Dice la tradición que todos los veranos se dispara el consumo de gas en España. Es lo que se conoce como 'hueco térmico', o la caída de generación de otras tecnologías como la eólica, que hace necesario encender los ciclos combinados para cubrir la demanda de electricidad del país.
Sin embargo, por primera vez y como preludio de lo que puede pasar en los próximos veranos, ya se está notando cómo la generación fotovoltaica está sustituyendo la quema de gas, y más aún, si se compara con años anteriores.
Incluso se puede observar que los ciclos se apagan durante las horas solares. "Los ciclos combinados se están parando de 10 a 18 horas casi todos los días", explica a EL ESPAÑOL-Invertia Francisco Valverde, experto en el sector eléctrico.
De hecho, en julio de 2022, la generación con ciclos ascendió a 8.460 GWh, y a falta de cinco días para finalizar este mes de 2023, no sube de 4.123 GWh. La producción de electricidad con gas se derrumba a la mitad.
"Poco a poco, según crece la fotovoltaica, le va comiendo protagonismo al hueco térmico del verano, que como el carbón está en mínimos, hablamos básicamente de ciclos combinados, o sea, gas natural", continúa el experto. Aunque reconoce que "todavía hace falta muchísima más fotovoltaica y termosolar" para que el efecto sea mayor.
Por el momento, el consumo de gas en un mes de julio está muy por debajo de 2022 y de 2019, ligeramente por debajo de 2020 y de 2017 e igual que en 2015.
Un verano menos tórrido
También esta caída del consumo de gas en 2023 es más pronunciada respecto a 2022 por las olas de calor tan largas y acentuadas que vivimos el año pasado. En España, ese tórrido verano hizo estragos, provocando la caída de la producción eléctrica renovable y dando paso al mayor consumo de gas (ciclos combinados) de la historia.
La sequía dejó la generación hidroeléctrica en mínimos y la principal fuente de generación en nuestro país, la eólica (tanto en 2020 como en 2021 representaron el 22,5% y 24% del mix respectivamente), no fue la estrella del verano. Porque a más calor, menos viento y, por tanto, menos generación.
La capacidad instalada en fotovoltaica ha aumentado significativamente este año, pero las elevadas temperaturas del año pasado también influyeron en un menor rendimiento de las placas solares.
"Trabajar durante muchas horas a 40 grados hace disminuir el rendimiento del silicio", señalaba el año pasado por estas fechas a este diario Antonio Aceituno, el CEO de Tempos Energía.
Así que en julio de 2022, por primera vez en la historia, se quemó más gas que nunca para generar electricidad para uso térmico (hogares e industria). De hecho, participó con un 33% en el mix eléctrico a lo largo de ese mes, convirtiéndose en la primera tecnología por generación.
Caída de las emisiones de CO2
Pero ¿por qué es relevante esta evolución en la generación eléctrica? La correlación entre emisiones de CO2 del sector energético español con la reducción de producción de ciclos combinados es directa.
"Con respecto a las emisiones, de enero a junio, llevamos unos 5 millones de toneladas menos emitidas a la atmósfera con respecto al año pasado. Aún es pronto, pero intuyo que este año seguiremos con la senda bajista y llegaremos a unos 34 millones de toneladas", explica en redes sociales Valverde.
"Entramos en los meses en los que el hueco térmico predomina y hace que se disparen las emisiones, pero este año tiene alguien que le empezará a plantar cara de manera importante: la fotovoltaica. Va a estar interesante comprobar cuánto le puede recortar ésta a la generación con ciclos para este verano".
"En este julio, el bajón que está sufriendo esta fuente es memorable, por la menor demanda (causada en parte por el autoconsumo) y por la generación fotovoltaica", concluye el experto energético.