Para muchos es la merecida recompensa a la que se llega tras haber estado ‘toda una vida’ trabajando. Aunque ese ‘toda la vida’ varía, y mucho, de unas personas a otras. Es decir, que no todas las personas tendrán derecho a la misma pensión ni, por tanto, a la misma cuantía de dicha pensión. La clave está en el número de años cotizados.
Así, y a modo de ejemplo, si una persona no ha llegado a 15 años cotizados, no podrá cobrar lo que se conoce como pensión contributiva. En su caso, tendrá que solicitar una pensión no contributiva que ofrece una prestación económica, asistencia médico-farmacéutica y servicios sociales complementarios si carece de recursos.
Otra situación diferente ocurre cuando ha cotizado por encima de ese mínimo de 15 años que da derecho a una pensión contributiva. Aquí ya entran en juego otros factores como la edad en la que la persona decide retirarse, las cotizaciones acumuladas o la base reguladora.
¿Qué variables se tienen en cuenta?
Es la Seguridad Social la que tiene lo que se puede definir como el método de cálculo de las pensiones de jubilación. Y tres son los pilares sobre los que se apoya: por un lado, los años cotizados; por otro, la base reguladora; y, el tercero en discordia, la edad ordinaria de jubilación.
Los dos primeros son básicos para determinar la cuantía mientras que el tercero puede tener un efecto ‘no deseado’ en la pensión. La razón es bien sencilla: si se solicita la jubilación anticipada, supondrá un recorte en las cantidades a percibir. Y es que el trabajador verá con la Seguridad Social le impondrá un coeficiente reductor que acabará repercutiendo en la cantidad que percibirá.
¿Qué es la base reguladora?
Los años cotizados no tienen vuelta de tuerca: son los que son. La edad ordinaria de jubilación está establecida por ley: en 2023, es de 65 años si se han cotizado 37 años y 9 meses o más, o 66 años y 4 meses, si se han cotizado menos de esos 37 años y 9 meses.
¿Y la base reguladora? Es el cálculo que se realiza para determinar la cantidad de dinero mensual que un trabajador recibirá en el momento de retirarse. Una cifra que se va a establecer según el salario recibido durante su vida laboral y las cotizaciones realizadas a la Seguridad Social.
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¿Cómo funciona? La cifra que se toma como referencia son las bases de cotización de los últimos 25 años previos a la solicitud de jubilación. Por tanto, hay que sumar las bases de los últimos 300 meses y dividirlas entre 350.
En dicho cálculo la Seguridad Social aplicará lo que se conoce como coeficiente de cotización de todos los meses, salvo los de los dos últimos años. La meta no es otra que tener en cuenta el efecto de la inflación.
También es posible que el trabajador, en este periodo de tiempo, no haya cotizado de manera continuada. Para aliviar el impacto de estas ausencias de cotización, podrá incluir lo que se conoce como lagunas de cotización. Se trata de un mecanismo que permite rellenar con bases ficticias de cotización los periodos sin cotizar: será del 100% de la base de cotización mínima vigente durante los primeros 48 meses, y con el 50% de dicha base a partir del mes 49.
¿Salvedades? No es válida para trabajadores autónomos o empleadas del hogar. Pero sí es muy útil para aquellos trabajadores que en algún momento de su vida laboral llevaron a cabo trabajos a media jornada o por horas, por ejemplo.
¿Qué pensión corresponde según los años cotizados?
La horquilla varía desde el 50% hasta el 100% según los años cotizados. Así, el porcentaje mínimo de base reguladora que se puede percibir es del 50% (personas que han cotizado 15 años). Y, a medida que suma más de esos 15 años, el trabajador va consiguiendo mayor porcentaje de la base reguladora.
Así, y a partir de los 15 años, y por cada uno de los siguientes 49 meses, tendrá un 0,21% más de la base reguladora. Y, por cada uno de los siguientes 209 meses, ese porcentaje será del 0,19%.
Para llegar al 100% de la pensión, en la actualidad, es necesario haber cotizado 36 años y medio. Conviene recordar que esta cantidad se va a ir incrementando de forma gradual cada año de dos en dos meses hasta 2027.
Así, con 20 años cotizados, corresponde el 62,60 % de la base reguladora; con 25 años, el 74,92 %; con 30 años; el 86,32%; y con 35 años, el 97,72%. Con 36 años se llegaría al 100%.
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Aquí conviene hacer una matización: tener derecho al 100% de la base reguladora no es sinónimo de tener la pensión máxima. La cantidad dependerá de las cotizaciones previas a la Seguridad Social.
Dicha cuantía máxima de las pensiones, en 2023, se sitúa en 3.058,81 euros mensuales. Es decir, 42.823,34 euros anuales. Pero ¿qué sucede si queda por debajo del mínimo estipulado? Ese límite está en 8.614 euros anuales.
Entonces, el trabajador puede solicitar lo que se conoce como complemento a mínimos en la pensión. Dicho complemento no está asegurado año tras año y, si la pensión se revaloriza, o el pensionista acaba percibiendo una pensión concurrente, el complemento puede variar e, incluso, suprimirse.