15 años después de aquel terremoto del ladrillo Urbas aún opera y ahora mira hacia Oriente Próximo. La constructora anunció la pasada semana un acuerdo en Arabia Saudí por el que se compromete a la construcción de 5.500 viviendas -entre villas y apartamentos- que van a extenderse por una superficie aproximada de 1,8 millones de metros cuadrados.

El complejo, que también va a contar con áreas comerciales, espacios deportivos, de entretenimiento, de ocio y educacionales, entre otros, ha permitido a la constructora sentarse en la mesa de la Familia Real más pudiente del mundo: la Casa de Saúd. Con 1,6 trillones de dólares en cartera -en cifras de Forbes de 2022- cualquier decisión en materia económica en el país pasa por sus manos y Urbas parece haber logrado su confianza.

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La Nacional Housin Company (NHC) -empresa estatal de inversión en vivienda en el país- calificó a comienzos de año a la constructora española como "desarrollador cualificado" para los proyectos relacionados con su agenda de vivienda para el año 2030, una iniciativa impulsada por el príncipe heredero de Arabia Saudí, Mohamed Bin Salman.

De hecho, la sintonía entre ambas partes es muy buena. Fuentes de la empresa confirmaron el pasado miércoles a Europa Press que, de cara a 2024, podría entrar en otro proyecto bajo la condición de promotor inmobiliario directo. En este caso, para la construcción de 500 viviendas.

Imagen de uno de los barrios en construcción en Arabia Saudí dentro de su plan de vivienda para 2030 NHC

"Tenemos la intención de profundizar en unas relaciones económicas y comerciales duraderas con Arabia Saudí. Como empresa, estamos alineados con los planes de desarrollo y modernización del país", aseguran desde Urbas.

El desarrollo de vivienda moderna se ha convertido de un tiempo a esta parte en una de las prioridades del Gobierno saudí. La idea no es solo responder a la necesidad habitacional de 35 millones de personas -la población del país se ha incrementado en 5 millones de habitantes desde la década pasada- sino también construir ciudades de índole futurista que doten a Arabia Saudí de una estética propia.

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"A lo largo de estos años nos hemos convertido en el sector líder en el desarrollo de la economía nacional, diversificando las fuentes de ingresos del Reino y contribuyendo a construir una posición de liderazgo en el desarrollo global. Hemos logrado en gran medida enriquecer el mercado inmobiliario con proyectos de calidad que marcan la diferencia en la sociedad", asegura Mohammed Bin Saleh Albuty, director ejecutivo de NHS.

En datos de la empresa estatal de vivienda saudí, desde que esta comenzase a funcionar en 2016, ha entregado un total de 30.000 casas. Actualmente, tiene 123.000 unidades en construcción.

Visión 2030

Tal y como detalla el Ministerio de asuntos Municipales, Rurales y de Vivienda, antes de que se comenzasen a implementar en el país las líneas maestras de su programa de vivienda el tiempo de espera para acceder un hogar era de hasta 15 años. Hoy, aseveran, es instantáneo.

El objetivo de este plan para 2030 es que al menos el 70% de la población de Arabia Saudí tenga una vivienda en su haber. A largo plazo, la intención es convertir el país en una nación de propiedad plena, es decir, que todos los habitantes del Reino dispongan de una casa en propiedad.

Para ello cuenta con ambiciosos programas de financiación. El 'plan Sakani', por ejemplo, al que ya se han acogido más de 3 millones de saudíes, brinda la oportunidad, en palabras textuales del citado Ministerio, de "comprarse la casa de tus sueños" a aquellos ciudadanos que no dispongan del monto pertinente.

La visión 2030, elaborada por Bin Salman, pretende proporcionar 40.000 viviendas a familias "necesitadas". En datos del Gobierno, la iniciativa contribuirá con 41.800 millones de dólares al PIB nacional, creando cerca de 38.000 empleos de forma directa.