Lanza (Exolum): "Invertiremos unos 1.000 millones de euros hasta 2030 en infraestructuras para las nuevas energías"
- "Doy por supuesto que acabaremos en un vehículo eléctrico. No me importa, la transición energética genera muchas oportunidades".
- "Peligra la industria en Europa con la transición energética, pero parece que empieza a haber cierta preocupación en las instituciones europeas".
La compañía líder en el sector del transporte y almacenamiento de productos líquidos, Exolum, está en plena transformación. Desde que se fundó hace 97 años, bajo el nombre de CAMPSA, se dedica en España, fundamentalmente, a gestionar, transportar y almacenar combustibles que se utilizan para movilidad o para calefacción. Y desde hace algunos años, en otros países también hace logística de productos químicos para la industria.
Jorge Lanza, el CEO de la compañía, reconoce a EL ESPAÑOL-Invertia en una entrevista que entonces era el monopolio del petróleo, pero en 1993 se transformó en CLH, compañía logística de hidrocarburos. En los dos últimos años la ahora Exolum está evolucionando hacia los nuevos modelos energéticos que buscan la descarbonización y ampliando la gama de productos.
"Vamos evolucionando porque la sociedad va demandando cosas nuevas", señala Jorge Lanza a este diario. "La transición energética es un tren que ya se puso en marcha hace unos años y esto nadie ya lo discute. Y nosotros queremos ser relevantes en esa transición".
Y para ello, se requieren inversiones "mega millonarias, de billones a nivel mundial". El máximo responsable ejecutivo de Exolum reconoce que "llevamos consumiendo petróleo y gas desde hace décadas y décadas. Todo eso hay que evolucionarlo hacia los nuevos vectores energéticos".
"Es ahí donde hay una oportunidad de negocio en la cual nosotros queremos jugar un rol importante". Y ha puesto una cifra. "Estamos apuntando de aquí a 2030 del orden de 1.000 millones de euros en nuevas inversiones en amoníaco verde, metanol verde o ese biocombustible que se llama SAF, que hay que llevar a los aeropuertos. También queremos desarrollar allí nuevas infraestructuras para dar servicio a toda esa movilidad que se requiere en aviones, donde tenemos una presencia muy fuerte", asegura Lanza.
"Las inversiones no tienen nombres y apellidos, pero sí tenemos algunos proyectos concretos, como por ejemplo, a principios de año compramos una terminal en Houston (EEUU) de amoníaco", explica.
Y en 2020, fue la primera empresa del mundo que ofreció a las compañías aéreas SAF, el biocombustible de aviación, en Barajas y en Barcelona. Y en el caso del hidrógeno verde, "tenemos la primera hidrogenera pública de la Comunidad de Madrid para transporte por carretera, para flotas de autobuses o camiones".
La clave, la velocidad
Nadie discute que el mundo está en el camino hacia un nuevo modelo energético, la duda está en la velocidad de esa transformación. "Hay cierta incertidumbre también sobre qué alcance va a tener cada uno de los productos, porque hay distintas tecnologías que están compitiendo y al final tendrá que haber un mix de varias de ellas", puntualiza el CEO de la principal compañía de hidrocarburos de España.
Y la transición energética es una oportunidad. "Nosotros con la transición energética vamos a crecer, no producimos ni vendemos producto, pero lo almacenamos y lo transportamos. Vamos de la mano de nuestros clientes, de los productores".
"Doy por supuesto que todos los particulares acabaremos en unos años en un vehículo eléctrico. Lo tengo asumido y no me importa, porque la transición energética me genera muchas más oportunidades"
Sin embargo, hace una advertencia. "Sin energía competitiva, no hay industria competitiva. Europa debe prestar más atención a proteger a la industria en su camino de liderar la transición energética frente a otras regiones".
¿Peligra la industria en Europa en esta transición energética? "No lo digo yo, lo dice el porcentaje del PIB de la industria que tenemos en Europa, que ha ido para atrás", asegura el consejero delegado de Exolum."Es un hecho que en Europa tenemos que cuidar más de la industria, y ya veremos, pero parece que empieza a haber cierta preocupación en las instituciones europeas sobre disponer de una industria competitiva".
Lo bueno que tiene la transición es que "provee de cierta independencia energética a países que no lo han tenido". Y reconoce que España tiene una oportunidad al producir cada vez más energía renovable.
"Va a haber más países que van a tener menos dependencia de la OPEP, pero Oriente Medio seguirá siendo quien domine el petróleo. Y además, la transición energética va a llevar mucho tiempo, igual no tanto en Europa, pero sí en el resto del mundo".
Para transporte por carretera, los biocombustibles son la solución más efectiva para descarbonizar a corto plazo".
El camino hacia la descarbonización está desequilibrado y "ahí pones a la industria europea en desventaja frente al resto del mundo". Por eso, propone a los grandes actores internacionales, Estados Unidos y China, "hacer un esfuerzo para ir todos de la mano".
"Al final el problema del CO2 es global, y debemos ir todos con las mismas normas", aclara.
Aranceles a China
El boom de los coches eléctricos chinos en Europa ha provocado una reacción en las decisiones políticas. Y la más sonada ha sido el pasado 12 de junio, cuando la Comisión Europea anunció que los fabricantes chinos de coches eléctricos estarían sujetos a partir del 4 de julio a unos aranceles adicionales del 10%, de entre 17,4% y 38,1%.
"No soy muy partidario de aranceles. La Unión Europea tiene que empujar, en política energética, a que otras regiones se suban al carro. Los aranceles al final van a provocar una reacción, no tengo muy claro a dónde lleva esto. Aún así, tengo claro que para la movilidad de vehículos particulares va a haber electrificación".
"No sé cómo de rápido o cómo de lento, pero doy por supuesto que todos los particulares acabaremos en años en un vehículo eléctrico. Lo tengo asumido y no me importa, porque la transición energética me genera muchas más oportunidades que lo que voy a perder con el vehículo eléctrico".
Pero hay que dejar de mirar el ombligo de Europa y ver qué está pasando en otros puntos del mundo.
"Peligra la industria en Europa en esta transición energética, y no lo digo yo, lo dice el porcentaje en el PIB comunitario, que ha ido para atrás"
"No le pidas al que está en medio de un país poco desarrollado que use un vehículo eléctrico, porque te dice 'bueno, espera, déjame primero tener una motocicleta o poder cocinar en casa con gasoil o con gas, porque ahora mismo lo único que tengo es que quemar cuatro palos'".
Aún así, "a mí me parece bien el rol que Europa se ha arrobado para ser líder de la transición energética. Pero no podemos hacerlo sólos".
Combustibles alternativos
Sin embargo, el hidrógeno verde y sus derivados todavía son tecnologías muy incipientes, pero "en Europa hay muy poca concreción sobre cómo se va a crear una industria potente con toda la cadena de valor, con una hoja de ruta muy genérica y falta concreción de acciones concretas, hitos intermedios".
Lanza asegura que las ayudas no se están desplegando. "Queda mucho por hacer y sobre todo no se está prestando atención a fomentar la demanda".
Y ¿qué rol tendrán los biocombustibles o combustibles renovables? Los biocombustibles llevan estando en el mercado desde principios de siglo. A día de hoy, por ejemplo, el diésel lleva un 10% de biocombustibles.
Los primeros biocombustibles eran de origen de aceites vegetales, aceite de colza, aceite de palma... que se han cuestionado un poco porque compiten, en cierta manera, con la cadena de la alimentación.
Pero a día de hoy, toda la industria ha evolucionado a lo que se llaman biocombustibles avanzados, que se producen a partir de residuos. Aceites reciclados de automóviles, aceites de frituras, aceites de residuos urbanos. "Aparte de fomentar la economía circular, no compiten con la cadena de la alimentación y es a lo que estamos dedicados todos en el sector. Y luego hay un tercer producto, unos biocombustibles todavía más avanzados, los combustibles sintéticos, que se empiezan a desarrollar ahora, que se hacen a partir de hidrógeno verde y captura de CO2".
En su opinión, "para el transporte por carretera, es la solución más efectiva para descarbonizar a corto plazo, y a día de hoy es mucho más barato descarbonizar el transporte por carretera con biocombustibles".
Y señala que además, "tiene otras ventajas, como por ejemplo, que el señor o señora que no se puede comprar un vehículo eléctrico, ya descarboniza su huella utilizando el vehículo actual. Las infraestructuras son las mismas, no requieres infraestructuras nuevas, por eso es tan eficiente y tan barato".
Pese a todo, todavía quedará el transporte pesado por carretera y el marítimo que necesitarán petróleo. "Y mientras mantenemos nuestro negocio porque esta 'commodity' junto con el gas, viaja por todo el mundo, se van a tener que desarrollar nuevas cadenas de suministro para el amoníaco verde o el hidrógeno verde".
Y ahí quiere estar Exolum. "Estamos trabajando en los puertos donde ya estamos, que son muchos, en desarrollar las infraestructuras de entrada y salida de estos productos. Nos estamos diversificando geográficamente y haciendo logística de nuevos productos, que incluye transporte, que puede ser o por barco, como hacemos ahora, o por el ducto, por gasoducto o hidrogenoducto, en el momento que se requiera".