Según ha explicado Snap, la dueña de la aplicación, el grueso de estas pérdidas, unos 2.000 millones (unos 1.800 millones de euros), se deben a los gastos derivados de su oferta pública de venta de acciones (OPV). En el primer trimestre del año, la compañía ingresó más de 149 millones de dólares (137 millones de euros), muy por encima de los 39 millones (36 millones de euros) de un año antes, pero por debajo de las expectativas de los analistas.

El servicio de mensajería efímera decepcionó también con sus cifras de uso, dando signos de que podría empezar a estancarse. Alcanzó de enero a marzo 166 millones de usuarios activos diarios, un 36% más que un año antes, pero un incremento de tan solo el 5% si se compara con los tres meses precedentes.

Snap debutó en la Bolsa de Nueva York el pasado mes de marzo, con una subida en su estreno del 41% respecto al precio que había fijado para su puesta de largo. Las acciones de la compañía marcaban un primer precio de 24 dólares, frente a los 17 dólares fijados para la salida. Con la venta de 200 millones de títulos, la tecnológica logró levantar 3.400 millones de dólares (3.125 millones de euros) en el que se convirtió en el mayor estreno en Wall Street desde la salida de Alibaba en 2014.