Hasta el momento todas las actuaciones vistas hasta ahora nos llevan a pensar que la Reserva Federal estadounidense ha optado claramente por luchar contra la inflación a pesar de poner en serio riesgo a su economía llevándola a una recesión mientras que el Banco Central Europeo parece que se lo toma todo con más tranquilidad.
Es como si se pensase que la inflación es una cosa muy puntual provocada por la guerra en Ucrania y que el mero paso del tiempo hará que desaparezca.
Realmente, unos y otros están cometiendo un grave error. Los primeros porque su rápida y contundente reacción les llevará irremediablemente a la recesión y los segundos porque una vez más muestran claramente que están vendidos a la buena vida y lo único que les interesa es mantener el buen statu quo que han conseguido aunque sea a costa de destrozar a la clase media de la eurozona.
Ya lo he dicho muchas veces, pero no me cansaré de repetirlo: lo único que tenemos en común en la Unión Europea es que la gran mayoría de sus países miembros andamos con los mismos papelitos de colores en el bolsillo como dinero.
[Se necesita un gran pacto de rentas para vencer a la hiperinflación]
Y justo en la sesión de hoy estamos asistiendo a una nueva prueba de ello en la que un euro vale lo mismo que un dólar estadounidense. Y lo que es mucho peor que casi ningún español se ha enterado de ello y si lo ha hecho no es consciente de las repercusiones que esto va a tener.
La fiesta de liquidez infinita que se ha mantenido a lo largo de los años y que se ha extendido más allá de lo asumible con la pandemia y posterior guerra de Ucrania, ha creado una inflación brutal que ahora está echando raíces en la economía mientras que el BCE mira hacia otro lado.
Es precisamente fruto de esta inacción por parte del Banco Central Europeo (BCE), que aún no ha subido los tipos de interés y que es posible que solo los suba un cuartillo de punto pasando de esa manera el verano todavía con tipos en negativo, se va a tener un efecto demoledor ya con un dólar más caro que un euro, la compra de cualquier materia prima cotizada en dólares se va a encarecer todavía más.
Pero esto ni es el principio ni es el final de la caída del euro frente a la divisa estadounidense ya que según podemos ver en el gráfico anterior, el par EURUSD viene realmente bajando desde el inicio de la crisis del año 2008. Allí comenzó el declive del euro cuando con un euro te daban 1,60 dólares.
Hoy, 14 años después hemos perdido un 37,5% de nuestro poder de compra además de la inflación que suma otro tanto. Por eso entonces pagábamos la gasolina a un euro y hoy la pagamos a 2 euros.
Desde que monté mi Escuela de Trading y Forex en el año 2018, pauté lo que esperaba que hiciese el par EURUSD tal y como se puede ver en la imagen superior. Primero una bajada hasta testear la línea tendencial de largo plazo nacida en el año 1999, el último del ECU antes de pasar al euro en los mercados financieros, rebote desde dicha tendencia hasta la bajista y abajo de nuevo para romperla.
Como se ve, la reacción alcista se fue mucho más arriba de lo esperado. De hecho, parecía que se iba a producir un throw-back para volverse alcista, pero finalmente retornó dentro de la tendencia bajista de largo plazo y posteriormente acabó perdiendo la tendencia alcista en febrero de este año.
Lo que pensaba en el año 2018 no lo he cambiado y por lo tanto para mí, todo rebote es una nueva oportunidad de poder vender más arriba tus euros por dólares. Así que nada de comprar con visión de largo plazo porque no veo ninguna posibilidad de escapar del escenario de ver una devolución de todo lo ganado desde el nacimiento del euro volviendo a los 0,83 por dólar.