la colaboración de estos puntos con las fuerzas de seguridad es más "compleja".
Torrelodones
El sí de Majadahonda se conoce un mes después de que, en Torrelodones, el Partido Popular y Vox se enfrentaran por instalar estos puntos. Mientras que la concejala de Vox anunciaba que los iba a eliminar, la alcaldesa (del PP) aseguraba que no sería así.
La polémica llegó, incluso, hasta la Ministra de Igualdad, Irene Montero, que relacionó esta noticia con los pactos entre ambos partidos políticos. Finalmente, todo quedó en una anécdota que el PP aclaró recordando su implicación en la lucha contra la violencia de género.
"Nuestro partido es uno de los firmantes del Pacto Contra la Violencia de Género y en nuestra acción municipal siempre hemos participado en todos los actos en defensa de la igualdad y hemos apoyado cuantas mociones y declaraciones se han presentado en favor de la igualdad entre hombres y mujeres y contra la violencia de género", argumentaban desde el PP de Torrelodones.
Tres municipios más
Ahora, la mirada está puesta en el resto de gobiernos municipales para saber qué pasará con sus puntos violeta y si, de un año a otro, van a desaparecer.
Desde Más Madrid aseguran que, por el momento, tienen constancia de varias localidades en las que estos puntos violeta estaban en el verano de 2022 y ahora ya no se van a instalar. Este es el caso de Galapagar, Valdemoro y Alapardo. En todos los municipios gobierna el Partido Popular.
"Va llegando por goteo, parece haber una dinámica", denuncia Marta Carmona, diputada en la Asamblea de Madrid y psiquiatra. Para Carmona esta "dinámica" responde al discurso "negacionista de la violencia machista" que está difundiendo un parte del espectro político.
"Vivimos todo esto con alarma porque todos estos puntos no solo son importantes por el trabajo que hacen, sino también porque apuestan por un cambio cultural. Trasladan el mensaje de que el espacio de ocio nocturno tienen que ser un entorno seguro", apunta en su conversación con este diario.
Desde Más Madrid lamentan que estos temas, que "hasta hace nada" tenían consenso en la sociedad civil y entre los partidos, dejen de tenerlo. "Es terrible lo que se pierde".
A su juicio, todos los partidos, y a todos los niveles, luchen contra la violencia de género. "Los puntos violeta no son cosas para gente de izquierdas, sino para que los espacios sean seguros para todo el mundo", finaliza la psiquiatra.