Telefónica logra controlar su coste energético y abordará con los sindicatos cómo trasladar el IPC a los salarios
La compañía se blinda ante la subida de la inflación y los tipos con iniciativas tanto financieras como de mejora de su eficiencia y su base de costes.
5 noviembre, 2022 02:35Telefónica ha puesto en marcha en los últimos meses distintas iniciativas tanto operativas como financieras con el objetivo de blindar al grupo de telecomunicaciones ante el actual escenario macroeconómico, marcado por una elevada inflación y un incremento de los tipos interés en los distintos mercados en los que opera.
Medidas entre las que se incluyen los acuerdos que han permitido a la operadora controlar el impacto de la subida de la energía en su cuenta de resultados. A ellas, podrían sumarse próximamente otras iniciativas destinadas abordar las consecuencias que tendrá el incremento de la inflación en sus costes laborales, pendientes de negociación con los representantes de los trabajadores.
En la conferencia de analistas, Ángel Vilá, consejero delegado de Telefónica, ha señalado que la inflación ofrece al grupo la oportunidad de elevar sus ingresos, ya que en algunos de sus mercados, como es el caso de Brasil, Reino Unido o la región de Hispam, sus tarifas están vinculadas a la evolución del IPC.
No obstante, ha añadido que la subida de los precios, especialmente de los costes de la energía y los salarios, también supone un desafío para la compañía. Motivo por el cual, según Vilá, Telefónica sigue trabajando en iniciativas relacionadas con la eficiencia, la simplificación y el ahorro de costes.
Y en este fin se enmarcan las negociaciones que la operadora tiene previsto llevar a cabo en próximas semanas con los representantes de los trabajadores en los distintos países. El objetivo es ver de qué manera se pueden trasladar a los salarios las fuertes subidas que está registrando en el IPC, teniendo en cuenta que los costes laborales de Telefónica equivalen al 13% de sus ingresos.
Estas negociaciones se llevarán a cabo sobre dos principios: intentar que las subidas sean inferiores a la inflación y seguir trabajando para compensar estos mayores costes laborales, al menos parcialmente, con otras eficiencias.
Entre ellas, por ejemplo, las destinadas a estabilizar o reducir la factura energética o las vinculadas a la deflación del coste de los contenidos, como ha ocurrido en nuestro país con los derechos del fútbol.
Convenio en España
En el caso de España, Vilá ha anticipado que el incremento de los costes laborales de Telefónica en 2023 será mayor en comparación con el que se registrará este 2022. De hecho, actualmente es inferior al de hace un año por el impacto del plan de bajas voluntarias lanzado a principios de 2022 y el moderado incremento salarial del 1% aplicado en enero.
Sin embargo, en el II Convenio colectivo de las empresas vinculadas a Telefónica la compañía se comprometió a revisar las tablas salariales con efectos de 1 de enero de 2023 si, a 31 de diciembre de 2022, el IPC real acumulado del periodo 2019 a 2022 fuera superior a los incrementos pactados de la masa salarial global para ese periodo.
Vila ha explicado que en los primeros años de este periodo el aumento de los salarios en Telefónica fue superior a la inflación. Esto permitirá compensar en parte el elevado IPC de los últimos meses, pero no evitará que el año próximo tenga que afrontar un incremento de sus costes laborales.
Cómo desarrollar esta promesa, cuya finalidad es garantizar que los trabajadores de Telefónica no pierden poder adquisitivo en este periodo, es lo que previsiblemente tendrán que negociar en próximas semanas la empresa y los sindicatos.
Coste energético
Muy diferente es por el momento la situación del coste energético de Telefónica, que representa el 2% de su facturación. La compañía ha señalado que, gracias a todas las medidas adoptadas, "el incremento de los precios de la energía que se ha registrado en 2022 no se repetirá en 2023".
En este sentido, Vilá ha detallado que la situación es diferente en los distintos países en los que está presenta la empresa. En el caso de España, ha apuntado que en 2023 el 80% de su consumo energético estará cubierto con "precios atractivos" que se acordaron en los acuerdos PPA firmados antes de que empezara esta crisis energética, pero que aún no habían entrado en vigor.
A respecto, las cuentas de Telefónica España añaden que, tras haber firmado hace un año un acuerdo a largo plazo para gran parte del suministro de electricidad renovable, la compañía ha cerrado en el tercer trimestre de 2022 nuevos PPAs que "reducen aún más su exposición a la subida del precio de la energía".
Así, remarcan que de esta manera se asegura un precio fijo para más de 50% del consumo de emplazamientos propios en 2022 y de más del 70% en 2023. "Si el precio en el mercado SPOT se mantiene, con el nivel de cobertura actual, la factura total en España descenderá" el próximo año, ha afirmado Vilá.
Blindaje financiero
Telefónica no sólo está adoptando medidas desde el lado operativo para abordar el incierto entorno macroeconómico, ya que la compañía también se está blindando desde un punto de vista financiero para hacer frente el actual escenario de presiones inflacionistas y subida de tipos.
En concreto, y tal y como han destacado Vilá y Laura Ábasolo, la directora general de Finanzas y Control y responsable de Hispanoamérica en Telefónica, las cuentas del tercer trimestre muestran que la compañía mantiene una gestión "prudente" de su negocio, así como un sólido balance y una fuerte generación de caja para afrontar este contexto.
En concreto, cuenta con una posición de liquidez de 22.108 millones de euros al cierre de septiembre, tiene cubiertos los vencimientos de deuda de los próximos tres años, ha aumentado la vida media de la deuda hasta los 13 años y, gracias al intenso trabajo de refinanciación realizado en los últimos años, ha bloqueado el 74% de su deuda a tipos fijos e históricamente bajos.
Además, y gracias a la gestión ejecutada sobre la deuda y las operaciones financieras llevadas a cabo en los últimos años, Telefónica ha bajado su deuda financiera prácticamente a la mitad desde 2016, al tiempo que ha más que duplicado su patrimonio neto, que cierra septiembre en los 25.700 millones de euros.
Otro baluarte de la compañía reside en su capacidad de generar caja, un soporte que le permite atender el pago del dividendo y de los intereses de la deuda. En el tercer trimestre, el flujo de caja alcanzó los 1.125 millones de euros, el doble que en el mismo periodo de 2021. En el acumulado de los nueve primeros meses de 2022 alcanzó los 2.474 millones, un 68,2% más.