Los analistas piden calma ante el pánico bursátil: "Puede ser un shock efímero como en la pandemia"
Aconsejan mantener las carteras como están y, en todo caso, decantarse por bonos corporativos o el propio yen japonés como activos refugio.
6 agosto, 2024 02:00Calma. Mucha calma. Y, sobre todo, algo de contexto para refrenar las ansias de vender los valores en cartera ante el pánico bursátil desatado ayer por el hundimiento del Nikkei en Japón. Los analistas aconsejan a los inversores que dejen sus posiciones como están y que no sean presas del miedo. Y, en caso de rotar cartera, que miren hacia los bonos corporativos e, incluso, el propio yen japonés como activos refugio.
Los expertos de Morningstar instan a los inversores a no dejarse llevar por el pánico, un mensaje en el que insistieron durante la venta masiva de la pandemia de 2020, que fue “extremadamente repentina pero también efímera y, en retrospectiva, una gran oportunidad de compra”.
En la jornada del lunes, las acciones japonesas se desplomaron más de un 12%, el carry trade de los últimos meses sobre el yen se deshizo -pedir prestado en yenes para, por ejemplo, comprar activos de Wall Street en dólares- y los valores tecnológicos cayeron con fuerza. ¿El origen de tan dramática sucesión de hechos?
El último dato de empleo, peor de lo esperado, en Estados Unidos y la inacción de la Reserva Federal (Fed), que la semana pasada mantuvo los tipos de interés como estaban, aunque dijo que en septiembre podría darse ya un primer recorte.
El desplome del parqué japonés se produjo porque los inversores empezaron a presagiar una recesión en la primera economía del mundo. El temor se contagió al Viejo Continente y, de nuevo, a Wall Street, aunque ya la ola de números rojos fue más moderada.
Desde Morningstar abogan por mantener las acciones y fondos japoneses. “Al igual que los valores tecnológicos, los mercados japoneses han tenido una buena racha en los últimos años y esta última corrección ha hecho mella en las cifras de rendimiento sin deshacer todas las ganancias”, apunta James Gard.
“Los bonos corporativos siguen estando bien aislados de la sacudida del mercado, por lo que es probable que las posibles salidas, que podrían ser un catalizador de nuevos descensos en unos mercados ya de por sí estresados, sean moderadas e, incluso, vemos la posibilidad de que se produzcan entradas”, asevera Andrew Jackson, director de Renta Fija de Vontobel.
En opinión de Gregor M. A. Hirt, director global de Inversiones en Multiactivos de Allianz GI, “los factores que suelen empinar la curva de deuda deberían mantenerse en su lugar por el momento”.
Asimismo, el gestor de Allianz considera que, “con la corrección exagerada y una moneda en apreciación, creemos que es demasiado tarde para reducir las acciones japonesas. Más bien, la cuestión es si se debe aumentar el yen como refugio seguro si una mayor apreciación de la divisa genera más volatilidad en el mercado”.
Un bache de las bolsas, no un shock
En general, los analistas quitan hierro a estas caídas debido al buen momento previo de las bolsas. “El hecho es que los mercados siguen estando en general en máximos o cerca de ellos, por lo que la gravedad de la corrección sigue sin estar clara”, apunta Jackson, de Vontobel.
A juicio de Javier Molina, analista sénior de mercados para eToro, “los niveles clave no se han roto y podríamos estar ante una corrección más o menos seria, pero no ante el inicio de un mercado bajista prolongado”, pues “las caídas en los precios, aunque significativas, pueden estar reflejando un ajuste necesario tras un período de revalorización insostenible”.
“En los últimos años, los mercados han experimentado un crecimiento rápido, impulsado en parte por políticas monetarias expansivas y una búsqueda global de rendimientos en un entorno de bajos tipos de interés. Este tipo de crecimiento suele ser vulnerable a correcciones, especialmente cuando las condiciones monetarias comienzan a endurecerse, como es el caso de Japón”, destaca el analista.
Por su parte, Manuel Pinto, analista de mercados, opina que se trata de “una corrección saludable, que nos permitirá entrar en el mercado a precios significativamente inferiores a los que estábamos acostumbrados hace apenas unos días”.