España es uno de los países con la tasa de vacantes laborales más bajas de la Unión Europea (UE), en el 0,9% en el segundo trimestre de 2023, frente al 2,7% de la UE, y 146.069 puestos de trabajo sin cubrir, según los datos de Eurostat. Pese a ello, el 43% de las pequeñas y medianas empresas españolas (pymes) considera muy difícil contratar personal cualificado, cinco puntos por encima de la media europea.

La preparación de los candidatos es el principal problema de las pymes que buscan ampliar la plantilla, con un 54% de las respuestas, tanto en España como en la UE. Además, las pymes españolas se quejan en mayor medida de la regulación y la carga administrativa (49% frente al 34% de la UE) y la competencia desleal (38% frente al 19% de la media europea), según refleja el Eurobarómetro publicado esta semana.

Las pymes españolas buscan, con poco éxito, perfiles técnicos y expertos en investigación y desarrollo. En menor medida, también necesitan personal de atención al cliente y venta al público o expertos en IT.

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La contratación de talento extranjero para suplir estas carencias todavía no parece una opción entre las pymes europeas. Sólo el 14% ha apostado por incorporar profesionales de otros países europeos. Un porcentaje que en el caso de España sube 2 puntos porcentuales, hasta el 16%. 

Para las pymes españolas, la experiencia en la atracción de talento europeo ha resultado positiva. El 53% de las respuestas de los encuestados apunta que no han tenido problemas en la contratación de europeos.

No obstante, sí que existen algunas dificultades como la falta de candidatos adecuados, con el 22% de las respuestas, o problemas con el idioma, según un 22%.

A la hora de salir a buscar trabajadores fuera de la UE, en España sólo el 13% de las pymes se ha planteado esa opción, frente al 16% de la media europea, como recoge el Eurobarómetro.

Cambio demográfico

España y la Unión Europea muestran tendencias diferentes en su mercado de trabajo. La tasa de desempleo europea sigue siendo baja mientras que la de vacantes va en aumento. En España, ocurre lo contrario. La tasa de paro es la más alta de todos los países de la UE y la tasa de vacantes es de las más bajas, a pesar de que los empresarios aseguran que existe un problema con la falta de trabajadores. 

Las perspectivas, al menos en el caso europeo, no son halagüeñas. La población en edad de trabajar pasará de los 265 millones del año pasado a 258 millones en 2030, según las estimaciones de la Comisión Europea. 

Al mismo tiempo, la transición verde creará entre 1 y 2,5 millones de puestos de trabajo adicionales para 2030. En el caso de la transición digital, el objetivo es contar con 20 millones de profesionales dedicados a la tecnología de la información y las comunicaciones, de los que faltan actualmente unos 11 millones.

Ante un desacople entre oferta y demanda que, según las previsiones, parece que se agudizará en las próximas décadas, los países europeos necesitarán contratar personas de terceros países para cubrir los puestos de trabajo vacantes en sus mercados laborales.

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"Tenemos que ser francos, Europa necesita la inmigración (...). Tenemos que conocer el talento de nuestros migrantes y trabajar con nuestros socios", dijo esta semana la comisaria de Interior, Ylva Johansson, durante la reunión de la Red Europea de Migraciones (REM), celebrada en Madrid.

Esta misma semana, la Comisión Europea ha presentado un paquete de ideas para favorecer la llegada legal de migrantes y atraer talento exterior para los sectores con más escasez de trabajadores.

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La medida principal es una "reserva de talentos de la UE para poner en contacto a los empleadores de la UE con demandantes de empleo de terceros países", como señala la Comisión en un comunicado. 

Esta "reserva de talentos" se materializará a través de una plataforma que agilice la contratación internacional y permita a los empleadores acceder a una reserva más amplia de capacidades y talento. También aportará información sobre los procedimientos de contratación y migración en los Estados miembros. 

El paquete de medidas incluye un reconocimiento más fácil de las cualificaciones obtenidas en países de fuera de la UE, para modernizar el sistema actual y simplificar los trámites, de manera que la incorporación de los extranjeros al mercado laboral sea más rápida y, a la vez, genere confianza entre los empleadores.