Han pasado más de dos años desde que comenzase la carrera por encontrar una vacuna contra la Covid-19. Las primeras en aprobarse fueron las desarrolladas por Pfizer y Moderna. Dos antígenos que les han asegurado grandes ingresos. Pero ambos laboratorios no pueden ser el 'número 1'.
Es más. Uno de ellos ha empezado a frenar. Se trata de Moderna, que ha reducido sus previsiones de ventas de vacunas contra la Covid-19. La otra cara de la moneda es Pfizer, que ha pisado el acelerador elevando su pronóstico para este 2022.
Moderna había fijado su previsión de ingresos por la vacuna en 21.000 millones de dólares (21.500 millones de euros). Ahora espera que esté entre los 18.000 y 19.000 millones de dólares (entre 18.465 y 19.491 millones de euros).
Además, para el próximo año espera entre 4.500 y 5.500 millones de dólares (4.580 y 5.597 millones de euros) en ventas de vacunas contra el coronavirus. Una estimación que queda muy lejos de la de los analistas, que habían fijado en 9.500 millones de dólares (9.668 millones de euros).
Cabe recordar que Moderna pactó con la Unión Europea un retraso en la entrega de nuevas dosis hasta finales de 2022 o principios de 2023. Esto se debe a que la demanda de dosis por parte de los países ya no es tan alta como a principios de 2021.
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Del mismo modo, también canceló un acuerdo con la alianza de vacunas (GAVI) y llegó a uno nuevo para suministrar a la organización hasta 100 millones de dosis de su vacuna de refuerzo actualizada en 2023.
Por su parte, Pfizer ha elevado sus previsiones en 2.000 millones de dólares (2.035 millones de euros). Así, la compañía estadounidense ingresará 34.000 millones de dólares (34.600 millones de euros) este 2022 por su vacuna contra la Covid-19.
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Otra diferencia entre Pfizer y Moderna es el número de dosis entregadas. Según datos de la Unión Europea, hasta ahora de Moderna solo se han distribuido alrededor de dos millones de dosis de su vacuna adaptada a ómicron. En el caso de Pfizer, ha enviado 13 millones.
En Estados Unidos, Moderna ha distribuido alrededor de 18,4 millones de dosis de la nueva vacuna, en comparación con los 41,4 millones de Pfizer, según recoge Reuters.
Incremento del precio
Lo cierto es que las ventas de los antígenos están por debajo de los máximos pandémicos, ya que muchos países han completado sus campañas de inmunización primaria y están retrasando nuevas entregas. A esto se suma una demanda más baja de las nuevas dosis de refuerzo.
Pero esta situación no significa que sea el fin de este negocio para las farmacéuticas. Las compañías han reaccionado a la situación subiendo el precio de las dosis para compensar así la caída de ingresos.
Pfizer anunció hace apenas dos semanas que cuadruplicará el precio de su vacuna (costará entre 110 y 130 dólares) cuando finalice el actual programa de compras de Estados Unidos.
Pero, antes de este anuncio, Airfinity ya analizó esta situación, aunque con cifras más moderadas en el caso de Pfizer.
De acuerdo con las previsiones de la organización, el antígeno de la multinacional estadounidense pasará a costar entre 22 y 42 dólares, lo que supone un incremento de hasta el 82% si lo comparamos con el precio medio conocido hasta ahora (unos 23 dólares).
Por su parte, la vacuna de Moderna estará ahora entre los 32 y los 50 dólares, dependiendo del acuerdo que se cierre con cada país. Antes de esta subida, el precio medio era de unos 25 dólares por dosis.
Demanda de dosis
En lo que respecta a la demanda, Airfinity prevé que caerá un 72% en 2023 con respecto a las entregas de 2021. La cantidad de vacunas vendidas se reducirá así hasta los 1.600 millones de dosis a medida que el mundo entra en una nueva era endémica del virus. En 2021 se entregaron 5.700 millones de vacunas.
Sin embargo, la disminución de los ingresos no irá en línea con la de la demanda. Esto se debe al incremento de los precios de las dosis antes mencionado. Así, las ganancias solo se reducirán cerca de un 22%, de acuerdo con las previsiones.
En 2021 y 2022 los ingresos por las vacunas contra el coronavirus alcanzaron los 60.000 millones de dólares -cada año-. En 2023, Airfinity prevé que se queden en 47.000 millones.