Imagen física de un bitcoin delante de un gráfico que expresa caídas.

Imagen física de un bitcoin delante de un gráfico que expresa caídas. iStock.

Mercados

Los gurús de las 'criptos' alertan de una cascada de quiebras en el sector tras la caída de FTX

El impacto en España es solo tangencial. Bitcoin y ethereum siguen cayendo en paralelo a las subidas de tipos de los bancos centrales.

12 noviembre, 2022 01:08

No lo dice un cualquiera. Ni lo dice alguien que vea los toros desde la barrera. Quien habla es Changpeng Zhao, consejero delegado de Binance, la plataforma de criptoactivos que salió al rescate de FTX y que, menos de 24 horas después, renunció a su compra acelerando su bancarrota, que se produjo el viernes. “Con la caída de FTX, veremos un efecto cascada”, se teme Zhao, quien prevé “consecuencias negativas, especialmente para aquellos que comparten el mismo ecosistema que FTX”.

El mundo de las criptomonedas entra en alerta ante el segundo caos provocado en menos de seis meses. Primero cayó Luna, de Terra, y esta semana ha sido FTX. Zhao incluso ha llegado a equiparar esta quiebra -y no ha sido el único- con la de Lehman Brothers en 2008 en el terreno bancario. “Es bastante similar”, considera el gurú de Binance.

Quizá el cierre de FTX no suponga tanto por sí mismo, solo el paso de los días lo dirá, pero lo que sí es seguro es que genera más ruido y pone más trabas a la recuperación de las principales criptodivisas: bitcoin y ethereum. La primera pierde un 61,2% de su valor en lo que va de año, hasta intercambiarse por 16.285 euros, mientras que la segunda retrocede casi un 63%, hasta cotizar en los 1.229 euros.

Ambas monedas digitales llevan cayendo desde el 12 de noviembre de 2021, momento en el que tocaron su máximo. Desde entonces, el bitcoin ha retrocedido un 71,1% y el ethereum, un 69,7%.

Numerosos gigantes de los fondos de inversión habían dicho en repetidas ocasiones que el boom de las criptodivisas se produjo en un contexto de mercado en el que los tipos de interés en Estados Unidos y Europa estaban entre cero y negativo. Gestoras y bancos como AXA, Natixis o Barclays se oponían a aquellas entidades que intentaban poner un pie en este terreno de juego, caso de BlackRock o Ruffer.

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Los inversores se lanzaron en masa a por las criptomonedas porque había que rascar la rentabilidad del único nicho con potencial en aquel momento. Pero sus detractores calculaban que, cuando la Reserva Federal (Fed) americana comenzara su senda alcista del precio del dinero, muchos ahorradores mudarían su capital a activos tradicionales como los bonos o las acciones, dejando caer a los incipientes proyectos ‘cripto’.

Precisamente, en marzo de este año la Fed dio el pistoletazo de salida al ciclo de subidas de tipos más pronunciado desde la década de 1980. El banco central estadounidense ya tiene su tasa oficial del dinero en el 4%, lo que ha coincidido con la aceleración del hundimiento ‘cripto’.

El espejo de Enron

La quiebra de FTX se ha producido para la matriz y más de 130 filiales repartidas en distintos países. Algunos artículos apuntan a una deuda conjunta de más de 50.000 millones de dólares (49.625 millones de euros), lo que, de ser cierto, más que duplicaría la deuda que arrastró a Enron al impago en 2001.

La energética, que se convirtió en un sinónimo de fraude empresarial planificado en la cultura popular norteamericana, colapsó con 23.000 millones de deuda.

Tom Brady y Gisele Bündchen en una gala.

Tom Brady y Gisele Bündchen en una gala. Foto de archivo.

Precisamente un abogado que dirigió a Enron después de su colapso, John J. Ray III, ha sido seleccionado para reemplazar a Sam Bankman-Fried (ya dimitido como CEO) al frente de FTX, quien “permanecerá para ayudar en una transición ordenada”, aseguró la compañía.

Entre la ristra de afectados por su bancarrota, hay nombres de grandes inversores institucionales y privados como Temasek, Ontario Teachers’ Pension Plan, Sequoia Capital, BlackRock, Coinbase Ventures, VanEck, el jugador de baloncesto Stephen Curry o la modelo Gisele Bündchen y su exmarido, el jugador de fútbol americano Tom Brady, entre otros.

España, efecto tangencial

De momento, el incierto panorama internacional de los criptoactivos impacta a España muy tangencialmente. Nuestro país todavía está ‘en pañales’ en lo que a criptomonedas se refiere.

Según el primer estudio de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) sobre las criptodivisas y la efectividad de las medidas impulsadas por este organismo supervisor, a cierre del primer semestre su penetración era muy baja: solamente un 6,8% de los encuestados invertía o había invertido antes en criptomonedas; un 10,2% no invertía pero sí preveía hacerlo en el futuro, mientras que un mayoritario 82,9% no había invertido ni lo hará nunca.

Y de los que sí contaban con criptodivisas, la mayoría invierte en ellas menos del 5% de su capital.

Entre tanto, el ecosistema español de las ‘criptos’ sigue regulándose a rebufo de Europa. El Gobierno incluirá en el Código Penal a las criptodivisas y otras formas de pago electrónico como medios susceptibles de cometer fraudes, según figura en uno de los puntos de la proposición de ley orgánica registrada el viernes en el Congreso por el PSOE y Unidas Podemos para derogar el delito de sedición.

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Por su parte, Ciudadanos introdujo en su listado de enmiendas al proyecto de Ley de los Mercados de Valores y de los Servicios de Inversión dos iniciativas importantes en lo tocante a este negocio. La elaboración y aprobación de una Estrategia Española de Criptoactivos, así como la creación de un Foro de Alto Nivel de Criptoactivos en el que participen representantes de empresas de criptomonedas, asociaciones de usuarios y expertos académicos sobre ética de las nuevas tecnologías, “con el objetivo de debatir y acordar medidas a tomar para garantizar un uso seguro de activos digitales”.

“El sector de los criptoactivos ha ganado tracción en los últimos años, llegando a suponer en nuestro país en torno a 60.000 millones de euros, según el Banco de España. De hecho, nuestro país acoge en torno al 10% de todo el negocio de criptoactivos de la zona euro. Cerrar los ojos ante este fenómeno es inútil, por lo que es necesario asegurar que se desarrolla de forma segura y lo suficientemente flexible para atraer inversiones y permitir el desarrollo de innovaciones sobre el sector”, justifican los firmantes de las enmiendas de Cs, Edmundo Bal y María Muñoz.