Después de unos años muy convulsos, el sector del taxi parece haber pasado a una nueva etapa en España. Tras el arduo enfrentamiento que mantuvo con las compañías de VTC, este segmento clave de la movilidad está centrando cada vez más su atención y sus recursos en poner en marcha profundos procesos de transformación que le ayude a adecuar su servicio a las nuevas necesidades de los usuarios.
En este camino, diferentes compañías de base tecnológica, que en un principio eran vistas por los profesionales del taxi con cierta reticencias, se han ganado su confianza y están aportando innovaciones de calado a gran velocidad. Nuestro invitado de hoy, Jaime Rodríguez de Santiago, director de Free Now para España, conoce muy bien este proceso. Una experiencia a la que se suman sus años al frente de BlaBlaCar en España, Portugal y Alemania, otra de otra de las nuevas empresas que más impacto han tenido en la movilidad del país.
Ahora que la flexibilidad, los viajes a precios cerrados e incluso la posibilidad de compartir trayectos están, poco a poco, abriéndose camino en el mundo del taxi, repasamos con el director general de Free Now el momento que vive el sector.
Free Now ha vivido en sus últimos años un cambio de marca y una pandemia ¿Cómo han hecho frente a ambas cirbusntancias?
Estamos siguiendo una senda bastante razonable dentro del entorno actual. Free Now surge tras reestructurar la marca MyTaxi, a mediados de 2019, en medio de un movimiento de transformación digital de dos actores del sector de la automoción como son Daimler y BMW. Ambos generaron un paraguas del que cuelgan diferentes compañías: Share Now, Charge Now, Park Now y nosotros, Free Now.
En nuestro caso, nacimos en 2019 como MyTaxi que resultó ser un actor fundamental que ha acompañado al taxi en su transformación. El sector seguramente no estaba preparado para hacer frente a la nueva competencia y, en ese momento, ayudamos a darles una serie de herramientas. Contamos con más de 10 millones de pasajeros y 100.000 conducotres en toda Europa. En España tenemos 1,13 millones de usuarios y 21.000 taxistas con presencia en Madrid, Barcelona, Valencia, Sevilla y Málaga.
En lo que respecta a la pandemia, durante los momentos iniciales, la actividad del taxi llegó a caer un 95%. Sólo daba servicio a trabajadores esenciales. En un momento en el que aún no sabíamos qué ibamos a hacer pedimos voluntarios para transportar a profesionales médicos. En 24 horas teníamos a 500 voluntarios que querían ayudar.
El resto del año hemos ayudado al sector para hacer frente a la situación que estamos viviendo. Hemos impulsado medidas como la puesta de mamparas en los automoviles. Llegamos a alcanzar niveles de activiad del 70% en algunas ciudades. Ahora, tras las últimas restricciones, hemos vuelto al 50%.
Estamos viendo importantes cambios en la regulación de los servicios de taxi, ¿qué suponen estos avances?
Creo que vamos a ver desarrollos normativos en dos áreas: la competitividad y la sostenibilidad. Respecto a esta última, en Free Now tenemos un plan para invertir 100 millones de euros en toda Europa para ayudar a estas compañías. Pero no es suficiente si no tenemos apoyo normativo. Nosotros vamos a hacer un gran esfuerzo para electrificar el taxi pero la administración debe apoyarnos con regulación, desarrollo de infraestructuras...
En cuanto a los cambios de regulación de la parte más competitiva de la actividad del taxi, yo creo que Madrid viene siendo en los últimos tres años una avanzadilla sobre como regular este sector. Creo que viene de la mano de que Madrid se ha convertido en una especie de laboratorio de nuevos servicios como los patinetes o los coches compartidos. Esto ha ayudado a dar pasos que siempre hemos visto con buenos ojos, pero creemos que se puede avanzar más.
Las regulaciones en el sector del taxi siempre han pretendido ayudarle o protegerle pero, realmente, han limitado su actividad. Cuando hablamos de los precios regulados y rígidos podríamos pensar que es bueno pero no lo es si no le permite ser más fleible respecto a la competencia. Por fin, vemos precios cerrados en el taxi. Ahora, tenemos que profundizar en una variabilidad que, seguramente, tendrá que tener límites superiores o inferiores, como debería pasar con las VTC. No tiene sentido que dos servicios que compiten por los mismos clientes tengan una asimetría regulatoria tan fuerte.
Has hablado sobre la posibilidad de poner una serie de ayudas en marcha y de añadir servicios a vuestra plataforma, ¿cuál es la hoja de ruta de estas iniciativas?
En lo que tiene que ver con la electrificación, cada mercados es muy diferente. En España estamos hablando con la administración para alinear nuestra propuesta con las iniciativas que se pongan en marcha. Lo que está claro es que necesitamos más taxis eléctricos. Estamos trabajando en acuerdos con fabricantes pero necesitamos que se puedan homologar más vehículos eléctricos para prestar este servicio.
A medida que tengamos más coches eléctricos, generaemos incentivos para que los usuarios utilicen estos vehículos y, de la misma manera, para que la actividad de los conductores de estos vehículos sea más rentable. Esto es un plan que va a durar cinco años que va a marcar nuestra trayectoria durante los próximos años.
En lo que tiene que ver con introducir nuevos servicios de movilidad en nuestra plataforma partimos de una idea: no podemos tener tantas aplicaciones de movilidad en el móvil, es muy complicado. Hay un camino de conslidación y agregación en el sector de la movilidad y queremos jugar un papel importante en este sentido.
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