El informe 'Draghi' revuelve al sector energético europeo y da alas a la nuclear para abaratar los costes de la industria
El Gobierno italiano de Meloni quiere crear una compañía, con un socio tecnológico extranjero, para producir e instalar reactores nucleares.
11 septiembre, 2024 02:26El informe 'Draghi' presentado este lunes en Bruselas ha removido los cimientos del sector energético europeo y de la industria, muy preocupada por descarbonizar, sí, pero también mirando cómo merma la cuenta de resultados por los altos costes de la energía.
Las renovables son una energía autóctona, pero intermitente, y otras nuevas tecnologías todavía no son suficientes para asegurar un suministro estable y continuo. Y el informe destaca una tecnología a la que se mira en Europa cada vez con mejores ojos: la energía nuclear.
Como ejemplo, Suecia planea subvencionar con 34.000 millones de euros la construcción de más centrales, Hungría espera tener operativa su planta Paks II en 2032, y ahora el Gobierno italiano de Meloni quiere crear una compañía, con un socio tecnológico extranjero, para producir e instalar reactores nucleares.
Según un reciente análisis de la consultora PwC, en el caso del parque nuclear español, se llega a la conclusión de que éste proporciona estabilidad y seguridad al sistema eléctrico, garantizando el suministro de manera continua y aportando potencia firme y síncrona.
"La energía nuclear cubre aproximadamente el 20% de la demanda eléctrica en España, con tan solo el 6% de la potencia instalada y es la tecnología que más contribuye a la potencia firme e inercia del sistema eléctrico", señala el informe.
Y más aún. En su estudio apunta a que el cumplimiento de los objetivos de potencia firme establecidos en el PNIEC (Plan Nacional de Energía y Clima) está en riesgo sin la contribución del parque nuclear, debido al retraso en la entrada de tecnologías con características similares.
Además, la consultora resalta que las centrales nucleares están ubicadas cerca de zonas de alta demanda eléctrica, por lo que su reducción supone un riesgo para la seguridad de suministro y, en su opinión, ayuda a la independencia energética gracias a la disponibilidad de combustible en el mercado internacional.
Energía cara para Europa
El precio de la energía en Europa es mucho más elevado que en las grandes potencias, como EEUU o China. Era un 'elefante en la habitación', una verdad evidente que se hablaba en corrillos, pero que nadie lo había dicho tan alto y tan claro como Mario Draghi en Bruselas. La competitividad de las empresas europeas respecto a las chinas y a las estadounidenses está en sus horas más bajas.
Los costes de la energía son el factor decisivo para determinar la competitividad de estas actividades en la UE en comparación con otras regiones del mundo, dice el informe.
Hace ya tres años, en 2021, este diario se hacía eco de un informe de Bank of America (BofA) en el que advertía de que la crisis energética en Europa por los altos precios del gas podría pasar una grave factura a la recuperación económica y arrastrar a la Unión Europea a perder posiciones de cabeza del liderazgo económico, en su competición con China y Estados Unidos.
Una visión de la que también ha advertido ESPAS (European Strategy and Policy Analysis System). Sus informes han señalado que la creciente autosuficiencia energética de los Estados Unidos contrasta con la continua dependencia de la Unión Europea de las importaciones de petróleo, gas y carbón.
"Seremos una sociedad que básicamente se encogerá", dijo el exjefe del Banco Central Europeo al presentar sus ideas para relanzar la economía y contener la marea de dominio estadounidense y chino.
Fiscalidad y gas natural
Dice el informe 'Draghi' que la diferencia de precios con respecto a EEUU se debe principalmente a la falta de recursos naturales de Europa, así como al limitado poder de negociación colectiva de Europa, a pesar de ser el mayor comprador de gas natural del mundo.
Y la tributación de la energía es más alta que en otras partes del mundo, lo que añade una cuña fiscal a los precios.
Tanto es así que, cuando se combinan, pueden representar una parte sustancial del coste final pagado por los consumidores. En 2022, se recaudaron unos 200.000 millones de euros en impuestos y cargos de red en general en la UE de todos los consumidores de electricidad y gas (unos 40.000 millones de euros del sector industrial).
Un contraste muy evidente respecto a la Ley de Reducción de la Inflación (IRA) que la Administración Biden, que se puso en marcha hace ya dos años. Estados Unidos ofrece exenciones fiscales a largo plazo para apoyar las inversiones en tecnologías limpias y la autogeneración, lo que conduce a una reducción general de la carga fiscal sobre la industria, asegura Draghi.
Y eso es lo que propone el exresponsable del Banco Central Europeo para salvar la industria y las facturas energéticas en el Viejo Continente. "Hay que proponer créditos fiscales personalizados vinculados a la adopción de soluciones energéticas limpias" dentro de "un marco legislativo armonizado de la UE". "Al hacer que estos créditos fiscales sean transferibles (como se hace en EEUU), resultarían aún más atractivos para las empresas y los inversores", concluye.