Más espacio, zonas verdes y tranquilidad. Son las grandes bazas de las casas y pisos de extrarradio y las causantes de que la demanda en ellas floreciera a resultas de los confinamientos impuestos por covid. Pero tres años después del brote, esta ventaja se desvanece casi al mismo ritmo que suben los precios en el centro: quien busca ahora irse a la periferia no lo hace ya tanto por voluntad como por necesidad.
La tendencia se nota ya tanto entre quienes quieren comprar como los que buscan un alquiler más asequible. Y afecta sobre todo a los menores de 35 años.
Una primera pista la aporta Fotocasa. "El 14% de los demandantes de vivienda quieren dejar la ciudad para ir a vivir a la periferia", sostiene en un reciente informe. Es un fenómeno más acentuado entre quienes buscan alquiler que entre quienes quieren comprar: quiere irse de la ciudad el 12% de los que quieren ser propietarios, y el 16% de los que buscan nuevo alquiler.
¿Y por qué? El estudio subraya que en los últimos doce meses pierde fuerza la 'búsqueda de tranquilidad' como principal motivo (cae siete puntos, hasta ser lo principal para el 39% de quienes buscan en la periferia) y acecha el 'factor económico', apuntado por un tercio de los demandantes.
Especialmente por quienes buscan alquilar, tras ver en un año cómo los precios han escalado algo más de un 9%, llegando a mensuales de casi 1.000 euros de media en nuestro país -cifra superada con facilidad en las grandes ciudades-.
Lo apuntan voces del sector, que desechan la idea de que la búsqueda de espacios amplios y zonas verdes siga siendo el motor de la vivienda de extrarradio.
"Tuvo mucho que ver la pandemia, pero eso ya se acabó, ahora la gente se va a la periferia porque no puede pagar el centro", sostiene a este periódico Ricardo Gulias, CEO de RN Tu Solución Hipotecaria.
Más obra nueva para comprar
Diferenciado por mercados, Fotocasa apunta a que la tendencia de compra en estas zonas es notoria en el caso de los menores de 35 años. En esta franja de edad el porcentaje de demandantes que buscan en la periferia de las grandes urbes alcanza el 26%, frente al mucho más modesto 14% que registra esta opción entre quienes tienen entre 55 y 75 años.
"Hay un perfil. Hasta 35 años la mayoría tira a periferia. Por encima de esa edad, que ya se tiene mayor capacidad adquisitiva, se prefiere comprar en el centro", apunta Gulias.
Allí encuentran precios más competitivos. Ellos y quienes no puedan afrontar otra compra más elevada. Sobre todo porque es el único sitio donde se puede aumentar de forma considerable la oferta y relajar la presión que asfixia ya a la vivienda de segunda mano, que ha superado la barrera psicológica de los 2.000 euros por metro cuadrado de media en España tras dispararse un 7,2% en el último año.
Es una tendencia que han visto de forma clara las promotoras, que levantan nuevos barrios enteros en estas áreas. En la periferia de Madrid, Barcelona, Málaga, Sevilla o Bilbao se ha avanzando con operaciones urbanísticas solo en el primer semestre de este año que suman algo más de 140.000 nuevos pisos planificados.
En busca de un alivio al alquiler
En el caso de alquiler, la marcha a la periferia adquiere connotación de huida. Los incrementos de precio que vemos en las grandes capitales han sido fuertes, "incluso por encima de 25%", señalaba a este periódico el director de Estudios de pisos.com, Ferran Font.
Con precios de 18,9 euros por metro cuadrado en Barcelona o 17,1 euros en Madrid, las ciudades más caras, muchos han emprendido ya el éxodo a sus periferias, lo que ha su vez ha provocado que se encarezcan.
Así, pueden encontrarse pisos en alquiler en Badalona por 1.147 euros al mes, en Paterna por 1.062 euros y en Móstoles por 835 euros de media.
En Fuenlabrada se sitúan en 834 euros y en Alcalá de Henares en 820 euros, según Idealista.
Fin del teletrabajo
La escalada de precios en el centro, tanto de compra como de alquiler, no es el único factor que ha puesto la periferia en otra perspectiva, la de alternativa. También el decaimiento del teletrabajo, que dio un plus a estas viviendas alejadas de las grandes urbes.
Según la Encuesta de Población Activa del INE, apunta a que en el segundo trimestre de este año solo el 7,3% de las personas ocupadas en España trabaja más de la mitad de los días desde su domicilio.
Son alrededor de 1,5 millones de personas. El porcentaje ha descendido en casi 9 puntos en comparación a los datos recabados durante la pandemia (16,2%).
Mientras, el porcentaje total de personas que teletrabajan al menos un día en semana se sitúa en el 13,9%, lo que supone un descenso del 5,5% con respecto a los niveles de pandemia y de un 2,7% con respecto al primer cuatrimestre de 2021. Así las cosas, el 86% de los empleados de nuestro país no cuenta con la opción de teletrabajar.