Un medidor de presión en un campo petrolífero de Tatarstán, en Rusia.

Un medidor de presión en un campo petrolífero de Tatarstán, en Rusia. Alexander Manzyuk Reuters

Materias primas

El equilibrismo de la OPEP: vender petróleo barato o hacer que suba hasta los 352 dólares para cuadrar sus presupuestos

Las estimaciones del FMI van desde los 55,6 dólares de Emiratos Árabes hasta los 351,7 de Irán.

Publicada

Los miembros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo y sus socios, grupo conocido como OPEP+, son los máximos exportadores de crudo en el mundo. Estos países dependen tanto de esta materia prima que es un factor clave para cuadrar sus presupuestos públicos. Por eso, deben conseguir un equilibrio entre vender suficiente petróleo y que su precio sea elevado para obtener la máxima rentabilidad.

Según cálculos del Fondo Monetario Internacional (FMI), Irán es el país de la OPEP que necesita un precio del petróleo más elevado para cuadrar sus presupuestos de 2023: 351,7 dólares. El precio más bajo es el de Emiratos Árabes, de 55,6 dólares.

Entremedias se encuentran Omán (72,2 dólares), Libia (64,4 dólares), Kuwait (70,7 dólares), Irak (75,8 dólares), Azerbaiyán (77 dólares), Arabia Saudí (80,9 dólares), Kazajistán (99,8 dólares), Argelia (112,4 dólares) y Baréin (126,2 dólares).

[¿Por qué la OPEP y los bancos centrales se vigilan mutuamente?]

Así lo recoge el organismo presidido por Kristalina Georgieva en un informe sobre previsiones económicas de los países del Medio Oriente y Asía Central, región a la que pertenecen la mayoría de economías del grupo. 

Tal es la importancia del petróleo para los miembros de la OPEP+ que la mayoría de ellos detalla en sus presupuestos la producción diaria de petróleo esperada y el precio estimado del crudo para el ejercicio al que referencia las cuentas.

De forma general, y para este 2023, los precios previstos para el crudo van de los 60 dólares de Argelia o Azerbaiyán a los 100 dólares de Sudán del Sur.

Para elaborar sus presupuestos, los países exportadores de petróleo tienen en cuenta dos supuestos fundamentales: qué beneficios obtienen en la extracción de crudo y qué grado de dependencia a esta materia prima tiene su economía.

Margen

"La principal fuente de ingresos fiscales de estos países es la venta de petróleo", por tanto, "no sólo necesitan que sea eficiente extraerlo, sino que, además, requieren que el margen que obtienen de la extracción sea suficiente para cuadrar sus presupuestos", explica Ángel Sanz, director de EsadeGeo.

Cada país necesita un precio diferente para mantener sus cuentas saneadas porque no todos ellos consiguen el petróleo con la misma facilidad ni el resultado obtenido es de la misma calidad. "La mayoría de países de la OPEP tiene precios de extracción bastante bajos, entre 10 y 40 dólares por barril", subraya el mismo experto.

También es determinante la prudencia fiscal. "Hay países que necesitan un precio del petróleo de 100 dólares y hay otros muchos más cautos que a lo mejor hacen su presupuesto con la premisa de que con un precio inferior lo cuadran", indica Sanz.

Por todo ello, el director de EsadeGeo advierte de que "entre los 75 o los 80 dólares actuales, muchos de estos países no pueden cuadrar sus cuentas".

Para intentar elevar el precio del petróleo, Arabia Saudí informó la semana pasada de que reducirá su oferta de crudo en un millón de barriles diarios (mbd) a partir del próximo 1 de julio. Además, la OPEP+ acordó mantener los recortes un año más.

Los principales exportadores de petróleo han recortado su producción en 2 mbd con respecto a los niveles de producción de octubre del año pasado. En abril, nueve de sus miembros añadieron mermas adicionales voluntarias por valor de 1,7 (mbd) que se mantendrán hasta finales de 2024.

Por tanto, "la sumatoria arroja un total de recortes por valor de 4,7 millones de barriles brent, al menos para este mes de julio; más o menos el 5% de la capacidad global", calcula Antonio Aceituno, director general de la consultora estratégica Tempos Energética.

Sin embargo, Sanz advierte de que en muchas ocasiones los acuerdos de reducción de producción no se cumplen. "Una cosa que pasa a menudo es que dicen que recortan producción, pero luego cada país intenta subirla y no honra el acuerdo. Porque todos los países intentan que suba el precio, pero, a la vez, vender cuanto más mejor", explica.

Oferta y demanda

Más allá de los problemas de cumplimiento de los acuerdos, en sus manos sólo está uno de los dos parámetros que fijan los precios: la oferta.

Sin embargo, no pueden hacer nada por mejorar las previsiones sobre el segundo factor de fijación de precios, la demanda, en un momento en el que "el mundo está entrando en una desaceleración económica y China no tira como se preveía una vez finalizada la pandemia", incide Sanz.

Con las previsiones de crecimiento mundial elaboradas por el FMI, la OCDE o el Banco Mundial para 2023 -del 2,8%, 2,7% y 2,1%, respectivamente- y puntualizando que "el precio del petróleo es muy difícil de predecir", Sanz descarta que el precio del crudo alcance este año los 95 o los 100 dólares por barril que algunos bancos de inversión y firmas de análisis pronostican.

"Si China consigue sorprender al mundo y Estados Unidos evita la recesión, los precios se estabilizarán entre los 80 y los 90 dólares por barril", considera Aceituno. En caso contrario, "caerán justamente entre los 70 y los 80 dólares por barril, lo que daría pie a una nueva acción del principal jugador del mercado del crudo, Arabia Saudí", afirma.

[Los recortes de Arabia Saudí avivan las previsiones de que el petróleo alcanzará los 100 dólares en 2023]

En su opinión, el último movimiento de Arabia Saudí significa una cobertura de precios de al menos a 80 dólares el barril de brent, justamente la cantidad necesaria para cumplir con su presupuesto, "aunque mucho va a depender del tamaño temporal del recorte de producción de petróleo, fijado de uno a seis meses".

Según las previsiones del FMI, Arabia Saudí tendrá un déficit presupuestario equivalente a un 1,1% de su producto interior bruto (PIB). La estimación contrasta con el superávit esperado por Riad de 16.000 millones de riales saudíes, unos 3.962 dólares.

Potencial bancarrota

Por el contrario, Azerbaiyán, Kuwait, Omán y Emiratos Árabes lograrán cerrar el ejercicio sin déficit fiscal.

Que las cuentas públicas de estos países estén más o menos en entredicho no es una cuestión excesivamente preocupante, al contar todos ellos "con tantos recursos naturales y fondos públicos de gran envergadura", resalta Sanz.

"Pero unos países con instituciones más débiles, como Nigeria o Angola, pueden entrar en problemas de déficit y, potencialmente, en bancarrota", por lo que caerían en "las dinámicas de rescates soberanos del FMI", advierte.