Bruselas rechaza aprobar medidas de emergencia para salvar la industria solar europea del producto chino
La industria argumenta que la producción de módulos solares chinos se hace en masa y subvencionada por su gobierno.
6 febrero, 2024 01:55La industria europea de fabricación de tecnología solar no ve futuro mientras los productos chinos inundan el mercado. Y es que la lucha entre competidores es muy desigual. Si bien los productores europeos son capaces de producir 6 GW de módulos solares al año, sólo en 2023 la UE necesitó una capacidad total de unos 56 GW.
Pero salvarse se presenta complicado. Y aún más porque la incipiente industria europea no sabe cómo sobrevivir. Hace unos días, el Consejo Europeo de Fabricación Solar (ESMC) envió una carta a Bruselas diciendo que los productores tienen sólo dos meses para cerrar sus líneas de fabricación, "a menos que se implementen rápidamente medidas de emergencia sustanciales”.
La industria argumenta que la producción de módulos solares chinos se hace en masa y subvencionada por su gobierno (lo que les permite vender a la mitad del precio de sus homólogos de la UE). Eso, junto con un exceso de oferta de paneles en la UE, les hace imposible mover sus existencias.
La Comisión Europea ha tomado nota en el asunto tras un debate en el Parlamento Europeo en Estrasburgo, pero ha anunciado que no aprobará un plan para rescatar a las empresas o combatir el aumento de las importaciones baratas procedentes de China.
Como parte del 'Plan de la Industria Emisiones Cero Netas' (Net-Zero Industry Act’ o NZIA), se quiere impulsar la producción nacional de tecnologías clave como paneles solares, turbinas eólicas y bombas de calor, para reducir la dependencia de China, que actualmente representa casi el 80% de la producción mundial de la fabricación solar.
Para 2030, la Comisión Europea se ha propuesto que el 40% de la demanda europea de paneles solares se produzca en Europa, junto con otras tecnologías clave, pero tal y como están las cosas, se hace cuesta arriba verlo posible.
Esto es "muy, muy preocupante", ha dicho el secretario general del ESMC, Johan Lindahl, y publicado en Politico. "Estamos a punto de perder la industria en Europa", ha añadido.
"Actualmente hay un excedente de módulos fotovoltaicos importados en stock en los puertos y almacenes de la UE, estimado en un rango de 70 a 85 GW (equivalente a entre 140 y 170 millones de módulos fotovoltaicos)", escribió su asociación en la carta a la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen.
Estas reclamaciones no son nuevas. La patronal del sector empresarial solar de Europa, Solar Power Europe, ya lanzó hace seis meses un mensaje de advertencia a las autoridades de la UE.
"Competencia desleal"
Entonces, ya se veía un exceso de importaciones chinas baratas que llevaron a algunos fabricantes al borde de la bancarrota, obstaculizando los esfuerzos de la UE para impulsar la producción local de tecnologías verdes.
Pero Mairead McGuinness, comisaria europea de servicios financieros ha dicho que "la UE necesita tener acceso a paneles solares asequibles para impulsar la transición verde y desbloquear las oportunidades económicas”, en la sesión del lunes del Europarlamento en Estrasburgo (Francia).
Actualmente, más del 97% de los paneles solares desplegados en Europa son importados, en su mayoría de China.
Por su parte, los eurodiputados debatieron posibles opciones para declarar la emergencia. La industria ha sugerido algunas medidas. Una de ellas es comprar inventarios liderados por la UE, otra es la de ajustar las leyes a una ayuda estatal, y una tercera son los cambios inmediatos a las reglas de subasta de proyectos renovables.
Sin embargo, tal y como se esperaba, el ejecutivo de la UE no ha anunciado ninguna medida política drástica, aunque sí ha confirmado que iniciará conversaciones con el sector. Dichas conversaciones comenzarán a sólo unas semanas de que el sector implosione, tal y como sostiene la industria.
Defender la industria europea
Pero hasta esta semana se manejaban dos posibilidades. Un apoyo directo como un rescate, una medida ampliamente apoyada por la industria; o medidas de defensa comercial, que son mucho más controvertidas.
Una medida de defensa comercial sería una investigación de dumping sobre las prácticas de China. Pero el ejecutivo de la UE normalmente sólo abre una investigación de este tipo después de recibir una queja formal de la industria, y la ESMC no se ha pronunciado en ese sentido.
Eso significa que el ejecutivo de la UE tendría que abrir una investigación por iniciativa propia, un paso poco común, o imponer medidas de "salvaguardia", como aranceles de importación temporales.
"Imponer medidas comerciales es una absoluta vergüenza que no beneficiará a ningún fabricante de la UE y aumentará los costes para los consumidores y al mismo tiempo retrasará el despliegue de nueva capacidad renovable", han dicho en varias ocasiones desde Solar Power Europe.